"Hubiese ido a jugar la final al Camp Nou"
La final del 58 constituye su referencia principal. Asegura que ese título arrebatado al Real Madrid en su campo, le dejó marcado a pesar de que lo presenciara solo con 18 años. Aunque también tiene una mención especial para la final que se decidió con el solitario gol de Endika
bilbao. Mirando la final del 25 de mayo, José Maria Arrate (Bilbao, 1940) opina que el equipo de Marcelo Bielsa se merece un amplio crédito. No pierde la oportunidad para juzgar la decisión de Florentino Pérez de no ceder el estadio Santiago Bernabéu y le recuerda que el Real Madrid se puede jugar el título de Liga en San Mamés.
Puede empezar a hablar de la Copa por donde guste.
Al hablar de la Copa me vienen muchos recuerdos imborrables, pero el primero y el mejor es el de la final del 58. Tenía 18 años y vi cómo el Athletic le ganó al Real Madrid en su campo, 0-2. Ese partido me marcó. Me acuerdo de los goles como si fuera hoy y los estuviese viendo en directo. El primero fue fruto, como todo el partido, de la pelea a muerte que Eneko Arieta tuvo con el central uruguayo Santamaría. Y el segundo, un voleón de Mauri que fue el delirio. Aquella Copa hay que apuntársela en un porcentaje elevado a Arieta, que hizo un torneo extraordinario.
Un privilegio haber asistido a esa final.
Después he estado en unas cuantas más, con resultados de todo tipo. Hombre, también capítulo aparte merece la que se le ganó al Barcelona en el Bernabéu, con gol de Endika. En general diría que la Copa para el Athletic es una reivindicación, un testimonio de que, pese a que pueda parecer imposible, todavía estamos aquí. Partiendo de esta idea, es normal la identificación del pueblo con el proyecto Athletic.
¿Ve diferencias entre el modo en que se vivía antes la Copa y ahora?
Actualmente todos los sucesos tienen una repercusión muy superior porque los medios de comunicación así lo propician. Pero antiguamente se decía que había gente que vendía el colchón para poder viajar a la final. Quiero decir que en cada momento la Copa ha tenido una repercusión significativa. Eso sí, para mí, la final del 58 fue el súmmum: ganarle al Madrid de Di Stéfano en su casa, al Madrid de las cinco Copas de Europa…
Siendo presidente no tuvo ocasión de vivir un éxito así.
Siendo presidente no caté la Copa, pero fuimos segundos en Liga, a ver cuántos años pasan antes de que se repita algo así.
¿Cuál es su análisis de la próxima final?
Creo que el Barcelona es favorito, pero tenemos un equipo que lo hace tan bien que a un solo partido resulta ilusionante decir que pudiera ganar. Este equipo no tiene nada que ver con el de hace tres años, el actual es muy superior en juego al de entonces. El Barcelona, por su parte, es que no ha variado mucho.
Dice Bielsa que las finales son para ganarlas.
Claro que son para ganarlas, pero al margen de eso diré que ganarlas jugando bien es como un orgasmo. Creo que en este caso el objetivo primordial es ganarla porque veintitantos años no pasan en balde.
¿Estará en el Calderón?
Sí. En cuanto al problema de este año con las entradas, un aplauso a esta directiva por la sencillez y la claridad con las que está gestionando la difícil tarea del reparto. En cualquier caso, no me parece de recibo la excusa del Real Madrid para no dejar el Bernabéu a disposición de la final. No pensaba yo que Florentino Pérez caería en el aldeanismo de no ceder su campo ante la posibilidad de que el Barcelona salga campeón. Siempre he tenido una buena relación con Florentino, pero en esta ocasión se merece un tirón de orejas. Y que no se olvide el Madrid que el título de Liga pasa por San Mamés.
No parece que el Athletic haya tenido mucho margen de maniobra en la elección del escenario.
Por mi parte entiendo las razones que esgrimió la directiva que preside Josu Urrutia en este asunto, pero quizás rememorando mi vivencia en la final del 58, hubiese ido a jugar al Camp Nou, lo hubiese planteado seriamente, pudiendo así haber complacido la demanda total de entradas de nuestros socios.