bilbao - Ernesto Valverde llegó a la zona mixta de El Sadar prácticamente hecho unos zorros. Sin corbata, con el cuello de la camisa descolocado, con el pelo totalmente húmedo, despeinado? Indicios de que la fiesta se había desatado en el interior del vestuario. No era para menos. Esa tarde calurosa, muy calurosa, del 16 de mayo de 2004, el Athletic se encontró con un éxito que no esperaba. Fue una noticia repentina, extraordinaria. El conjunto rojiblanco había hecho sus deberes en el derbi de Iruñea, en la penúltima jornada de liga, en la que superó a Osasuna (1-2) con goles de Yeste, de falta directa; y de Urzaiz, de cabeza. Tres puntos vitales en su objetivo de alcanzar billete para la extinta Copa de la UEFA. Cuando Pérez Burrull, colegiado cántabro, pitó el final, el Atlético de Madrid vencía en El Calderón al Zaragoza por 1-0. O sea, el Athletic se la debería jugar en el partido final ante el propio equipo colchonero. Pero el fútbol es imprevisible. Genera sorpresas mayúsculas. Como la que se dio esa tarde. El Zaragoza empató. Minuto casi 90. Tampoco les valía a los leones, ya resignados. 120 segundos después, Delio Toledo repetía y hacía el 1-2 a orillas del Manzanares. ¡Zas! Ver para creer. El entorno Athletic se quedó paralizado. Parecía algo irreal. Hasta que se pellizcó con saña. Final en el Calderón. El conjunto de Valverde se aseguraba la quinta plaza a falta de una jornada. El Txingurri, en su estreno en el banquillo del Athletic, firmaba un éxito que supuso un antes y un después en su carrera. El club bilbaino volvía competir en Europa después de seis años de espera.

“Tocaba celebrarlo por todo lo grande”, recuerda Javi González, que no jugó ese partido por decisión técnica, pero que, acorde a su genética optimista, había hecho de pitoniso, ya que predijo el éxito dos días antes. ”Sabíamos que era un partido complicado, como ocurre siempre que juegas ante Osasuna. Me acuerdo que ganamos y pocos minutos después se destapó la locura. Nos metimos en Europa después de unos años muy complicados. Fue una satisfacción enorme”, rememora el de Zorrotza, hoy en día entrenador del primer cadete del Danok Bat, tercera clasificado en la Liga Vasca, y que aquella temporada jugó 25 partidos de liga.

Javi González reconoce que aquella fue “la primera pieza que argumenta el éxito de Valverde como entrenador” y no ahorra energías para elogiar la figura de El Txingurri, que el próximo 1 de abril regresa a El Sadar, donde escribió una página más de las más brillantes de su relato en los banquillos. “Gestionaba muy bien el grupo, sabía hablar a los jugadores y cuando se tenía que enfadar se enfadaba, y cuando estaba contento, te lo manifestaba. Sabía darte confianza, quizá porque nos conocía y porque tenía el aval de, entre otras cosas, haber sido el segundo entrenador con Txetxu Rojo”, indica el exrojiblanco, que entendería una hipotética renovación de Valverde “como una gran noticia”.

Isma Urzaiz fue protagonista de aquella victoria histórica para el Athletic y para Valverde, ya que el de Tutera firmó el 0-2. “Creo que Tiko lanzó una falta lejana y ya sabemos cómo la pegaba, por lo que solo tuve que poner la cabeza”, dice el exdelantero, que marcó dos minutos después de sustituir a Jonan García, una de las apuestas de Valverde desde el Bilbao Athletic. “Desde que llegué al Athletic mi objetivo era entrar en Europa, aunque hubo años complicados. Hubo quien me decía que estaba loco. Habían pasado seis años de jugar la Champions, por lo que la alegría fue enorme, ya que se trataba también de un éxito de Ernesto en su primer año como técnico profesional. Ya por entonces tenía cualidades extras como entrenador. Sabía llevar al grupo y seguro que ha aprendido mucho de los errores que haya podido cometer”, reflexiona Urzaiz, que recuerda que cuando conocieron la increíble remontada del Zaragoza en el Calderón “hicimos la conga, lo festejamos a lo grande”. Bajo la coreografía Athletic UEFAara!!!, repetida hasta la saciedad. Tocó después improvisar la fiesta. Cancelaciones de planes personales y peregrinación de la plantilla, cuadro técnico y médico, directiva... al Asador Iturgixi de Berango. Un brindis a la europea.