1. Una tarde de contrastes para Simón

El guardameta, espléndido en un mano a mano con enes ünal, firmó su primer error del curso cuando se encaminaba hacia su quinto partido de liga con la portería a cero

bilbao - Unai Simón no olvidará de un plumazo lo ocurrido ayer en San Mamés. Fue, no en vano, una cita de marcados contrastes para el guardameta rojiblanco, quien firmó su primer error del curso cuando se encaminaba hacia su quinto partido de liga con la portería a cero. Nada hacía presagiar, de hecho, que el Valladolid pudiera batirle en un encuentro que el de Murgia inició de la mejor manera posible.

Después de vivir con suma tranquilidad la recta inicial del choque, Simón se vio obligado a intervenir en el minuto 16 tras un error garrafal de Yeray Álvarez al intentar domesticar un balón que alcanzó sus dominios sin aparente peligro. Erró, no obstante, el central de Barakaldo y Enes Ünal, en la ocasión más clara que deparó el partido, enfiló la portería del Athletic con Simón como único obstáculo hacia un 0-1 que más de uno dio por hecho en La Catedral. La realidad, sin embargo, resultó ser bien distinta, pues Simón, espléndido, gigantesco, se hizo grande ante el delantero turco para negarle el tanto con una soberbia intervención que dejó estupefacto al punta vallisoletano.

No se esperaba Ünal que el portero rojiblanco, en un alarde de colocación y reflejos, le sacara con el brazo un disparo que no deshizo las tablas en el marcador y que, minutos después, dio paso a la imparable arrancada de Iñaki Williams. La tarde, hasta entonces, señalaba a Simón como indiscutible héroe junto al delantero bilbaino, pero todo se torció en una acción aislada del segundo acto. Corría el minuto 71, crecía el Valladolid en el partido, pero sin llegar a comprometer al arquero rojiblanco, cuando un centro desde la banda izquierda del ataque pucelano llegó a los dominios del 1 del Athletic, que no acertó a despejar, ni a atajar el esférico, permitiendo que este rebotara en el brazo de Iñigo Martínez para coger dirección a portería.

Fue inútil la estirada a la desesperada del de Murgia, quien, aun así, se mantiene como el Zamora de una liga en la que experimentó ayer su primer momento comprometido. Acumula, además, tres partidos consecutivos encajando un gol, si bien no ha recibido todavía más de un tanto en ninguna jornada.

2. Beñat por Córdoba, un cambio rumbo al caos

La sustitución, la primera que llevó a cabo Gaizka Garitano, envió a Unai López a la banda izquierda y desordenó al Athletic hasta el gol del empate del Valladolid

bilbao - Los tres cambios diseñados ayer por Gaizka Garitano no dieron el rédito esperado al técnico derioztarra. Sobre todo, el primero, consumado en el minuto 66 con 1-0 en el marcador. El Athletic, sobrio e inaccesible hasta entonces para el Valladolid, aprovechó la entrada al terreno de juego de Beñat Etxebarria en detrimento de Iñigo Córdoba, con la consiguiente permuta de un lucido Unai López a la banda izquierda, para pescar en río revuelto.

Evidenciaron cierto desorden, no en vano, los rojiblancos, que perdieron el control del balón, dieron un determinante paso atrás y encontraron el castigo del gol del empate en una acción fatal. Garitano, atento desde la banda, rectificó dando vuelo a Aritz Aduriz y retirando del campo a un desubicado Unai López, acoplando así, de nuevo, sus piezas.

La puesta en escena del veterano delantero donostiarra, sin embargo, no obtuvo el impacto deseado por el entrenador derioztarra, que tampoco halló premio alguno tras el ingreso sobre la bocina de Gaizka Larrazabal, sin tiempo.

3. Segunda cita consecutiva sin ganar en San Mamés

bilbao - Después de decir adiós a la añorada media inglesa en cuanto a puntuación se refiere, con sucesión de victorias en San Mamés y de empates a domicilio en las primeras jornadas de liga, el Athletic vio ayer cómo su racha triunfal como local, interrumpida de golpe con la derrota ante el Valencia, adquiría continuidad en la cita con el Valladolid. Lejos de regresar a la senda del triunfo ante la parroquia rojiblanca, los leones fueron incapaces de superar a los pupilos de Sergio González y, con el empate a un gol que registró el luminoso, firmaron su segundo encuentro consecutivo sin poder sumar los tres puntos en La Catedral.

Pierde fuerza así, a las puertas de la visita al Wanda Metropolitano para hacer frente al Atlético tras cuatro partidos seguidos sin aliarse con la victoria, el poderío exhibido en casa desde la llegada al banquillo de Gaizka Garitano, con la mente puesta ya en la visita al equipo de Diego Simeone.