Desde que soy madre, no sé cuántas veces me he ahogado en un vaso de agua. Ayer, la última. Aprovechamos la bajada del sol para acercarnos a El Arenal para que Martina descubriese las txosnas. Hasta ahora solamente habíamos pasado por allí dentro el día del txupin, y pensar en todas las dificultades que podría suponer bajar con la sillita de la niña hasta allí me angustiaban enormemente, así que pensé bajarla en la mochila portabebés. Total, el 80% del tiempo que pasamos en la calle va en brazos. Pero claro, con una ola de calor tener un bebé encima toda la tarde, no era muy buena idea. Así que probamos suerte con la silla.

Nada más acercarse a la txosna de Txomin Barullo ya se veía la cantidad de gente que había aprovechado que el sol había bajado para seguir con la fiesta. Y es que la jornada de ayer fue verdaderamente asfixiante, los más de cuarenta grados que se registraron al mediodía obligaron a quedarse en casa gran parte de la jornada. Y en nuestro caso, con un bebé de un año, con más razón. En cuanto llegamos aprovechamos a hacer una parada en la barra de la comparsa Hor Dago Abante, en la que un elefante echa agua para poder refrescarnos. Una verdadera experiencia con Martina, que lejos de asustarse disfrutó a lo grande.

Lo + de las txosnas

Refrescantes. Para combatir los más de cuarenta grados que se registraron en Bilbao, las txosnas daban la oportunidad no solo de hidratarse, sino de refrescarse con chorros de agua.

Lo –de las txosnas

Acudir con la sillita. Aunque el recinto es amplio, pasar entre txosnas con el carrito del bebé supone tener que esquivar a cientos de personas y tener que ir en tensión.

Mientras entrábamos a la zona de las txosnas, la peque aprovechaba para ir mirando de un lado a otro, no fuera a perderse algo de lo que estaba pasando. Todo la asombraba. Hicimos una parada técnica para beber algo e hidratarnos y fue entonces cuando estalló de emoción con la música que sonaba. Después de un rato bailando, la agitación pudo con ella y pegó un manotazo con el que se tiró la bebida encima. Drama; con toda la gente que había no era factible cambiar el pañal en la silla. Sin embargo, nuevamente, no fue para tanto, ya que al lado de los baños, hay instalado también un cambiador. Allí pudimos sustituir su protector con todas las comodidades.

De entre todos los puestos colocados en El Arenal, sus ojos se iban constantemente a los globos de helio. Señalándolos y gritando, así se pasó todo el camino. Como esta obsesión por los globos continúe el año que viene, me veo yendo a dormir a casa de aitite y amama para que quepan los globos. Y es que hasta cuando nadie los veía, ella pegaba un grito porque los había localizado, ya fuese al otro lado de la ría o detrás de una txosna porque uno de los caballitos asomaba la cola. Tremenda agudeza visual.

Con El Arenal cada vez más lleno de gente, decidimos salir del recinto y pasar a un lugar más tranquilo en el que hubiese menos gentío. Aprovechamos a pasar nuevamente por el elefante de la comparsa Hor Dago Abante, donde una decena de niños, y algún que otro adulto, tuvieron la misma idea para refrescarse. Sin embargo, los niños más mayores cuentan con más opciones más allá del elefante de agua, ya que Bilboko Konpartsak ha organizado diversas actividades en el recinto festivo en el que pueden desde cocinar hasta crear su propia txosna.

Finalmente, la jornada entre comparsas no fue tan dramática como esperaba, pero sí fue complicada. El acceso al recinto con una sillita de bebé cuando prácticamente todo el día está lleno de gente no es de las mejores ideas, sin embargo, para Martina no supuso ningún agobio, es más, ella se lo pasó en grande con la música que siempre sonaba de fondo y el agua. En muchas ocasiones, quizás dejamos de disfrutar por miedo a que los más txikis lo pasen mal cuando, realmente, ellos se adaptan más fácil que los adultos a cualquier nuevo evento. l

IDEAL PARA LOS TXIKIS

Deporte

Todos los días. Cada días varias comparsas organizan actividades relacionadas con el deporte, entre las que destacan para estos días de calor, la opción de estar en una piscina. Hoy, en Kranba los más txikis podrán disfrutar de un rocódromo.

Teatro

Para los txikis. Las comparsas han organizado una gran variedad de representaciones teatrales dirigidas a los más pequeños donde el euskera es protagonista y con el que niños y niñas disfrutan y se divierten.

Talleres

De todo tipo. Todos los días se realizan talleres en las txosnas. Hoy, los más pequeños podrán realizar sus propias capas, serigrafiarán, pintarán cuadros y aprenderán a crear talos. De esta manera, no hay tiempo para el aburrimiento entre los más pequeños en las txosnas.