Herrera prioriza los Juegos Olímpicos y vuelve lesionado
La dolencia de pubis que le laminó durante la pasada temporada volvió a manifestarse con la selección española El técnico, Milla, y el jugador admiten que, a sabiendas de que estaba limitado, consensuaron el modo de que jugase
Bilbao. Ander Herrera se reincorporará al Athletic aquejado de la lesión de pubis que le impidió rendir a satisfacción durante casi dos terceras partes de la temporada anterior. Ha jugado mermado con España en los Juegos Olímpicos y es evidente que el tratamiento conservador seguido no ha dado el fruto deseable, continúa estando limitado y pudiera verse ahora obligado a pasar por el quirófano, con lo que estaría de baja durante al menos un mes. Lo más curioso de este caso es que, tras la eliminación ante Honduras, el propio jugador no tuvo reparo en admitir que había acordado con Luis Milla, el seleccionador estatal, no ser titular porque no estaba "al cien por cien", pues sufre una pubalgia.
Las declaraciones de Herrera, realizadas en la noche del lunes, le dejan en una posición desairada, por cuanto antes de acudir a la concentración con España dijo lo contrario. Aseguró en Lezama que se hallaba perfectamente y que estaba persuadido de que eludiría la operación que zanja la dolencia que tiene. Los hechos le han desdicho, indican que estaba tocado y que no debería haber acudido a Londres, lo cual no sólo le señala a él, sino que coloca en una situación comprometida a Milla, al servicio médico de la selección hispana y, de alguna manera, al Athletic y a sus responsables.
"No estoy al cien por cien porque arrastro una pubalgia. Todos lo sabíamos, pero quería estar aquí para jugar aunque fuera tres minutos para lo que el equipo pudiera necesitar", fue la frase estrella que pronunció anteayer el centrocampista. Y añadió: "Lo de mi suplencia estaba consensuado con Milla. Arrastro una pubalgia desde hace siete meses y le agradezco estar aquí". Estas palabras evidencian que apostó por estar en la Olimpiada a sabiendas de que podía experimentar una recaída, tal y como ha sucedido. Pero también revelan que planificó sus vacaciones con la idea firme de ser olímpico, en vez de buscar una solución definitiva a su problema, pues entrar en el quirófano le hubiera impedido ver cumplida dicha aspiración. Desde que el 25 de mayo concluyó la campaña 2011-12, con la celebración de la final de Copa con el Barcelona, Herrera se fue de vacaciones con un plan de trabajo específico para subsanar su problema de pubis, consistente en una serie de ejercicios de fortalecimiento de la zona afectada. Volvió el 2 de julio para el comienzo de la preparación con el Athletic y durante una semana escasa se ejercitó con el resto de la plantilla sin resentirse de su lesión. Fue entonces cuando realizó las manifestaciones en las que se mostraba muy seguro de que lo del pubis era agua pasada: "El año pasado me limitó, pero con el trabajo de prevención que estamos haciendo estoy convencido de que lo voy a superar sin necesidad de pasar por el quirófano".
Sin embargo, una vez en la concentración con España algo no fue bien, por cuanto llegado el momento culminante de los partidos Milla optó por dejarle fuera del once titular. Se desconoce en qué momento preciso volvieron a asomar las molestias y las dificultades para jugar a satisfacción, pero es innegable que asomaron. Algo previsible cuando se trata de una pubalgia. Al respecto, Milla comentó el lunes lo siguiente: "Con nosotros Ander siempre ha venido, pero tenemos la sensación de que hay un problema de pubis. No sé si estaba para los noventa minutos. Hemos pensado que era mejor que jugase en la segunda parte que de inicio y que luego en el minuto 60 se nos pudiera caer".
INFORME DEL ATHLETIC. Así pues, queda claro que tanto Herrera como Milla asumieron por su cuenta y riesgo seguir adelante, pese a que la lesión existía, estaba ahí. Las consecuencias de todo este cambalache, aparte de ir en detrimento de la salud del futbolista, causan un perjuicio obvio al Athletic, que va a empezar a tomar parte en sus competiciones sin poder contar como quisiera con este jugador, ya sea porque tiene que ser operado o porque, como el año anterior, se halla disminuido.
Cuando correspondía, el Athletic remitió a los médicos de la Federación Española el informe pertinente sobre el estado físico de Herrera. Sucede que Herrera, aunque tuviera dolores, no estaba imposibilitado para jugar. De hecho ha podido jugar en Londres, al igual que lo hizo en numerosas oportunidades con su club en los meses previos al verano. No cabía por tanto impedir su convocatoria argumentado que estaba de baja, pese a que tiene pinta de que hubiese sido lo más aconsejable.
La clave de esta historia radica en que por encima de otros criterios, han primado los deseos del protagonista, su fijación por estar en Londres, una iniciativa que por cierto entraba en colisión con los intereses del Athletic. No cabe olvidar que los Juegos tienen lugar al mismo tiempo que la eliminatoria de ajuste del Athletic en el marco de la Europa League. Herrera despachó así esta cuestión dos días antes de irse con España: "Uno se debe a su club y claro que nos hubiera gustado que no hubieran coincidido las fechas y que hubiera margen para disputar las dos competiciones, pero confiamos mucho en nuestros compañeros y estoy convencido de que vamos a pasar estar fase previa". Se desconoce si los "compañeros" le agradecieron el detalle.
Fernando Amorebieta actuó de similar manera y optó por irse a jugar con Venezuela al acabar la temporada. Volvió tocado y los dolores no cesaron una vez se integró en la pretemporada rojiblanca. Ante la constatación de que no se recuperaba, fue recientemente intervenido de pubis y ahora está de baja. Nada que ver los pasos dados por Amorebieta y Herrera con la decisión tomada por Andoni Iraola, otro que anda con el pubis a vueltas. El lateral decidió no asistir a la Eurocopa de Polonia y Ucrania, consciente de que podía pasarle factura después de un largo período con dolores.
Cuando en breve aterrice en Bilbao, Herrera será sometido a un reconocimiento para calibrar el alcance de su lesión y optar por una solución. Cualquiera que sea supondrá que no estará a las órdenes de Marcelo Bielsa como el técnico requiere. Transcurridos tres meses, Herrera está donde estaba, limitado. Eso sí, ha tenido el privilegio de ser olímpico.