La UE no ha logrado la unanimidad aunque ha decidido por mayoría que los viajeros procedentes de Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China podrán entrar en el territorio comunitario, siempre y cuando los viajeros de la UE estén autorizados a entrar en esos países (algo que no se cumple en el caso de China, que queda autodescartada). Es una lista de 15 países que se queda en 14.

Pero esto sería demasiado fácil tratándose de la UE. Cada país miembro puede tomar sus propias medidas, sobre todo en tiempos de pandemia. España retrasa la medida, que debe entrar en vigor este 1 de julio, uno o dos días. Bélgica se mantendrá cerrada porque no se fía de los datos de alguno de esos países, Eslovenia irá por libre y se reserva poner las restricciones que considere, Italia impondrá la cuarentena para todos los países de fuera de Schengen, Alemania dice que si está China en a lista Berlín lo extiende también a Hong Kong y a Macao. Es decir, lista sí pero con unos 'matices' que que dejan la decisión comunitaria en el nivel de 'recomendación'.

Lo que no tiene matices es que a la UE no podrán entran los procedentes de Estados Unidos, Rusia, Brasil o Cuba, países considerados como 'no seguros'. Algo psicológicamente duro para los estadounidenses que se ven incluidos en una lista negra. Y no les sienta nada bien estar a ese lado de la línea.

Bruselas aclara, por si acaso, que los criterios son exclusivamente epidemiológicos y que solo se facilita la entrada a los países con un número de casos por 100.000 habitantes igual o menor que los que tiene la UE, criterio que se remarcará cada 14 días (tiempo de incubación del coronavirus) al revisarse la evolución de la pandemia en el mundo.

De todas formas lo de los periodos de 14 días de la UE nos recuerda a los de las fases de la desescalada y podrán estirarlos o acortarlos en función de cómo se comporten los contagios en cada estado no miembro.

Andorra, Mónaco, San Marino o El Vaticano son considerados como territorio comunitario a estos efectos, así como el resto de países del espacio Schengen.