La temporada de Galarreta en Zaragoza llegó el domingo a su fin
Galarreta ha conseguido olvidar las dos graves lesiones de rodilla de 2012 y 2013 en esta temporada
bilbao - “Necesitaba volver a sentirse futbolista”, subrayan desde el entorno de Iñigo Ruiz de Galarreta (Eibar, 6-VIII-1993). Con esa premisa llegó en verano a Zaragoza, al amparo de la Virgen del Pilar. Su cesión al conjunto aragonés se hizo oficial el 12 de agosto y ahora, diez meses después, una vez que para el centrocampista la temporada ha llegado a su fin, es momento de hacer balance. La mejor de las noticias es que ha cumplido con el objetivo pues, efectivamente, ha vuelto a sentirse futbolista. Atrás quedaron las dos graves lesiones de rodilla que en los meses de octubre de 2012 y 2013, cuando militaba en el Bilbao Athletic, primero, y en el Mirandés, después, cortaron de pleno su progresión. En una entrevista concedida a DEIA en noviembre del año pasado, el propio futbolista reconocía que “nunca” se le había “pasado por la cabeza” tirar la toalla. Ahora, recuperadas las viejas sensaciones, se tomará unas pequeñas vacaciones antes de regresar al trabajo en Lezama. Lo hará, casi con total seguridad, varios días después que sus compañeros, citados para el próximo jueves, día 2 de julio.
Su temporada en el Zaragoza, que llegó a su fin el domingo de la manera más cruel posible, pues el conjunto maño fue superado por Las Palmas en la última eliminatoria por el ascenso a Primera División, puede considerarse muy positiva para sus intereses. Galarreta ha sido el sexto futbolista de la plantilla aragonesa que más minutos ha disputado, un total de 2.674, y ha contribuido a la sexta posición en liga del equipo con un gol y tres asistencias en los 38 encuentros que ha jugado, la mayoría de ellos como titular. A esa cifra hay que sumarle otra participación más en Copa. Sin duda alguna, son números que hay que tener en cuenta, más aún en un futbolista con su pasado, que en las dos temporadas anteriores únicamente pudo jugar 22 partidos.
Reclutado para el Zaragoza por Víctor Muñoz cuando apenas restaban 20 días para el cierre del mercado de fichajes estival, tuvo que rehacerse a la destitución del técnico aragonés en la última semana del mes de noviembre. Fue un fijo en el esquema de Muñoz y mantuvo su rol, salvo en partidos puntuales, con la llegada de Ranko Popovic al banquillo. Con el técnico serbio ha actuado con mayor asiduidad en la media punta y no tanto en el centro del campo. Y ha sido ahí, jugando más adelantado, donde mejor ha podido explotar sus virtudes. En el tramo decisivo de la temporada, concretamente en el play-off de ascenso, ha sido titular en tres de los cuatro partidos y resultó sorprendente que no disputase ni un solo minuto en el choque del domingo ante Las Palmas.
futuro incierto A día de hoy, su futuro es toda una incógnita. Lo que es seguro es que le resta un año más de contrato con el Athletic, aunque que lo cumpla en Bilbao dependerá de Ernesto Valverde. Tal y como ha podido saber este periódico, a día de hoy nadie del club se ha puesto en contacto con Iñigo Ruiz de Galarreta para referirse a su situación, aunque este hecho podría atribuirse a que únicamente han pasado dos días desde que le dio carpetazo a la temporada.
La competencia en su demarcación es elevada, más aún tras el fichaje de Javier Eraso, por lo que el técnico deberá hilar fino en sus decisiones. Ager Aketxe, Mikel Rico, Unai López, Iker Muniain, Beñat Etxebarria, Borja Viguera u Óscar de Marcos pueden actuar en la media punta, por lo que todo indica que será una de las demarcaciones en las que mayor será la criba.
En caso de que Valverde no cuente con él, además, de una posible cesión, otra de las opciones que barajan desde el entorno del futbolista es que pudiera continuar en Lezama, concretamente en el Bilbao Athletic, aunque para que se dé tal situación la primera premisa de todas es que los cachorros certifiquen el ascenso a Segunda División este próximo domingo. En tal caso, se podría abrir un nuevo panorama para Galarreta. A su favor, además, jugaría la edad, pues no cumplirá 23 años hasta agosto del próximo año, por lo que podría alternar el filial y el primer equipo sin ningún problema. Eso sí, casi con toda probabilidad tendría que renegociar algunas cláusulas de su contrato. Habrá que esperar acontecimientos.
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