Berlín - El Partido Socialdemócrata (SPD) ganó ayer con claridad las elecciones regionales en la ciudad-estado de Hamburgo (noroeste alemán) y el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) podría quedar fuera del Parlamento regional. La proyección de voto difundida por la cadena de televisión pública ARD al cierre de los colegios indica que, pese a cierto desgaste, el SPD conserva uno de sus grandes feudos, con un 37,5% de los apoyos (frente al 45,6% de 2015).

En segunda posición se sitúan Los Verdes, con un 25,5%, doblando sus votos con respecto a hace cinco años, seguidos por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, que obtuvo un 11,5% de los respaldos, su peor resultado en la ciudad-estado. A continuación aparecen La Izquierda (9,0%), el Partido Liberal (FDP) (5%) y AfD (4,7%). El nivel mínimo para tener representación parlamentaria es el 5%, con lo que las dos últimas formaciones podrían quedar fuera de la cámara regional. Según estos datos provisionales, aunque normalmente muy próximos a los finales, el actual alcalde, el socialdemócrata Peter Tschentscher, podría revalidar el cargo y buscar un socio minoritario para forjar una mayoría estable, básicamente y salvo sorpresas, con La Izquierda o con Los Verdes. Estas elecciones eran la primera cita con las urnas tras una serie de acontecimientos que han hecho tambalearse la política alemana y que, en opinión de los expertos, pueden haber influido en el voto. La ruptura del cordón sanitario a la ultraderecha en Turingia podía castigar a la CDU y al FDP, los dos partidos que votaron junto a AfD para aupar a un liberal como jefe del Ejecutivo regional, pero que dimitió unos días más tarde por la presión y las críticas. El atentado xenófobo de Hanau (centro del país) del miércoles, en el que un racista declarado asesinó a tiros a diez personas, ha podido asimismo perjudicar a AfD, que evitó en todo momento calificar de terrorismo los hechos.

Precisamente ayer, el líder de la CDU en el Land de Turingia, Mike Mohring, anunció que va a abandonar todos sus cargos. En una entrevista publicada ayer en el periódico Bild am Sonntag, Mohring avanzó que se sumará a la lista de políticos que han dimitido a raíz de este terremoto político, que ha afectado especialmente al partido de la canciller Angela Merkel. Los conservadores votaron a principios de febrero junto a los liberales y la ultraderecha para elegir a un jefe de Gobierno en este estado federado de la antigua Alemania comunista y evitar un tripartito de izquierdas liderado por los postcomunistas de La Izquierda.

Esto desencadenó una crisis en el partido -y multitud de críticas internas y externas- por haber acabado con su compromiso de no cooperar con el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Este viernes, tras múltiples presiones, la CDU en Turingia acordó con los tres partidos de izquierdas que querían formar un gobierno en minoría tolerar durante un año ese tripartito, con el objetivo de desbloquear la situación.

Mohring, que en un primer momento, avaló la idea de la cooperación indirecta con AfD, no quiere encabezar el partido que va a permitir que gobierne la izquierda. "Yo me presenté con la clara promesa de acabar con el tripartito de izquierdas en Turingia", aseguró en Bild am Sonntag. El acuerdo del viernes es, en su opinión, "lo contrario" de su "principal promesa de campaña".

La CDU se encuentra ante una compleja situación en Turingia porque en el último congreso nacional del partido se resolvió no cooperar en absoluto ni con AfD ni con La Izquierda. El bloqueo político en Turingia, sin embargo, les obliga a salir de la equidistancia entre ambas formaciones. O a aparecer como responsables del enquistamiento de la inestabilidad en este Land.

El partido entero a nivel nacional está resintiéndose por esta situación. Algunos sectores apuestan por tolerar el gobierno de izquierdas en minoría (porque consideran que el cordón sanitario a la ultraderecha es más importante). Otros, en ámbitos más conservadores, consideran que de ninguna forma se puede contribuir a que gobierne un tripartito de izquierda, aunque tampoco animan abiertamente a que se trabaje con AfD. Está previsto que la nueva votación para elegir un jefe de Ejecutivo de Turingia se celebre el 4 de marzo. - Efe