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Mareo, gracias a la venta de Churruca

Los 300.000 euros que en 1976 pagó el Athletic por el delantero permitieron al Sporting levantar un recinto que agrupase a todos sus equipos.

BRANCO Zebec e Iñaki Churruca Sistiaga fueron los dos protagonistas a partir de los cuales se inicia la historia de Mareo. El primero de ellos, un futbolista serbio que militó en el Bayern y el Borussia Dortmund entre otros equipos alemanes en la década de los 70, estaba a punto de firmar con los asturianos en 1974. Acudió a Gijón para estampar su rúbrica, pero vio las instalaciones del club, muy disgregadas, y prefirió poner pies en polvorosa. Ésa fue la mecha que prendió la explosión de talento del vivero rojiblanco. El entonces presidente del club, Ángel Viejo Feliú, quiso crear unas instalaciones que agrupasen a toda la cantera del Sporting, pero faltaba el dinero... Hasta que 1976 el club sportinguista traspasó al citado Churruca al Athletic por 300.000 euros y entonces comenzó a construirse el sueño. En dicha operación fue incluida la cesión del defensa Núñez, por dos temporadas, pero si la entidad bilbaina lo repescaba debía reintegrar al Sporting el importe de las fichas de las dos campañas, como a la postre así fue.

Dos años después las instalaciones estaban ya preparadas para albergar todas las categorías inferiores que hasta entonces jugaban disgregadas por toda la ciudad. El primer equipo compartía El Molinón con Los Fresno, en el centro de la ciudad -donde ahora está ubicado un centro comercial- y La Fontanía. Los filiales tenían un espectacular peregrinaje por terrenos como Los Depósitos, en Roces; El Molinín, en Somió; y la Fontanía, en La Guía. Ante tanto totum revolutum, no es de extrañar que el objetivo fuera imitar a Lezama.

A lo largo de la historia, además de Churruca y Núñez, hubo otra docena de futbolistas que defendieron las dos camisetas rojiblancas. En los años 40, el portero Leicea, protagonista del primer ascenso, llegó a Gijón procedente del Athletic. En los años 50 se incorporaron al equipo astur el interior Aldecoa, el portero Pérez Zabala y el extremo José Luis Bilbao. En la década de los 60 recaló en aquellas tierras Juan Eraña, tras estar cedido en el Erandio, y Senarriaga, campeón de Copa, pero que en el Sporting apenas jugó. Más recientemente, en los años 90, Julio Salinas fichó después de pasar por el Atlético, Barcelona y Deportivo. Juanjo Valencia, que buscó acomodo en El Molinón tras un paso por el Sevilla; David Karanka, cuando pertenecía al Murcia; e Iñaki Lafuente aterrizaron con el nuevo siglo. Como entrenadores, únicamente Aranguren dirigió a ambos clubes, mientras que Molinuevo fue tanto técnico del Sporting como jugador del Athletic.

Por las manos de los míster sportinguistas han pasado talentos de enjundia, comenzando por Ablanedo, portero que marcó una época, hasta los Manjarín, Juanele, Luis Enrique, Angulo y Villa. Es más, la pasada temporada el Sporting recibió el galardón al equipo que más canteranos ha hizo debutar a lo largo del curso (nueve: Canella, Jorge, José Angel, Míchel, Cámara, Luis Morán, Lora, Pedro y Omar), con Roberto Canella (7-II-1988, Pola de Laviana) -que ha tenido jugosas ofertas de Real Madrid, Aston Villa, Villarreal y Zaragoza, entre otros- premiado como el mejor lateral izquierdo de la nueva hornada del fútbol estatal, seguido en las mismas votaciones por su compañero José Ángel (5-IX-1989, Gijón). La banda zurda más joven de Europa.