EL fútbol, tan globalizado en la actualidad, donde las fronteras han sido derribadas y no resulta nada extraño encontrar futbolistas vascos en casi cualquier rincón del planeta, por muy inhóspito que este sea, convirtió a Unai Bilbao (Bilbao, 4-II-1994) en el inesperado héroe de San Luis, una ciudad del centro de México. Allí emprendió el central hace ahora un año una nueva experiencia, una especie de aventura hacia lo desconocido que, de momento, le está saliendo a las mil maravillas. Es más, el pasado 5 de mayo un zurdazo suyo en la prórroga permitió al Atlético San Luis, club propiedad del Atlético de Madrid, sellar el ascenso a la Liga Bancomer MX, la Primera División del país centroamericano. Una gesta que aupó al que fuera capitán del Bilbao Athletic al Olimpo y que le permitirá disfrutar de la máxima categoría del fútbol mexicano desde el tercer fin de semana de julio.

Mientras apura los últimos días de vacaciones en Bilbao, junto a la familia, de la que le separa todo un océano, atiende a DEIA en una céntrica cafetería de la villa. La conversación, cómo no, arranca con su gol, su eufórica celebración y la figura de Diego Armando Maradona, ante cuyo equipo, Dorados de Sinaloa, marcó el gol del ascenso. “Me cayó y?” mandó el balón junto al larguero, lejos del alcance del guardameta rival. “Estoy contentísimo por aquel gol. Es un recuerdo que guardaré para siempre. Pero me quedo más con cómo ha ido el año, con las buenas sensaciones que he tenido a nivel personal, con el buen grupo que hemos hecho, con todos los trabajadores del club, que me han tratado genial?”. Aquel gol le hizo ser la portada de distintos medios, “pero es porque me tocó”, se excusa, aunque no deja de escapársele una sonrisa pícara al recordarlo. Además, la presencia de Maradona en el banquillo contrario le dio si cabe más repercusión a aquel encuentro: “El bando argentino estaba un poco más motivado de lo normal. Pero es normal. Nosotros también, no siempre tienes enfrente a una leyenda del fútbol y eso te da un plus de motivación y al partido también le da más relevancia”.

Aquel gol, que terminó en fiesta, fue la culminación de un año para el recuerdo. Las dudas de doce meses atrás forman parte ya de un pasado muy lejano y es por ello que Unai Bilbao no esconde que hasta la fecha todo le está yendo a pedir de boca. “Es algo que ni soñándolo yo podía haber salido así de bien. Venir a México a un equipo de Segunda División, que es cierto que tenía aspiraciones de subir, no deja de ser una apuesta arriesgada. Y luego está la forma en la que subimos, con gol mío?”.

Una vez acabada su etapa en Lezama tras cuatro temporadas en el Bilbao Athletic, la primera de ellas la del ascenso a LaLiga 1/2/3, y cerradas las puertas del primer equipo, al central le tocó tomar una complicada decisión. “Tenía ofertas, hubo interés de algunos equipos, pero la liga mexicana empieza antes y había que tomar una decisión rápidamente”, relata. Por lo que cuenta, y aunque no pudo dejar a un lado las lógicas dudas que suponen un cambio de vida tan grande, no parece que le costara demasiado. Además, el tiempo parece estar dándole la razón. “Me atrajo el proyecto tan ambicioso que tenía el Atlético de Madrid en México. Alberto Marrero, el presidente del Atlético San Luis y que curiosamente es canario, se puso en contacto conmigo para explicarme el proyecto, los objetivos del club y la ambición que noté en sus palabras me terminó de convencer. La de ir a México era una de las opciones que tenía y sentí que era el momento de tomar una decisión así”.

Entre las cosas que más le han sorprendido, tal vez porque como él mismo reconoce venía de competir en el filial del Athletic, fue el gran ambiente en el vestuario y la tranquilidad del día a día. “Me ha sorprendido el grupo, la calidad de vida”, sostiene mientras trata de acabar con uno de los muchos tópicos que persiguen a la vida en México, al menos la que llega a través de las imágenes: “Se vende una imagen que no corresponde. Se habla de drogas, atracos, robos? Yo no he tenido ningún problema en todo este año, ni robos, ni nada por el estilo. Ni yendo por la noche tranquilamente por la calle”.

¿Volverá? Así las cosas, Bilbao no se plantea regresar a casa, al menos de momento. Tiene contrato hasta 2021 y su principal deseo a día de hoy no es otro más que ayudar al crecimiento del Atlético San Luis. “Volver es algo en lo que no pienso. Si estuviera mal allí, a disgusto, pues igual sí me lo plantearía, pero estoy muy bien y muy a gusto. Tampoco es algo en lo que me haya parado a pensar”. Si ha perdido algo más de tiempo en imaginar lo que le espera en la máxima categoría mexicana: “Hay jugadores muy talentosos y equipos muy buenos, pero nuestro objetivo es amoldarnos a la categoría lo antes posible y pelear por ser un equipo importante”.