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Enrique Castro, ‘Quini’: “Aún meto goles por las noches”

Enrique Castro, ‘Quini’, leyenda viva del Sporting con pasado brillante en el Barça, atiende a DEIA con la naturalidad y la nobleza que caracteriza a uno de los principales depredadores de área en la década de los 70 y 80

Enrique Castro, ‘Quini’: “Aún meto goles por las noches”La Nueva España

bilbao- Apodado El Brujo por méritos propios, Quini (Oviedo, 23-9-1949) ejercerá hoy de ilustre anfitrión ante el Athletic, a cuya expedición recibirá con los brazos abiertos bajo su condición de embajador del Sporting. Desatado desde esta temporada del cargo de delegado, el que fuera cinco veces Pichichi de Primera División se rinde en elogios hacia Aritz Aduriz y profundiza en su pasado futbolístico y personal, así como en el presente y futuro de un deporte que “ha cambiado mucho, para bien o para mal”.

Toda una vida pegado al césped y desde esta temporada, embajador del Sporting. Dicen que le costó dar el paso.

-Sí, estaba acostumbrado a estar al pie del cañón cerca de los terrenos de juego y no sabía cómo iba a ser esto, pero a mi edad me ha venido como anillo al dedo para ganar en tranquilidad. Sigo viajando con el equipo, pero la responsabilidad es menor de la que tenía como delegado y vaya donde vaya, es como si fuera la bandera del Sporting, como Iribar en el Athletic.

Después de tantos años unidos en cuerpo y alma, ¿qué significa el fútbol para usted?

-Es todo lo que soy en esta vida. Me ha dado una educación, me ha enseñado a respetar a todo el mundo, sean compañeros o rivales, y a andar por la vida haciendo siempre el bien. El fútbol te da una lección continua que si la aprendes está muy bien y si la pones en práctica, mucho mejor todavía.

Ha sido Pichichi en siete ocasiones, cinco de ellas en Primera División. ¿Mantiene aún el instinto de delantero centro?

-¡Por supuesto! Veo los partidos y muchas veces me entran ganas de rematar los centros al área, porque lo vivo intensamente. De hecho, ¡aún meto goles por las noches! (risas).

En el Sporting, donde es un mito, jugó quince temporadas. Seguro que sigue notando el cariño de la gente.

-Sí, pero como hicimos todos los que jugamos en el Sporting, solo puse mi granito de arena para que este club volara lo más alto posible. Somos un club modesto, pero también hemos tenido años gloriosos cuando existía el derecho de retención para poder amarrar a los jugadores que querían marchar a otros equipos. Antes eran los clubes los que tenían la sartén por el mango y no los futbolistas, lo que permitía a los equipos aguantar a sus figuras. Ahora no se puede. Eso ha matado a los clubes menos pudientes.

Lo que está claro es que ni los aficionados ni usted dejarán solo al equipo ante el Athletic esta tarde. Es un partido muy importante.

-Así es. Será difícil ganar, porque ellos tienen un gran equipo, pero contamos con una afición impresionante, la mejor del mundo para mí. Nunca dejan solos a los jugadores y para nosotros volverán a ser el jugador número 12 esta tarde.

¿Le atrae especialmente este partido?

-Sí, me gusta mucho porque he conocido a mucha gente del Athletic como Manu Sarabia, Alexanco, Núñez, Villar, Goikoetxea, Urkiaga, Iribar o Dani. Son jugadores contra los que he jugado y a algunos de ellos he tenido como compañeros en la selección. Recuerdo que ir a jugar a Bilbao también era muy especial.

Cuántos y qué buenos recuerdos ha dejado el viejo San Mamés...

-No había un solo jugador en el mundo que no quisiera jugar allí. La Catedral era La Catedral, un templo sagrado. Nosotros decimos que El Molinón es otro templo, pero Bilbao es la cuna del fútbol. Jugar en San Mamés era un aliciente enorme para cualquier profesional y para mí suponía ir a otro mundo. La afición del Athletic siempre ha sido muy respetuosa con los equipos contrarios y ver en primera persona cómo aplaudían a jugadores rivales es un recuerdo imborrable, porque significa que entienden el fútbol.

Esta temporada ha estado en el nuevo San Mamés. ¿Qué le pareció?

-Sensacional también. Ese campo es la envidia de todos ahora mismo.

¿Le sorprende que la filosofía del Athletic siga teniendo éxito en pleno siglo XXI?

-Pues sí. Ojalá no cambien nunca y les salga todo muy bien, porque lo que hacen es de chapó y merece la pena luchar por esos colores.

