EL empeño de Ana Urgoiti y Cristina Bacete fue el germen de Formarte, una entidad que apuesta por el arte como un camino para lograr la inclusión social. Con la formación en Bellas Artes de Urgoiti y en Educación Especial de Bacete, este proyecto bebió del que ya estaba funcionando en Oakland (Estados Unidos). “Nos enamoramos de esa iniciativa que trabajaba con personas con discapacidad psíquica o intelectual en materia de creación artística”, explica Ana Urgoiti, que reconoce la “ilusión” con la que inauguraron Formarte hace diez años.

La puesta en marcha de una propuesta novedosa, que rompa con barreras nunca en fácil y Urgoiti asegura que “los inicios fueron muy duros”.Comenzamos con siete alumnos porque teníamos que demostrar que el proyecto era bueno para que creyesen en nosotras”, afirma una de las fundadoras que apunta que “difundimos la información por todos los centros y asociaciones que trabajan con personas con discapacidad intelectual o psíquica pero nos vieron como competencia y no trasladaron nuestro proyecto a las familias”. Sin embargo, “el boca a boca ha funcionado muy bien y ahora tenemos 60 alumnos”.

Trabajar el desarrollo personal mediante el arte está dando sus frutos, tal y como describe Urgoiti: “El que tiene interés, va desarrollando su propio proceso creativo. Aquí trabajamos mucho la autodeterminación del individuo a través de prácticas artísticas”. Esta manera de actuar fomenta que se “tomen decisiones, se elija, se defienda tu propio trabajo, se respete el de tus compañeros...”. Esto provoca que se “trabajen muchos ámbitos de la persona, no solo la creación artística”. Y el reflejo de la labor que se hace en Formarte se ve en los propios hogares de los usuarios. “Las familias nos han comentado, por ejemplo, que su hija se estaba preparando el desayuno y que jamás lo había hecho. Aquí cada uno se tiene que limpiar sus vasos o platos”, apunta Urgoiti, que se muestra satisfecha de “los grandes avances que se dan en el desarrollo personal”.

La creación artística es el puntal de la entidad. “Nuestro objetivo es que aquellos que quieran trabajar en creación artística lo consigan”, expone Urgoiti quien a través de su experiencia en otros países ha comprobado “que allí los artistas tienen un salario de la venta de obra de arte”. Y eso pretenden en Formarte. “Empezamos a pintar sobre soportes textiles por la propia supervivencia del proyecto y ahí nació Nahiarte by Formarte”, precisa la fundadora sobre esta iniciativa que les ha permitido contratar a un artista y que ampliará la plantilla este mismo año con dos incorporaciones más. De hecho, quieren que las personas que “acaben toda la formación en Formarte” puedan pasar a incorporarse a la plantilla de Nahiarte.

Nuevos proyectos

La venta de sus productos en Nahiarte no es la única manera de conocer las obras que se crean en Formarte. “Queremos que nuestros artistas tengan proyección a nivel internacional. En septiembre estuvimos en la Feria de Arte Outsider de París. Llevamos representación de diez de nuestros artistas y vendimos quince obras”, recuerda Urgoiti, quien ya está tejiendo los próximos pasos a nivel internacional. “Estamos preparando la candidatura para la Feria de Arte Outsider de Nueva York y también hemos encontrado una feria de arte contemporáneo en París muy interesante”, subraya. Además, se encuentran trabajando en que en próximas fechas pueda celebrarse en Bilbao el “congreso de la European Outsider Art Association” para continuar poniendo en valor la dedicación de sus artistas.

Y su implicación a nivel cultural se nota en Bilbao. “Nosotras no nos movemos en el ámbito de la discapacidad, si no en el de la cultura”. Por ello, con Kalealdia saldrán al parque de Doña Casilda. “Uno de nuestros artistas va a estar participando en la grabación de vídeos para el Área de Cultura del Ayuntamiento”, concluye la fundadora con la esperanza de que sus artistas continúen con su progresión personal y artística.

Formarte

Arte

Vía de inclusión. Formarte apuesta por las prácticas artísticas como camino de inclusión para las personas con discapacidad intelectual o psíquica. Para algunas personas, la sede de la entidad es el único punto de “socialización”.

10

Años. Es el tiempo que lleva en marcha esta iniciativa impulsada por Ana Urgoitia y Cristina Bacete. Con formación en Bellas Artes y en Educación Especial, ambas “nos enamoramos” de un proyecto que se desarrollaba en Auckland (Nueva Zelanda) que “trabaja con personas con discapacidad en materia artística”.