Un acuerdo de conformidad entre las partes sobre el caso de Mikel Arzak, el joven que murió en agosto de 2013 tras ser alcanzado en la cabeza por una roca desprendida del monte Urgull de San Sebastián, se ha saldado con la absolución de cuatro de los acusados y la condena a penas menores de los dos restantes.

El acuerdo, alcanzado en las mismas puertas del juzgado, prevé el pago de una compensación de 200.000 euros a la familia del fallecido en concepto de responsabilidad civil por parte del Ayuntamiento de San Sebastián y su compañía aseguradora, aunque el abono aún no se ha realizado. Asimismo, incluye la retirada de los años de inhabilitación profesional que se reclamaban para los procesados.

Tres de los técnicos absueltos lo han sido por falta de "persiguibilidad" por la vía penal, ya que la acusación particular, que ejercen los padres del fallecido, ha retirado la acusación respecto a dos de ellos, y nunca había imputado a la tercera.

Por su parte, el cuarto absuelto se ha beneficiado de la última modificación del Código Penal que hace que la falta de homicidio por imprudencia que se le imputaba no pueda ser perseguida por la vía penal con la normativa actual.

Uno de los dos condenados, el director del departamento de Infraestructuras y Servicios Urbanos del Ayuntamiento, se ha conformado con una multa de 900 euros por un delito de imprudencia menos grave con resultado de muerte, mientras que el segundo, el director de obra que se encontraba en el lugar cuando se produjo el desprendimiento, ha sido condenado a seis meses de prisión como autor de un delito de imprudencia grave.

A ambos se les ha aplicado las circunstancias atenuantes de reparación del daño causado y de dilaciones indebidas, dado que el proceso judicial estuvo paralizado en dos períodos distintos.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos sucedieron sobre las 17.10 horas del 7 de agosto de 2013, durante la ejecución de un "proyecto de medidas de defensa contra desprendimientos en el Paseo Nuevo", promovido por el consistorio donostiarra, redactado por una empresa externa y ejecutado por una compañía constructora.

El documento concreta que, en este contexto, "se produjo el desprendimiento de varios bloques de piedra desde la ladera" del citado monte, uno de los cuales "golpeó en la cabeza", al joven, de 20 años, quien se encontraba a unos 75 metros del edificio de la Sociedad Fotográfica.

Se da la circunstancia de que, según el Ministerio Público, "unas dos horas antes del desprendimiento, se estuvo trabajando en esa zona" en la que se habían realizado "tres perforaciones con una máquina neumática percutora" equipada con "una broca de 1,5 metros de largo y 89 milímetros de diámetro, sin llegar a inyectarse hormigón ni a instalarse la malla de sustentación de la ladera".

En la vista celebrada este lunes en el Juzgado de lo Penal número 1 de San Sebastián, el fiscal del caso ha recordado a los dos condenados la responsabilidad en la que incurrieron al no "advertir" los "peligros, ampliamente documentados", que existían en la obra, lo que, en su opinión, les ha llevado a "coadyuvar" y ser "responsables" del fallecimiento del joven.

Las defensas de las personas absueltas, por su parte, han puesto de relieve que estos reproches no eran válidos para el caso de sus patrocinados.

Finalmente, la acusación particular, en representación de los padres de Mikel Arzak, ha agradecido a los letrados de las defensas la "empatía" demostrada en este caso, que ha "reconfortado a la familia en este caminar" durante el proceso judicial, al igual que al Ayuntamiento de San Sebastián que, según ha dicho, "ha sabido estar a la altura de los acontecimientos de forma discreta y callada".

Este letrado también ha expresado la satisfacción de la familia de Mikel Arzak por el hecho de haber contribuido con este caso a que los sistemas de seguridad en este tipo de trabajos "mejoren".