El Estado español intentará evitar el recorte del 18,5 % propuesto por la Comisión Europea para 2022 en las capturas de la merluza sur, que se pesca en el Cantábrico y las aguas del Atlántico desde Finisterre hasta Tarifa, durante la reunión de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea que comienza este domingo.

En cuanto al Mediterráneo, el país buscará mantener los días de pesca de arrastre y eliminar las cuotas para la extracción de la gamba roja.

Esas son las principales prioridades del Estado en el encuentro de ministros de Agricultura y Pesca de los Veintisiete, que estará marcado por las largas y complicadas negociaciones para fijar el reparto de las posibilidades pesqueras para 2022.

La Comisión Europea propuso en noviembre reducir en un 18,5 %, hasta las 6.787 toneladas, las capturas de merluza sur, pero desde el Ministerio de Agricultura español indicaron el jueves que esa disminución es "inasumible".

Fuentes diplomáticas aseguraron que en las aguas ibéricas del Atlántico la merluza sur es "la prioridad esencial", puesto que esa especie es "la columna vertebral" en la actividad pesquera del Cantábrico noroeste.

El Estado español no comparte el enfoque "de precaución" por el que se ha decantado Bruselas al plantear el recorte del 18,5 % para 2022, que supondría el tercer año consecutivo con una disminución en las capturas de la merluza sur.

De hecho, las fuentes afirmaron que el país no se puede permitir "un año más de reducción de cuota" porque ello "asfixia" al sector pesquero nacional e insistieron en que hay "margen para un mantenimiento de la cuota teniendo en cuenta la excelente condición biológica" de la especie.

En lo referente al Atlántico, también se solicitará revisar las propuestas para rebajar las capturas del lenguado y la cigala. En la reunión que comienza el domingo no se negociarán las cuotas en las aguas que la Unión Europea comparte con el Reino Unido.

En cuanto al Mediterráneo, el mantenimiento de los días para la pesca de arrastre y la eliminación de las cuotas para la extracción de la gamba roja suponen una "altísima prioridad política" para el Estado español porque ese mar "lleva ya muchas reducciones y es difícil abordar más". Para incrementar su capacidad de influencia en las negociaciones sobre el Mediterráneo, el Estado tiene previsto asociarse con Francia e Italia.

Por lo que respecta al Atlántico, las fuentes aseguraron que Portugal tiene "exactamente las mismas prioridades" que el Estado español, en referencia a la merluza, el lenguado y la cigala. En el caso de la merluza, también se está trabajando con Francia.

El domingo, cada país escenificará su postura y durante la tarde tendrán lugar las reuniones trilaterales entre los Estados miembros, la Comisión y la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

La propuesta de compromiso de la presidencia del Consejo, que ahora ocupa Eslovenia, se espera el domingo por la noche o el lunes por la mañana.

Tras esa propuesta, volverán a ponerse en marcha las negociaciones trilaterales entre cada país, la Comisión y la presidencia, así como los diferentes encuentros bilaterales que puedan tener los Estados miembros, para intentar llegar a un acuerdo final.

Al margen de la pesca, el Gobierno español llamará la atención a la Comisión Europea sobre el impacto de la subida de los precios de la energía en el mercado de los fertilizantes y de materias primas de alimentación animal.

El país pedirá a Bruselas que realice un seguimiento de la situación y, si lo ve necesario, tome medidas para salvaguardar las estructuras productivas. El Estado español cuenta en este punto con el apoyo de otros dieciocho países.