El caso Gaztelueta, que está siendo investigado ahora en la vía religiosa por orden del Papa, da otro golpe al exprofesor, declarado culpable ya por la justicia ordinaria. El Vaticano ha rechazado todas las alegaciones que ha presentado el condenado por abusos sexuales y, además, le insta a destituir a sus abogados, ya que carecen de “capacidad” para representarle en este proceso.

Txema Martínez presentó cuatro peticiones: recusación del juez de esta causa, revocación del decreto de la Sede Apostólica, petición de inhibición de la Sede Apostólica en este procedimiento y que se le entregue la investigación previa. Ninguna le ha sido concedida. Y para más inri, la resolución, que está dirigida a la prelatura del Opus Dei, le ordena que cambie de letrados, ya que los actuales no habrían acreditado titulación académica en Derecho Canónico ni experiencia forense, por lo que carecerían “de capacidad” para asumir sus labores en este caso. Txema Martínez dispone ahora de 30 días para elegir nueva representación o si no, se le pondrá una de oficio.

El padre de la víctima, Juan Cuatrecasas, aseguró ayer lunes que la familia está “satisfecha” con esta decisión. “El Vaticano tiene que obligar a cumplir con algo tan sencillo y obvio como que un equipo de abogados tenga la acreditación suficiente para defender a un acusado en procedimientos canónicos. El Opus Dei demuestra que en el sótano de su incapacidad siempre hay una planta baja”, comentó Cuatrecasas, que confía en que una vez solventado este asunto, “la resolución salga con diligencia cuanto antes”. Por su parte, el profesor condenado a dos años de prisión, que tiene un blog en el que escribe sobre aspectos concernientes a todo el caso Gaztelueta, dejó frases ahí –sobre este último revés para él– del tipo: “Esta respuesta me produce tanto perplejidad como desasosiego”. “No creo que exista ningún abogado ni tribunal en España o en Europa, que se atreviera defender este atropello como justo”.