A día de hoy, ‘El Brujo’ en Bilbao es Aduriz.

-¡Tendrán que llevarlo a la selección! La temporada que está haciendo es increíble, no sé qué adjetivo se le puede poner a estas alturas. Si le veo, le preguntaré a ver qué come para ver si me puede transmitir algo a mí (risas).

Pongámonos en un escenario irreal, pero atractivo. Si fuera director deportivo, ¿a quién ficharía, al mejor ‘Quini’ o al mejor Aduriz?

-A Aduriz. Creo que es superior a mí. Más allá del remate, es muy difícil quitarle un balón, lucha muchísimo, sabe buscar muy bien la espalda a los defensas y, en general, entiendo que es bastante más completo de lo que era yo.

Humildad no le falta, desde luego.

-Lo veo así, de verdad.

¿Y quién cree que es el mejor delantero centro del fútbol actual?

-Luis Suárez, pero Aduriz también es la leche. En la liga, son el número 1 y 2.

Desde su perspectiva, ¿considera que el perfil y el alma de los futbolistas han cambiado mucho en los últimos tiempos?

-Todo ha cambiado. Evoluciona la vida y, con ella, el fútbol y los futbolistas, por supuesto. Está por ver si para bien o para mal. El tiempo lo dirá, aunque yo prefería la naturalidad de mi época, porque ahora parece que va todo demasiado rápido, incluido el fútbol.

Hablando de nombres propios, ¿cómo ve a Isma lópez?

-Muy bien, sigue creciendo como jugador y está haciendo una gran temporada. Creo que va a ser un futbolista a tener en cuenta. Su adaptación a la demarcación de lateral ha sido fantástica y muy agradable para todos.

Mucho menos bonito y agradable fue lo que le sucedió a usted hace 35 años, cuando fue secuestrado tras un Barcelona-Hércules.

-Sí, el calvario comenzó el 1 de marzo de 1981, alrededor de las 20.30 horas, cuando después de jugar el partido fui a buscar a mi familia al aeropuerto. Por fortuna, han pasado 35 años y lo tengo totalmente olvidado. La vida continúa y hay que luchar por ella.

No tuvo que ser nada fácil mantener la cabeza fría durante los 25 días que duró el secuestro.

-Intenté hacer lo que tenía que hacer, como habría hecho cualquier persona. En una situación así, lo más importante es no meterte en ti mismo y no dejarte ir, porque si lo haces, igual no sales bien. Hay gente que piensa que a lo mejor no aguantaría algo así, pero si tienes ganas de vivir, aguantas todo lo que te echen. Yo he pasado por situaciones muy duras y siempre hay que mirar lo positivo de la vida y luchar por ella, porque es muy bonita.

Más que bonito fue el gesto que tuvo hacia sus secuestradores, a quienes perdonó cualquier tipo de compensación económica.

-Daño personal no me hicieron. Sí en lo moral, porque estar 25 días en la situación que estuve no era normal para un ser humano, pero decidí no hacer nada en contra de ellos. Tuvieron un juicio y era la justicia la que tenía que juzgar, yo no era ni soy nadie para hacerlo. En la vida todos cometemos errores, algunos que se pueden perdonar y otros que no, pero hay veces que necesitas una segunda oportunidad. Ellos necesitaban dinero y se equivocaron.

El Barça, entonces su club, y la gente no le dejaron solo. Intentaron darle fuerzas desde la distancia.

-En las circunstancias que estaba no me enteraba de nada de lo que sucedía fuera, pero cuando fui liberado me di cuenta de la magnitud de aquello y de todo lo que me apoyó la gente. Estoy muy agradecido y por eso digo siempre que soy de todos los equipos, porque cuando lo necesitas de verdad, desaparecen los colores y todo el mundo se une para intentar ayudar.

Como exfutbolista de primerísimo nivel y actual embajador del Sporting, ¿qué consejo daría a los jóvenes que sueñan con hacer carrera en el fútbol?

-Tienen que tener mucha ilusión, humildad y sentido común. Muchos dicen que también sacrificio, pero jugar al fútbol y lo que ello conlleva no supone ningún sacrificio en realidad, porque haces lo que te gusta.

¿Como ‘brujo’, ¿qué resultado prevé en el partido de hoy?

-Nunca me ha gustado predecir resultados, porque el fútbol es muy caprichoso y en un partido pueden pasar muchas cosas, pero espero que los tres puntos se queden en Gijón. Nos jugamos muchísimo y necesitamos la victoria mucho más que el Athletic.