"Soy Mou, ¿quieres ser mi ayudante?"
w Aitor Karanka debuta hoy en el banquillo del Bernabéu como responsable técnico del Real Madrid w Cuando fue elegido por Mourinho, casi ni se lo creía y el subconsciente le jugó una mala pasada
Bilbao
Hace diez meses, en vísperas del Athletic-Real Madrid de la pasada temporada, le pidieron un pronóstico. "Quiero que gane el Athletic. Llegué con quince años a Lezama y he estado 13 temporadas allí. Si tuviera que hacer una porra, pondría un 2-1 a favor del Real Madrid", dijo Aitor Karanka. El partido, un partido tremendo, agónico, terminó con 1-0 a favor de la tropa rojiblanca, gol marcado por Fernando Llorente.
Es más. El ex defensa alavés, que entonces estaba involucrado en el equipo de veteranos del Real Madrid, incluso se atrevió a dar recomendaciones al Athletic sobre cómo ganar al gigante blanco. "Esta vez los que llegan presionados son ellos (el Real Madrid), porque no pueden dejarse puntos en la lucha con el Barcelona. El Madrid está más obligado a ganar y eso hay que aprovecharlo. Hay que tener paciencia, esperar..." y sacar rédito "de las jugadas a balón parado, donde el Athletic es muy contundente y al Madrid se le puede hacer peligro porque los grandes sueles pecar de falta de concentración en este tipo de situaciones", advirtió.
Quién podía imaginar entonces que Aitor Karanka se iba a estrenar tal día como hoy en el banquillo del Santiago Bernabéu dirigiendo al Real Madrid precisamente frente al Athletic. Eso sí: atento a las órdenes de José Mourinho, que cumplirá en la grada, a unos tres metros de distancia, el segundo partido de sanción que le impuso el Comité de Competición por "mandar a la mierda" a José Luis Paradas Romero, el árbitro que dirigió el partido de Copa entre el Real Madrid y el Murcia.
Para bien o para mal, en esta ocasión Karanka no ha tenido la oportunidad de contar por dónde va el pálpito de su corazón, por razones obvias y porque el club blanco le impuso la ley del silencio; ni tampoco la coyuntura para que el subconsciente le traicione, como el pasado mes de junio, cuando recién estrenado el cargo de segundo entrenador del Real Madrid, en una entrevista en DEIA, expresó su deseo de que el juvenil rojiblanco ganara la final de Copa al equipo merengue y se armó la mundial.
Justo unos días antes, Aitor Karanka había firmado un contrato de cuatro años el club de Chamartín por expreso deseo del mismísimo José Mourinho.
"Hay que agarrar la oportunidad al vuelo, porque en el mundo del fútbol no se sabe cuándo puede surgir un golpe de fortuna", reflexiona Iñaki Sáez, responsable de la selección española sub"21 cuando Karanka entró en el redil federativo en 2008 para hacerse cargo de las selecciones sub"15 y sub"16 por recomendación de Fernando Hierro, director Deportivo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), iniciando así su carrera como entrenador. Sáez, que se jubiló aquel mismo año aunque aun ejerce de profesor en la escuela de entrenadores de la RFEF, conoció de primera mano las entretelas de aquella decisión que convirtió a un anónimo y coyuntural entrenador de chavales, de exigua carrera, en el segundo del Real Madrid.
una lista con seis nombres "Cuando Mourinho fichó por el Real Madrid, pidió un técnico joven, que hubiera estado vinculado con el club y conociera sus entretelas, para ser uno de sus ayudantes. El Real Madrid le ofreció una lista con cinco o seis nombres y fue él, personalmente, después de haberse documentado por su cuenta sobre el perfil de cada uno de los ex jugadores ofrecidos, quien le eligió para el puesto", señala Iñaki Sáez a DEIA.
"Trabajar con Mourinho fue como si me hubiera tocado la lotería", confesó entonces Aitor Karanka, quien se tomó a broma la oferta, conocida en primer lugar a través de Fernando Hierro, su amigo, el mismo que le había dado su oportunidad en la RFEF. Pero luego fue el propio Mou quien le llamó, y de broma, nada. "Se lo conté a mi mujer y no nos lo podíamos creer. Ya me pasó como jugador porque me parecía imposible. Hubo muchas similitudes con mi fichaje de jugador. Se hizo en tres días. Y lo que menos importaba era el dinero. ¡Ojalá consiga lo que logré de jugador!", recuerda.
Y como jugador consiguió tres Copas de Europa (1997-98, 1999-2000 y 2001-02), una Liga (2000-01), una Copa Intercontinental (1998) y dos Supercopas de España (1997 y 2001).
Fue una exigencia de Juup Heynckes, que pidió el fichaje del central alavés, a quien hizo debutar y conocía sobradamente de su primera etapa en el Athletic y precisamente pasa sustituir a Rafa Alkorta, otro ex rojiblanco, que regresaba a la casa madre tras su experiencia en la entidad madridista.
El Real Madrid abonó al Athletic los mil millones de pesetas de la cláusula de rescisión, Aitor Karanka estuvo cinco temporadas en la plantilla blanca y luego emprendió el mismo camino de regreso que su antecesor, Rafa Alkorta. Tras cuatro nuevas campañas en el Athletic, el futbolista terminó su carrera futbolística en el Colorado Rapids, equipo de la MLS estadounidense (2006-2007).
Un año después inició un nuevo periplo vital ejerciendo de seleccionador español sub"15 y sub"16. "Le di clases en la escuela de entrenadores y me parece un chico muy futbolero, discreto y tranquilo, condiciones que habrá tenido en cuenta Mourinho", afirma Iñaki Sáez, quien no duda en añadir: "Karanka tendrá la oportunidad de completar su aprendizaje como entrenador y ganar en experiencia junto a uno de los entrenadores más aclamados del mundo, lo cual es una gran oportunidad que en buena lógica no ha desaprovechado".
"Mourinho me pidió que le hiciera conocer el club, que le pusiera al día con la Liga española. Quería conocer a través de mí las ciudades, los equipos y los estadios a los que iremos, además de vivir junto a él el trajo diario", dijo Karanka al poco de ejercer de hombre de confianza.
Sancionado el técnico portugués por insultar a un árbitro e involucrado en una agria polémica con el entrenador del Sporting Manolo Preciado, el fuego cruzado no alcanzan a Karanka. No es su guerra. Bastante tiene con que no le pregunten sobre el follón, o a quién quiere más. Si a mamá o a papá. Por si acaso.