El Gobierno italiano ha aprobado una medida de choque que permitirá a las empresas desgravar el 30% de todas las inversiones en publicidad del año 2020 en diarios y medios digitales, además de televisiones y radios locales. Hasta el momento ya estaba en marcha una norma que permitía a las empresas obtener beneficios fiscales por ampliar su volumen de publicidad respecto al año precedente. A partir de ahora, todas las campañas de este año podrán optar a desgravación.

"La situación es tal que ya no se trata de poner más publicidad que otros años, sino de poner publicidad en general", señala Fabrizio Carotti, director general de la Federación Italiana de Editores de Periódico.

Además, los kiosqueros, muy afectados por la crisis en los últimos años, podrán desgravar hasta 4.000 euros en costes como el alquiler o las facturas de luz, teléfono o Internet y también los gastos de envío a domicilio.

"Estas medidas son un instrumento muy potente, pero tenemos que ver cuántos recursos pone el Gobierno a disposición para que se puedan llevar a la práctica. Serían necesarios unos 60-80 millones de euros", apunta Carotti. Y explica que también han pedido al Ejecutivo ayudas para soportar los costes de compra del papel. En estas peticiones coincide también la Federación Nacional de Prensa Italiana (FNSI). Como explica Raffaele lo Russo, secretario general de este sindicato, también han demandado que se incluya a los periodistas entre las categorías de riesgo, como el personal sanitario, para facilitar que se les hagan las pruebas de coronavirus y puedan desempeñar con mayor seguridad su trabajo en los hospitales o zonas afectadas.

La inmensa mayoría de los kioscos italianos están abiertos, solo han echado el cierre durante la emergencia unos 3.000 en todo el territorio, menos del 10% del total. En muchos lugares, los kiosqueros han puesto en marcha un servicio de entrega a domicilio para quien no pueda o no quiera salir de casa.

Sin embargo, a pesar de esta escalada en las cifras de audiencia, la inversión en publicidad ha caído en picado. "Los anuncios han desaparecido prácticamente de los periódicos", dice a este diario Fabrizio Carotti, director general de la FIEG. "La mayoría de los productos que se anunciaban ya no pueden venderse y todos los eventos están suspendidos", añade. Como calcula, se teme un desplome de la publicidad de entre el 25 y el 30% en la primera mitad del año.

La mayoría de los países que están viviendo la crisis han declarado los medios como un bien necesario y permiten que periodistas, impresores, distribuidores y vendedores sigan trabajando bajo medidas de protección.

El Ministerio de Cultura francés ha anunciado medidas muy concretas, salvo las decisiones de alivio fiscal, paro parcial subvencionado, garantía de créditos y otras a las pueden recurrir todas las empresas en general y en particular las pequeñas y medianas.

El pasado día 18, el departamento que dirige Franck Riester emitió un comunicado en el que, refiriéndose a los medios, afirmó que "es fundamental garantizar el acceso a la información de todos nuestros conciudadanos", pues eso "supone un reto primordial en el actual contexto de crisis". Se prometían "medidas de adaptación" para "enriquecer" las subvenciones que ya recibe la prensa y las emisoras de radio, con mención expresa de las emisoras asociativas. Según el ministro francés, "está en juego nuestro modelo cultural".

El Gobierno de Alemanán aprobó el martes un millonario paquete de medidas para mitigar el impacto del coronavirus, al que pueden acogerse las industrias de medios como cualquier otra empresa.

Se trata de un fondo de estabilización de empresas en dificultades como el creado para afrontar la crisis financiera de 2008-2009, que esta vez se prevé sea de 600.000 millones de euros. Esta cantidad irá destinado al alivio de deudas, la eventual recapitalización o adquisición de acciones por el Estado, o para préstamos a través del banco público de desarrollo.

Proteger la libre información. Organizaciones internacionales de prensa piden a los líderes europeos que protejan el libre flujo de información y que garanticen la libertad de los medios a medida que los Estados se esfuerzan por abordar la pandemia. Piden a la UE que declare el periodismo y el libre flujo de información como servicios esenciales para contener la pandemia en Europa. Las ocho organizaciones firmantes expresan su "profunda preocupación" por el hecho de que gobiernos aprovechen la pandemia para "castigar a los medios críticos e independientes" y para introducir restricciones en el acceso de los medios a la toma de decisiones gubernamentales.