BILBAO. Sin ninguna duda, una de las grandes protagonistas del encuentro fue Ane Azkona, piropeada junto a Valdezate nada más acabar el partido por el técnico rojiblanco. La joven delantera de Iruñea resultó un tormento para la defensa txuri-urdin. Su velocidad puso en jaque a las locales a pesar de que era el primer derbi que disputaba en la liga doméstica. En el primer minuto del partido tuvo la osadía y fue capaz de escaparse en carrera y asistir a Nekane para que abriera el marcador. Ya en la segunda mitad, de nuevo, se marchó en velocidad y cedió el balón a Nekane para que lo estrellara en la parte exterior de la cruceta guipuzcoana. Y, en el último minuto, aún tuvo fuerzas para volver a cabalgar por terreno rival hasta que Cirauqui encontrara el balón con el que sentenció el emocionante envite. Fue la MVP de un encuentro donde se resaltó el trabajo en bloque de todo el equipo; pero sobre todo la actitud de nuevas jugadoras como la propia Azkona, Damaris, que por desgracia tuvo que retirarse lesionada, Jone Ibáñez, y en la segunda parte destacó la aportación de otras compañeras como Valdezate, Leia Zarate o Marta Perea, a las cuales el técnico toledano les está exigiendo tomar el relevo de jugadoras franquicia que cada vez van teniendo menos incidencia en el juego del conjunto rojiblanco.

Ayer no participaron, pero también habría que incluir en la lista a Oihane Hernández, Andrea de la Nava o la joven Amaiur, del filial, que con 18 años se sentó en el banquillo rojiblanco en el derbi. El relevo está servido. El tiempo y la paciencia serán necesarios para recibirlo como se merece.