Imitando el modelo de otros países como Francia, Alemania, o Reino Unido, se espera que en España a lo largo de este año o en el peor de los casos en el transcurso de la legislatura, los ciudadanos puedan beneficiarse de gafas y lentillas gratis.

Francia, por ejemplo, ofrece el acceso a un programa de renovación gratuita de gafas cada dos años a un costo limitado para aquellas personas mayores de 16 años. En el Reino Unido, se han creado bonos especiales para menores de edad, estudiantes y personas con bajos ingresos, para que tengan la posibilidad de pagarse estos artículos de salud visual. Y en Alemania las lentillas y gafas son gratuitas para menores de 18 años, así como para todos los adultos a quienes se les diagnostique un problema visual grave.

El Ministerio de Sanidad aspira así a incluir el coste de gafas y lentillas dentro de las prestaciones de la Seguridad Social, o a subvencionar parcialmente la compra de estos productos para que las familias no se vean obligadas a sacrificar más aún su maltrecha economía. De esta manera, y con dicha ayuda, se busca un ahorro para aquellos ciudadanos que a menudo visitan las ópticas, estimado en alrededor de unos 30 millones de personas.

Sin embargo, todavía no hay una hoja de ruta que permita definir quiénes serán los beneficiarios ni cuándo se llegará a adoptar la medida. Tampoco se conocen los detalles de los requisitos, o si vendrá de la mano de la renta de los ciudadanos, de la gravedad del diagnóstico o del precio de las monturas.

El objetivo, por tanto, no es otro que el de responder a los problemas de salud visual, que afectan a aproximadamente el 70% de la población. Entre los más mayores, nueve de cada diez ciudadanos de más de 45 años tiene algún problema de visión, ya que a esta edad la práctica totalidad sufren presbicia o vista cansada. Por su lado, la miopía es uno de los problemas visuales más comunes entre la población joven ya que el 55% de los jóvenes entre 18 y 34 años y el 62% de los universitarios son miopes. Por ello se pretende dar un alivio económico para que la gente no tenga que desembolsar de su propio bolsillo la adquisición o renovación de nuevas lentes.

En el anuncio realizado por la ministra Mónica García se hizo hincapié en las necesidades de la salud visual y la atención primaria. “No puede tener un mero enfoque de atención a enfermedades, debe ser un compromiso activo con la prevención”, aseguró. Aunque la ministra no especificó los detalles sobre la financiación o los criterios para poder optar a estos productos, sí adelantó que la medida se implementará a lo largo de la legislatura, siguiendo un modelo similar al establecido para la salud bucodental. l

Desembolso. Los ciudadanos deben hacer frente a un precio medio de 197 euros por la montura de las gafas y los cristales. En el caso de las lentillas, estas tienen un coste medio de 120 euros. Además, las lentillas de uso diario son las más demandadas, ubicando al Estado español, como el quinto en Europa con mayor uso de estos objetos para la visión. En cualquier caso, para muchos, un gasto difícil de asumir cuando hay que cambiarlas porque aumenta la graduación o cuando sencillamente se pierden o rompen las lentes. La previsión es que en España se adopte una fórmula que priorice a los grupos más vulnerables, como son los menores de edad y las personas con ingresos más reducidos.