La década Athletic en Bucarest
Una familia getxotarra defiende la causa rojiblanca en la capital rumana desde hace ya diez años
CUANDO Fernando Llorente marcó ante el Sporting el gol que nos metió en la final lloré la segunda vez en los últimos 20 años". Ese tanto, que desató la locura en todo Bilbao y en toda Bizkaia, también la desató en un pequeño rincón de Bucarest, donde reside desde hace diez años una familia vizcaina... y del Athletic. "Se cumplió un sueño. Imagínate lo que supone que el Athletic juegue la final de la Europa League y lo haga aquí". Ricardo Alcaine no oculta la emoción que le embarga, como también es así en el caso de su mujer, Rafaela Nebreda. Un matrimonio de Getxo al que se le cae la baba con Nicolás, el pequeño de la casa y que a sus tres años de edad corretea por la coqueta casa donde habitan con su inseparable camiseta rojiblanca en los últimos días. "Nicolás nació en Bilbao porque mi marido me obligó cuando supo que tendríamos un niño", recuerda Rafaela, con sangre rojiblanca en sus venas literalmente, ya que su bisabuelo, Alejandro de la Sota, presidió el Athletic entre 1911 y 1917. "Lo hicimos por si acaso, no sea que nos salga un gran jugador y surja el problema de la pequeña letra de la filosofía", debate Ricardo, que fue socio de la entidad desde los 11 a los 20 años de edad ("lo tuve que dejar porque me fui a estudiar y trabajar a Estados Unidos"), pero se ha reenganchado en la figura de socio barria, cuyo carné transferirá a Nicolás, que pone énfasis con sus continuos cánticos a lo largo de la casa: "Athletic!, Athletic!!!!!".
Ricardo y Rafaela recalaron una década atrás en Bucarest después de trabajar en la Comisión Europea. Apostaron por la capital rumana como su nuevo destino profesional. Fundaron una empresa de consultoría, el germen de la actual, Grúas GIS Usabiaga. Iñaki, hermano de Ricardo, se sumó a la familia hace cinco años y está casado con la nativa Ana, que se ha hecho rojiblanca desde el primer día. El nombre y la cara de Ricardo Alcaine seguramente suena en determinados ámbitos deportivos. No en vano, fue base del antiguo Caja Bilbao en la campaña 1988-89, donde, con 18 años, compartió vestuario con los "López Iturriaga, Aitor Zarate, Carbajo, Mauraza, J.J. (Davalillo)..." de la mano de Txus Codina como técnico y que le hizo comparecer en 19 partidos en la máxima categoría del baloncesto estatal.
Entonces ejercía como "rojiblanco del alma", devoción que prolongó durante su trayectoria profesional en Estados Unidos, Brasil, Bélgica y en la actualidad en Rumanía, donde ultima los trámites para la oficialidad de la Peña Tribuna Este Bucarest, we are the lions, que cuenta con 17 socios, entre ellos dos italianos y un inglés. Su casa, sita en un lugar tranquilo de Bucarest, se asoma como un pequeño templo del Athletic, ya que las balconadas lucen extensas banderas rojiblancas, unos distintivos acentuados con motivos de la final.
Desde Bucarest han viajado para acompañar al Athletic en sus desplazamientos europeos, como ocurrió hace tres años en Bruselas y Viena, ciudad en la que además lograron que tres amigos sevillanos se sumaran a la causa rojiblanca, hasta el punto de que uno de ellos llegó ayer tarde a Bucarest para no perderse el enorme encuentro de hoy, para el que adquirieron las entradas en marzo, seducidos por la más que posible presencia del Athletic en tierras rumanas. Hace tres años estuvieron en la final de Copa en Mestalla, "el año en que nació Nicolás, que nos la trajo la final debajo del brazo", y el próximo día 25 tampoco faltarán a la final ante el Barça en el Calderón junto a Begoña Uriarte, la ama de Ricardo y que el pasado 24 de marzo perdió a su marido, Paco.
reclutando amigos vizcainos "Vamos a ganar 1-3", pronostica Ricardo, mientras que su esposa se tira una bilbainada: "Pues yo he dicho en una televisión rumana que les vamos a barrer por 0-4". Estas referencias rojiblancas de Bucarest, protagonistas para la prensa de su país adoptivo, viven el momento por todo el alto y albergan en su casa a un buen puñado de amigos llegados desde Bizkaia, entre ellos Maite Alaña, Juan Totorikagüena y Juan Urkijo, en tanto que el madrileño Santos y la rumana Coca asisten solidariamente a la euforia que sacude a sus íntimos amigos, que han celebrado para esta noche, convencidos del histórico triunfo de los de Marcelo Bielsa, una megafiesta en la sala Mojo, en pleno casco antiguo de la ciudad y con capacidad para 500 personas. Su fe rojiblanca la dejan escrita en la pancarta que asomarán en las gradas del National Arena: "Hai Athletic!!! Bucuresti te iubeste" (¡¡¡Aúpa Athletic!!! Bucarest te quiere).