Más de la mitad de la población duerme menos de las 7 horas diarias recomendadasPexels
El 54% de la población estatal duerme menos de las 7 horas diarias recomendadas, lo que ha llevado a la mitad a haber tenido problemas de somnolencia en horarios y lugares no habituales, sobre todo en el cine (18,8%), el trabajo (16,7%) o cuando conducían (6,8%). Así lo señala el estudio Sueño & Mood de percepción sobre rutinas del sueño y su impacto en el día a día” presentado ayer, que revela que un 23% de la población se va a dormir pasada la medianoche entre semana, porcentaje que se eleva al 48% los fines de semana.
Elaborado por la compañía Bayer con una muestra de más de 2.000 entrevistas, el informe desvela que, por lo general, los solteros, los estudiantes y las personas con alto nivel de estudios son las que se acuestan más tarde. También influye el entorno geográfico: los que viven en el litoral son los que se van a dormir más avanzada la noche (el 67,7% pasadas las 23 horas), seguidos de los que viven en zonas urbanas (64,2%), rurales (57,2%) y en la montaña (22,4%). Por comunidades, la más noctámbula es Madrid (el 71,2% de sus habitantes se va a dormir después de las once de la noche), seguida de cerca por Andalucía (70,6%) y, a más distancia, Catalunya (62,3%). El resto oscila entre el 59,1% y el 59,9%.
Ocho de cada diez ven la televisión o series antes de acostarse, sobre todo los baby boomers, que alcanzan un porcentaje del 86,4%; mientras, un 49,2% usa el móvil o la tablet, una actividad que hacen más la generación Z o nacidos a finales de los 90 (64,8%) y los millennials o nacidos a principios de los 80 (60,1%). Con todo, el informe constata como más de la mitad duermen menos de 7 horas, lo que ha llevado a uno de cada dos a tener algún problema de somnolencia fuera de los horarios o lugares habituales, sobre todo en el cine (18,8%) y en el trabajo (16,7%), pero también cuando conducían (6,8%). Estos episodios son más comunes entre los más jóvenes (el 56,9% de las personas de 18 a 29 años) y el 55,9% en los de 30 a 43, frente al 42,8% de los que tienen más de 75.
Seis de cada diez sufren cansancio
Como consecuencia, el 62,4% siente cansancio y un 35,4% baja su rendimiento, aunque dormir mal también tiene un impacto en la salud: el 38,3% tiene estrés y ansiedad (23,5%), problemas de concentración (15,2%), de memoria (11,6%) y neurológicos (11,4%) y a un 23,3% le ha supuesto cambios en sus hábitos alimenticios. No obstante, los fines de semana recuperan el sueño perdido, con dos tercios de los encuestados que dicen superar las siete horas de sueño.
Con todo, un 44% considera que tiene una mala calidad del sueño, más ellas (48%) que ellos (40%), y la inmensa mayoría (86,7%) presenta problemas de conciliación o, principalmente, de interrupción del sueño. Casi dos tercios se despierta una o dos veces cada noche. Los factores que más les afectan son la temperatura de la habitación (42%), los problemas personales (39,5%), el ruido ambiental (33,4%) y el estrés laboral (33,3%), por delante de los cambios horarios (16,9%), el uso de pantallas antes de dormir (14,6%), las pesadillas (12,8%), la mala alimentación (12,3%) y el consumo de cafeína y/o alcohol (12,3%).
En corto
Diagnóstico. El 40,7% ha sido diagnosticada de insomnio o algún otro trastorno del sueño, como apnea, síndrome de piernas inquietas u otros, algo que es más frecuente en personas con más edad, separados y divorciados, en hogares de 5 o más personas y de clase baja. Sin embargo, la gran mayoría no ha consultado nunca a algún profesional de la salud sobre la calidad del sueño y, de los que lo hacen, generalmente recurren a un médico general. Algo más de la mitad ha implementado algún cambio en su rutina o estilo de vida para mejorar su sueño.