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La entrevista
Miren González MendialduaExperta en Moda e ‘Influencer’

“Como decía mi abuela, lo importante es ir bien peinada y calzada, el resto no vale nada”

La experta en moda Miren González Mendialdua defiende la libertad a la hora de elegir indumentaria en fiestas de Bilbao, donde hay diferentes ‘dress code’ según el evento al que se acuda

“Como decía mi abuela, lo importante es ir bien peinada y calzada, el resto no vale nada”Pablo Viñas

Para corroborar que está a todo, Miren González Mendialdua saca del bolso un spray que fija el maquillaje e impide que el calor lo disuelva. A pesar de ir siempre impecable, esta experta en moda no juzga el atuendo de nadie y ni siquiera se atrevería a opinar sobre una amiga. “La sinceridad está sobrevalorada si no es con muchísima delicadeza”, considera esta estilista.

En Aste Nagusia, ¿menos es más?

—Para mí el más es más. Cuando te apetece arreglarte te pones un collar, algo de color... te anima, te empodera. Pisas de otra manera.

¿Cuál es el pecado más grande que cometen las bilbainas en fiestas?

—En Bilbao se sigue vistiendo bien, en comparación con otras partes del Estado. Cuando vamos fuera incluso nos reconocen: Tú eres de Bilbao o de Donostia. Pienso que si una mujer va a gusto con ella misma, ya va guapa. No hace falta más.

Pero hay eventos con un ‘dress code’ que hay que respetar.

—No voy a ir con tacón a txosnas, porque hago el ridículo; de la misma forma que si vas al teatro de cualquier manera. No es por arreglarte, sino por darle a la liturgia de ir al teatro la importancia que se merece.

¿Le gusta seguir las tendencias?

—Sí, me gusta porque te sacan de la zona de confort. Para mí la moda es divertirse, un estado de ánimo, jugar... No hace falta gastarse mucho dinero, sino llevar la tendencia a tu terreno.

¿La discreción es un valor al alza o a la gente le gusta llamar la atención?

—Es un valor. A la hora de vestir me gusta que la gente sea libre, la libertad es fundamental en todos los aspectos de la vida. Ahora, si llamas la atención montando un escándalo, eso me parece mal.

¿La elegancia está en la apariencia o en los ademanes?

—El hábito no hace al monje. Puedes llevar una ropa maravillosa pero si no sabes defenderla y no eres elegante... En cambio puedes llevar un vestido playero y ser elegante. Recuerdo a un hombre que vi en Capri, en la tienda de Fendi. Estaba en bañador y polo, llevaba un puro. No he visto un hombre tan elegante en mi vida, e iba en bañador. Creo que me marcó su elegancia al moverse.

El buen gusto y el poder adquisitivo no tienen por qué ir de la mano.

—Que va. Ahora hablamos mucho de la sostenibilidad. Para mí lo más sostenible es comprar una prenda buena y que te dure años. Aquí siempre hemos tenido la costumbre de vestir bien, con buenas prendas. No hay que comprarse 30 camisetas de 3,5 euros, sino una buena chaqueta y un buen vestido. Es una inversión para el fondo de armario.

Siempre se ha dicho que es imprescindible ir bien peinada. Ahora parece que también hay que llevar una manicura perfecta.

—Está muy de moda. También las uñas largas, que se ven en las redes sociales y en las cantantes. Me gusta llevar las manos cuidadas, pero no las uñas largas o de gel. Como decía mi abuela, lo importante es ir bien peinada y calzada, el resto no vale nada.

Aste Nagusia es un espacio de encuentro. ¿Se le acercan muchas seguidoras?

—He tenido experiencias muy bonitas. Tengo seguidoras maravillosas. En Aste Nagusia me reencuentro con cantidad de amigos que a lo mejor viven fuera. Es una fecha para estar con los hijos, ir a cenar o tomar algo...

¿Es importante aprender a vestirse acorde a la edad?

—Cada uno puede hacer lo que quiera, pero si quiero ir bien voy a ir con una manga porque no estoy morena ni tonificada, y siempre llevo algo de manga. A lo mejor es cosa mía, pero tengo que estar a gusto. Y con una minifalda o un escotazo no voy a estarlo. Si me sintiera cómoda, lo haría.

¿Y qué hay de las más jóvenes? ¿Pueden llevar cualquier cosa?

—Con 20 años se puede llevar lo que sea, pero van todas uniformadas. Con un short, las Vans y la camiseta. Ves a una y ves a 30. Cuando están en edad de ser un poco más transgresoras, van hacia atrás. Y piensas: Qué pena. Tienen más miedo y la presión del grupo hace mucho. No quieren salir de la zona de confort.

Su asignatura pendiente, quizás, es aprender a sacarse partido.

—Claro, la autoestima es muy importante. Si no tienes mucha autoestima no quieres salirte del redil para que no te excluyan, con lo cual es un tema psicológico que es peliagudo.

¿Se atrevería a aconsejar a una amiga que no va vestida de forma adecuada para la ocasión?

—No, jamás. Si me pregunta antes, sí. De hecho, hoy –por ayer– salgo con una amiga que me ha pedido ayuda. La ayudo pero dentro de lo que a ella le gusta e incluso le puedo prestar algo, pero sin que vaya disfrazada.

¿Conoce la regla de los cinco segundos? Es aquella que dice que no hay que mencionar nada sobre el físico o la apariencia de otra persona si no es algo que pueda cambiar en cinco segundos. Por ejemplo, si tiene pintalabios en los dientes, se lo podría decir.

—No lo había oído nunca, pero me gusta. Hay una frase que dice: Si no tienes nada bonito que decir, mejor quédate callado. No puedes decirle a alguien que ha engordado, nunca sabes por lo que está pasando la otra persona, a lo mejor ha tenido ansiedad o cualquier otro problema. Mi libertad termina donde empieza la del otro. Hay gente que no es que sea muy sincera, es maleducada. La sinceridad está sobrevalorada si no es con muchísima delicadeza, no puedes ofender.

Cuando se corre el riesgo de que se noten mucho los excesos del día anterior, ¿hay que quedarse en casa o esconderlo con chapa y pintura?

—Chapa y pintura, sin duda. Llegas a casa, un buen zumo de limón. Y al día siguiente un buen zumo detox y a divertirse. Tampoco hace falta beberse la ría de Bilbao, hasta el punto que llegues y ya está. Pero hay que salir porque los hosteleros tienen que trabajar, las tiendas de ropa locales tienen que vender... Esto es un círculo.