BILBAO. El Gobierno vasco "valoraba" la posible apertura de un expediente sancionador a la empresa propietaria del vertedero de residuos industriales del municipio vizcaino de Zaldibar derrumbado el pasado jueves sepultando a dos trabajadores, tras detectar irregularidades en una inspección en julio de 2019.

La viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno vasco, Elena Moreno, quien ha visitado este sábado la zona del derrumbamiento, ha manifestado en declaraciones a ETB que Medio Ambiente se encontraba "en el punto" de "valorar la apertura de un expediente sancionador" a la empresa del vertedero -Verter Recycling 2002 S.L.- tras descubrir en su actividad varios "incumplimientos".

Entre esos incuplimientos, la viceconsejera ha citado que la chimenea del vertedero no medía correctamente las emisiones de metano, que se habían depositado materiales para los que no se disponía de autorización, aunque en "cantidades pequeñas", y que se habían efectuado algún relleno no autorizado.

Moreno ha dicho que al Gobierno vasco "no se le había comunicado" que hubiera "ningún problema de estabilidad" de la ladera derrumbada" o que se hubieran detectado "fisuras" que indicaran que el vertedero era "inestable".

Sobre la actividad de la empresa, EH Bildu ha hecho público este sábado un informe de noviembre de 2019 del Servicio de Inspección Ambiental, dependiente del departamento vasco de Medio Ambiente, en el que se refleja que el Gobierno Vasco constató en junio de ese año que el grado de cumplimiento de la autorización ambiental del vertedero de Zaldibar era "bajo" y que existían "incumplimientos significativos o severos".

El departamento de Medio Ambiente ha dado a conocer, por su parte, un informe sobre ese vertedero realizado por una ingeniería que aconsejaba asegurar la estabilidad del terreno para evitar accidentes, encargado después de que el Ejecutivo hubiera detectado algunos aspectos a subsanar en esa escombrera.

La empresa, que obtuvo autorización ambiental para la actividad de vertedero de residuos no peligrosos de origen industrial en Zaldibar el 22 de enero de 2007, tuvo inspección en julio de 2019 en la que "se detectaron distintos aspectos a subsanar, por lo que se emitió requerimiento para que se aportara documentación complementaria".

La empresa respondió en octubre de 2019 aportando diversa información y un estudio de una ingeniería especializada, que en sus conclusiones recogía que el vertedero era "estable con la configuración actual", aunque hacía algunas recomendaciones, entre ellas la necesidad de realizar un control de los materiales de llenado y sus características resistentes, así como "controles geotécnicos esporádicos de los materiales que se vayan vertiendo".

EH Bildu ha asegurado en una nota que pedirá al Gobierno vasco que aclare qué medias se pusieron en marcha para hacer cumplir la normativa tras esa inspección y si abrió expediente sancionador a la empresa.

El departamento de Medio Ambiente ha señalado que el consejero, Iñaki Arriola, está dispuesto a dar "explicaciones más amplias que sobre el control ambiental de la instalación".

Las tareas de búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos se han suspendido hasta mañana, domingo, dado que la lluvia ha vuelto este sábado más inestable el terreno sobre el que trabajan bomberos y ertzainas, ataviados con trajes especiales y máscaras debido al amianto detectado entre los restos industriales derrumbados. EFE