BILBAO. La Audiencia de Bizkaia ha condenado a año y medio de prisión a un director de sucursal de Caixabank que quitó dinero a unos clientes para beneficiar a otros y a sí mismo, según la sentencia hecha pública este jueves.

Según la sentencia, el condenado, de nombre Remigio, fue director de una oficina bancaria de Caixabank desde 2010 hasta 2014, y tras conocerse sus manejos fue despedido.

En esos años, el acusado llevó a cabo una operativa paralela, distinta a la habitual llevada por la entidad bancaria, que consistía en ofertar a algunos clientes operaciones que les iban a reportar intereses elevados e importantes beneficios.

Para cumplir con lo prometido a esos clientes, efectuó traspasos no justificados de unas cuentas a otras de clientes de la sucursal, canceló fondos de inversión y depósitos de clientes.

Esta operativa se realizó a través de anotaciones en que se hacía constar el ingreso y el reintegro, sin que respondiera a entrega material de dinero ni detracción física.

De este modo, iba aminorando los importes constantes en cuentas y depósitos de algunos clientes, al tiempo que incrementaba los de otros. La finalidad del acusado, según la sentencia, era tanto la de favorecer a algunos clientes como la de obtener lucro para sí mismo.

En total, utilizó 377.056 euros pertenecientes a 16 clientes del banco. Caixabank y en parte el propio investigado resarcieron a los clientes perjudicados con los intereses correspondientes, resultando Caixabank como perjudicada final en una cuantía de 339.095 euros.

Por ello, la entidad bancaria presentó una querella contra su empleado. Este defendió durante el juicio que él no se había quedado nada de ese dinero.

La sentencia considera probable que el acusado se benefició o hizo suyos algunos importes, pero únicamente ha resultado acreditado el ingreso en su cuenta corriente de 15.000 euros el 18 de noviembre de 2013.

Por ello, condena al acusado a dieciocho meses de prisión y a resarcir a Caixabank por estos 15.000 euros, más la cantidad que se determine en ejecución de sentencia. EFE