El 'método Pozanco'
El nuevo preparador físico del Athletic sorprende por una forma de trabajar en la que el balón es el gran protagonista de las sesionesEl ayudante de Valverde es el primero en hacer todos los ejercicios
Bilbao. Los más de cien ejercicios que Marcelo Bielsa tenía en su librillo de entrenamientos han pasado a mejor vida. También la forma en la que Luis Bonini afrontaba las sesiones. La llegada de José Antonio Pozanco, Ros, el nuevo preparador físico del conjunto rojiblanco, de la mano de Ernesto Valverde, ha variado sustancialmente la forma de plantear el trabajo diario de los leones. El balón es el gran protagonista. Aparentemente, parece que las jornadas de trabajo no son tan duras como en las dos campañas anteriores. Pero es una sensación que se aleja de la realidad, ya que Txingurri y Pozanco son defensores de un método de preparación con menos automatismos que el que ponía en práctica el Loco, pero que apuesta por incidir en unos ejercicios que guardan un mayor paralelismo con la forma en la que luego va a jugar el equipo en la competición oficial. Es la priorización táctica. No es ni mejor ni peor, sino diferente, y por las palabras de los jugadores, parece que es de su agrado.
Valverde quiere que sus pupilos tengan la posesión de balón, que sean incisivos y que acaben las jugadas con ocasiones de gol. Y cuando pierden el esférico, la idea es apretar para volver a recuperarlo lo más arriba posible. Una idea futbolística que planea sobre todos los ejercicios que Ros (nombre de pila con el que se conoce a Pozanco) está organizando durante el stage de pretemporada en Leogang. Las sesiones no pasan de los noventa minutos, pero la intensidad no baja en ningún momento. Partidillos en campo reducido, ejercicios para potenciar la presión, centros y tiros a puerta mezclados con pequeños circuitos y muchos rondos, esta es la nota predominante. Una forma más amena de entrenar.
Pozanco, que se formó como jugador en las categorías inferiores del Barcelona antes de colgar las botas por unos problemas cardíacos, es discípulo de Paco Seirul-lo, una eminencia en la preparación deportiva, que ha permanecido durante décadas a las órdenes del Barça. El ayudante de Valverde comenzó en La Masía como recuperador, antes de dar el salto al Elche. Una carrera que en 2008 le unió a Txingurri.
En la ciudad condal aprendió la base que defiende y pone en práctica a diario en cada entrenamiento. Pero además de los ejercicios que prepara bajo la supervisión del entrenador rojiblanco, Pozanco destaca por ser uno más a la hora de trabajar junto a los jugadores y de motivar en todo momento al grupo. Al contrario que Bonini, que ordenaba pero no tomaba parte en los ejercicios, Ros es el primero en hacer lo que quiere que desarrollen los jugadores. Su envidiable estado de forma le ayuda a no parar en cada sesión. Un nervio que roza la hiperactividad, con el que persigue que el grupo no pierda la tensión en ningún momento.
A sus 43 años, el envidiable estado de forma en el que se encuentra le ayuda a mantener el tipo ante sus pupilos. Siempre con una gorra blanca en la cabeza, Pozanco estira como el que más, una de sus obsesiones que intenta inculcar a los rojiblancos. "El trabajo de prevención es fundamental", repite una y otra vez el ayudante de Txingurri, que tras dejar el Barça, empezó su carrera como preparador en solitario en el Elche antes de aceptar la oferta de Valverde y probar junto al de Viandar de la Vera en el Villarreal. Luego pasaría por el Olympiacos y, más recientemente, por el Valencia, donde diseñó un plan de estiramientos muy incisivo para frenar la plaga de roturas musculares que sufrió el conjunto de Mestalla antes de su llegada.
Antes de arrancar la temporada pasada, con Valverde sin equipo, Pozanco recibió una llamada desde Barcelona. Tito Vilanova iba a hacerse con las riendas del conjunto culé tras la marcha de Josep Guardiola. El puesto de preparador físico estaba vacante tras la salida de Lorenzo Buenaventura y el técnico catalán, que en la actualidad lucha para combatir el cáncer que padece, quería al ayudante de Txingurri, con el que había coincidido en las categorías inferiores del Barça. Ros desestimó la oferta de Vilanova y se mantuvo fiel al actual técnico del Athletic. Meses después de rechazar el ofrecimiento recalaría en el Valencia junto al de Viandar de la Vera.
la gratitud de yayá touré Durante su etapa de recuperador en el Barcelona, el nombre de José Antonio Pozanco se empezó a conocer gracias a las palabras que le dedicó el actual jugador del Manchester City Yayá Touré. El potente centrocampista le agradeció públicamente a Ros que le quitara los dolores de espalda que padecía y le "enseñara a jugar al fútbol". El jugador de Costa de Marfil tenía una hernia discal, y gracias a los consejos del preparador físico del Athletic, que analizó su forma de pegar al balón, corrigiéndole ciertos vicios adquiridos que aumentaban el dolor de espalda, posibilitaron que Touré recuperara el nivel que había mostrado en el pasado en el conjunto catalán.