Cruzar el estrecho paso hacia el futuro
Un Athletic en la cuerda floja da un paso al frente y llega a la otra orilla en una tarde de sufrimientos, marcada por el homenaje de san mamés a rafa iriondo
bilbao - Allá donde estés, Rafa, habrás sufrido. Nunca te gustó este Athletic de las fatigas, tú que fuiste protagonista y testigo de aquel otro tan glorioso; este Athletic penitente que se arrastra como si un par de grilletes le lastrasen los tobillos y parece no dar con la senda adecuada para el paso del estrecho... ¿Acaso tú, que eras el 7 de aquellos cinco nombres inolvidables, les revelastes el secreto? También con unos de esos partidos retorcidos se escribe la historia, como bien sabías. ¿Les dijistes tú a los leones que el coraje era la única salida...?
Me gusta pensar que sí: queda romántica -un punto cursi, dirán otros...- la historia. Lo que sí es seguro que a ti, te habrá gustado el balón de De Marcos a Susaeta y cómo este templa, con exquisito gusto, un balón de esos que tanto te gustaban cuyo remate lo hubiese firmado tu viejo amigo Zarra. Él ya no está para esos trotes (dale recuerdos, si le ves, en nombre de todo San Mamés que no le olvida...) así que Sabin Merino hizo lo posible para agradarte, para darle gusto a tu vieja memoria recién apagada.
Supongo que como a todo buen león que se precie, nunca te gustó que al Athletic le bailasen. Lamento llevarte la noticia que ayer lo hicieron los hombres del Olympique de Marsella en la primera mitad, justo después de que su capitán llevase flores al busto de Pichichiy de que la afición marsellesa que les acompañaba, después de provocar una batalla campal por las calles de Bilbao, desafinase con aquellas bengalas que prendieron en los pisos altos de La Catedral. Los mismos bárbaros de siempre, habrás pensado, aunque en aquellos años cincuenta la violencia en los campos de fútbol era otra cosa, bien distinta, ¿verdad?
Desde hace unos años ya no se juega la UEFA sino la Europa League, que viene a ser algo semejante pero con otro empaque en el nombre. Lo que cuenta es ese vértigo del muero o mato de las competiciones de copa que tanto amaste. Ahora que te has ido por aquí abajo han vuelto a recordarlo. “Lo que le gustaba a ese hombre la copa”, dicho sea sin segundas, se ha repetido una y otra vez. También he escuchado que en tus comienzos te presentaste ante Roberto Echevarria, uno de los grandes campeones de los años treinta, para decirle que querías jugar en el Athletic. Llevabas apenas un partido oficial a tus espaldas... ¡y te abrieron la puerta! Ayer Sabin Merino gritó justo eso, que quiere jugar en el Athletic. No tuvo malas maneras para pedirlo, no...
¡Qué dolor de cabeza, Rafa! Acaba de terminar el partido y una vez más hemos apelado a la heroica para tumbar al “ladino francés” de la bilbainada, que a un paso ha estado de abrir una peluquería. Canta, canta conmigo, Rafa para que no olvides Bilbao y el tiempo en el que viviste. “Hay un paraje en Bilbao, no dais con él, no dais con él, es la peluquería de Carbonell. Aa ese ladino francés le cayó la lotería y en la Plaza Nueva ha puesto una gran peluquería” Ja, ja, ja. Te decía lo del dolor de cabeza, Rafa, porque no veas que manera de cantar -y qué manía de quemar...- trajeron estos ladinos franceses.
Estarás cansado de tanta lectura si es que aún sigues ahí, Rafa. Decirte que, como tantos otros días, llovía y algunos se mojaban en San Mamés. Lo que quizás te extrañe es que hoy se quejan al mojarse. Son otros tiempos, Rafa. Otros tiempos...