Con la autofoto de las monjas de Belorado aún impresa en las retinas hoy se celebra el Día Mundial del Selfi. Esa práctica que algunos llevan al extremo de un precipicio o las vías de un tren. Jorge Flores, director de PantallasAmigas, iniciativa por un uso seguro y saludable de internet, redes sociales, móviles y videojuegos, invita a reflexionar para que la imagen que uno se tome con el móvil este verano no sea la última.

Dicen que Robert Cornelius se hizo el primer ‘selfi’ en 1839. Fue un daguerrotipo y tuvo que posar 15 minutos. ¿Conocía este dato? ¿Cuál pensaba que era el primero?

-No, no lo sabía. Entendía que el concepto de autofoto podía nacer con la propia capacidad de hacer fotos a distancia o con retardo, pero no pensé que se remontara tanto. En todo caso, creo que la palabra selfi -que según sea el barrio es un selfi o una selfi- se asocia a los teléfonos móviles y que el primero destacado que marcó tendencia fue el de la ceremonia de los Oscar de 2014.

“Por un selfi muero”, pero literalmente. Según un estudio, cada 13 días fallece una persona sacándose una autofoto. ¿Cómo es posible?

-Cuando generamos contenidos para ser compartidos, y un selfi es el más claro ejemplo, nos olvidamos de lo que estamos haciendo e incluso de lo que sucede a nuestro alrededor. Vemos la foto que queremos enviar y no lo que está ocurriendo para que tenga lugar. Afrontamos situaciones arriesgadas por osadía, descuido o desconocimiento cuando estamos absortos mirando nuestra propia pantalla y buscando la imagen más espectacular, bonita o llamativa. Esto merece una reflexión.

Dicho informe dice que la edad media de las víctimas ronda los 24 años y que más de la mitad son hombres. ¿Qué buscan: ‘likes’, adrenalina, ser el más de lo más...?

-Depende del caso, pero es claro que un selfi nace para ser compartido, luego el elemento social, de ego o de reto siempre pueden estar involucrados.

También recoge que la mayoría de muertes por esta causa se producen de vacaciones. Cascadas, acantilados, rascacielos... ¿Qué consejo daría recién estrenado el verano?

-Es muy sencillo, pararse un momento a valorar el riesgo de forma objetiva. Cuantificado este, lo comparamos con el beneficio o satisfacción que esperamos encontrar al afrontarlo. Hay que ser serios en ello y no autoengañarse ni acceder a la presión de grupo. Una forma simplificada de este proceso puede ser plantearse la pregunta: ¿Me ubicaría en esa posición si no pudiera tomarme una foto o si no la pudiera compartir? Vivamos para nosotros mismos, no empleemos nuestra vida haciendo cosas basadas en los efectos o expectativas superficiales de terceros, por cientos de miles que puedan ser.

“Afrontamos situaciones arriesgadas por osadía, descuido o desconocimiento, absortos en nuestra pantalla”

¿Cuál es el selfi más peligroso o temerario que ha visto publicado en las redes sociales? 

-Es complicado elegir. En redes sociales abundan, sí. Destacan los realizados cerca de animales peligrosísimos como es un oso, aquellos delante de la primera ola de un tsunami o donde el protagonista, nunca mejor dicho y valga la redundancia, está colgado de un precipicio con una sola mano.

¿Ha presenciado cómo alguien se sacaba una autofoto en una situación arriesgada en la vida real?

-En directo, personalmente, no he visto ninguno peligroso salvo que consideremos que un ridículo viral te pueda arruinar la vida. Si es así, abundan en playas y restaurantes.

El palo selfi amplía la panorámica, pero ¿también aumenta el peligro? ¿Están más pendientes del enfoque, un paso adelante, dos atrás, que de su propia integridad?

-Sí, añadimos dos elementos importantes. Un objeto largo y móvil que amplía las tomas y las posibilidades y un elemento distractor. Qué más se puede pedir, se trata de más posibilidades y menos control.

Se asocian los selfis con el contagio de piojos y enfermedades y los psicólogos alertan de la ‘dismorfia del selfi’. ¿Diría que pueden afectar a la salud física y mental?

-Bueno, las autofotos forman parte de las fotos, pero en la medida en que no precisan de terceras personas para aparecer o para tomarlas, pueden ser más recurrentes y llegar a resultar obsesivas. De nuevo, el problema está en que el abuso de una posibilidad, sacarse una foto en cualquier momento y lugar, deriva en una dinámica comparativa, competitiva y puede que lesiva.

“Como no precisan de terceras personas, los selfis pueden ser más recurrentes y llegar a resultar obsesivos”

¿Hay mucho efecto imitación? ¿Si un ‘tiktoker’ o ‘influencer’ se han hecho un selfi imposible, no voy a ser yo menos? ¿Puede resultar peligroso para los adolescentes?

-Sí, hay que apelar al buen criterio, la responsabilidad y la ética de las personas referentes en redes, pero también de aquellos que en un momento pueden llegar a presenciar una acción de riesgo.

Desde los personajes famosos a los que se los piden por la calle hasta los animales salvajes, ¿hay muchos ‘damnificados’ por los selfis? ¿Deberíamos dejar tranquilos a personas y animales?

-Sí, ni unos ni otros son objetos para nuestro disfrute. Respeto, educación, tacto, criterio, empatía, generosidad, sensibilidad… No faltan palabras que justifican perderse un selfi.

¿Cuál ha sido el selfi que más le ha impactado y por qué?

-El de unas chicas jóvenes al volante antes de morir. No es el más espectacular, pero sí el más común desgraciadamente. Me impacta ver lo fácil que mucha gente pierde la vida, y ese selfi lo sintetiza muy bien.

¿Se ha hecho alguna vez alguna autofoto que pudo acabar mal?

-No. No arriesgo nada por un selfi.

¿Cuál es el selfi más especial o simpático que se ha hecho o el que guarda con más cariño?

-Bueno, no es una disciplina en la que me prodigo. Como digo, de ser más guapo supongo que me aplicaría más en esa materia. Por lo tanto, mi repertorio es corto. Quizás uno que me saqué con un león del Congreso, antes de entrar, por la otra puerta, claro está, a hacer una comparecencia ante una comisión de estudio sobre menores y uso de internet. Estaba solo, el momento lo merecía y un león… pues es muy socorrido. 

Aunque no sea muy dado a ello, ¿con quién se sacaría un selfi?

-Con mis padres.