Los principales obstáculos que encuentran los mayores en su día a día están vinculados al acceso a información sobre prestaciones y servicios, la brecha digital y los cuidados, y son las mujeres las más activas a la hora de pedir ayuda o de denunciar discriminaciones.

Son datos del informe del Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores (SEAM) en su primer año de funcionamiento, un servicio estatal y gratuito que busca mejorar la información y acompañar a los mayores ante situaciones de discriminación por razón de edad y que ha recogido más de medio millar de consultas y quejas.

Seis de cada diez personas que acuden a este servicio de orientación son mujeres y realizan consultas tanto sobre sí mismas, como sobre personas a las que cuidan (madres, abuelas, tías) o de su entorno (como vecinos). Los tres principales motivos: prestaciones y servicios (36,1%), brecha digital (26,1%) y cuidados (10,6). Los mayores eligen el teléfono de manera prioritaria para plantear estas cuestiones –el 94%– y muy pocos el correo electrónico o el chat. Respecto a las edades, son las personas entre 75 y 79 años las que acuden más a la línea de atención; por comunidades, más de la mitad de las consultas proceden de la Comunidad de Madrid (25%) y Andalucía (21%).

“Las administraciones no son amables en su lenguaje ni accesibles con los mayores; hay mucho edadismo también en servicios de consumo, como denegar una tarjeta de compra porque se tiene más de 70 años o limitar algunos bienes por la edad”, explican Isabel Martínez, presidenta de HelpAge Internacional España que gestiona este servicio.