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Un bilbaino en el Real Madrid

Arkaitz Mota forma parte del área de captación de jugadores de la entidad merengue desde 2008

un vizcaino se ha colado en el Real Madrid. No solo el segundo entrenador, Aitor Karanka, o el jugador Xabi Alonso representan a Euskadi en el equipo merengue. Arkaitz Mota (15-III-1981) es un bilbaino que trabaja para el club blanco. Lleva tres años en el departamento de captación de jugadores a la caza del talento enfrascado en cualquier edad y en cualquier lugar. De hecho, ha recorrido ya medio mundo. Mota entró en la órbita del Madrid en 2008 bajo la presidencia de Ramón Calderón, etapa en la que fue nombrado responsable del continente africano, así como de varios países europeos (Grecia, Rusia y Turquía, entre otros) y a día de hoy persiste bajo el mandato de Florentino Pérez actuando tanto a nivel estatal como internacional.

Arkaitz Mota puede presumir de un dilatado currículum. Su extensa experiencia le llevó a trabajar para uno de los clubes más importantes del mundo, con una gran cantera -como lo demuestra la cantidad de jugadores criados en la factoría blanca que pueblan la Primera División y pese a que ese trabajo realizado en las categorías inferiores no se refleje con el producto en la primera plantilla madridista-. El bilbaino es diplomado en Magisterio de Educación Física y Técnico Superior en Fútbol (Nivel 3), título este último que se sacó con 21 años, el entrenador más joven en conseguirlo en España aún a día de hoy. Además, tiene un máster en Alto Rendimiento y otro en Dirección Deportiva. Su experiencia práctica le ha llevado a estar dos años en el Sporting en funciones de captación y, nada más y nada menos que cinco temporadas en el Barcelona, uno de los clubes que más pueden alardear de tener un ojo avizor a la hora de descubrir diamantes para el fútbol. "Un jugador debe de ser completo en las cuatro características del futbolista: técnico, táctico, físico y psicológico", apuntaba el vizcaino en una entrevista concedida al periódico Cantera Deportiva.

El bilbaino cubría para la entidad culé las zonas de Cantabria y Euskadi. Así, por ejemplo, Mota fue quien recomendó en 2007 el fichaje de Oier Olazabal, entonces portero del Real Unión que actualmente milita en el filial azulgrana y que ya se ha estrenado en alguna convocatoria con el primer equipo, sin ir más lejos el pasado miércoles para el duelo de cuartos de Champions contra el Shakhtar Donetsk. El entrenador bilbaino ha compaginado su formación académica y su experiencia en las tareas de captación en el Sporting y Barcelona con su labor en los banquillos por los distintos peldaños del fútbol vizcaino, desde el base a la regional, y que también ejerció de entrenador en el Campus del Sporting de Gijón. Su último equipo fue el Urduliz cuando militaba en Preferente.

Arkaitz Mota ha sobrevivido dentro del organigrama del Real Madrid pese al cambio de ciclo en la presidencia de Ramón Calderón a Florentino Pérez y eso que el actual rector madridista realizó múltiples cambios en la estructura merengue y entre otros, nombró a Jorge Valdano como director general y a Miguel Pardeza al mando de la dirección deportiva. Su contrato ha ido renovándose año a año desde 2008 y eso le ha permitido no sujetarse a ningún nombre o candidatura electoral. Ha sido su labor la que le ha permitido mantener su puesto en la esfera blanca.

en catar La extensa experiencia de Mota incluye también organización de eventos deportivos como la Nike Cup o la Danone Cup. Y además de todo ello, en el currículum de este vizcaino destaca la participación en la Aspire Football Dreams, un programa para la captación de talentos a una gran escala. Se trataba de un concurso en el que se escogían a los 24 mejores jugadores de siete países de África (Camerún, Nigeria, Mali, Costa de Marfil, Ghana y Kenia), de Vietnam y de Paraguay y se les daba la oportunidad de estar en la academia Aspire de Catar, donde se formaron a nivel académico y futbolístico. En la operación, apadrinada por Pelé y Maradona, participaron medio millón de chavales nacidos en 1994 y Mota fue uno de los responsables en el proceso de selección.

"Para ellos es una oportunidad única, pero no por el hecho de seleccionar jugadores o no. Muchos pueblos es la primera vez que participan en un evento similar. El recibimiento es maravilloso, se nos pone la carne de gallina. Cuando aparecemos en el campo los 16 equipos se encuentran totalmente organizados y nada más bajarnos del coche nos reciben en algunos campos con aplausos, cantando el himno de su país, nos dan un ramo de flores... Pero lo más bonito llega cuando concluyen los partidos y te dicen, aunque no selecciones a ninguno de estos jugadores, que para ellos es un orgullo que organicemos esto en su casa. En algunos pueblos nada más concluir los partidos debemos ir a visitar al rey o al jefe del pueblo", explicaba al periódico Cantera Deportiva.

Y en esos seis meses que duró el proceso de captación, Arkaitz recorrió 144.506 kilómetros. Cuatro entrenadores tomaron parte en la selección de jóvenes promesas; cada uno veía 16 partidos al día (es decir que ojeaban a 300 niños) durante 20 días. "En África el riesgo siempre está presente debido a la malaria. Otro de los riesgos viene producido por la cantidad de kilómetros que recorremos (hasta más de 10 horas dentro de un coche, hasta más de 12 horas en un tren, los aviones internos...). Son muchos los riesgos que corres, por eso voy acompañado por personal de seguridad del país", comentaba entonces en Cantera Deportiva Arkaitz, un entrenador que con solo 29 años ya ha viajado por casi todo el globo terráqueo.