Las redes sociales han facilitado la captación de adolescentes como víctimas de trata con fines sexuales, que ya no es un delito que afecte solo a mujeres vulnerables en situación de pobreza, explica la doctora y sexóloga Ana Rosa Jurado.

Jurado, presidenta del comité científico de las XIII Jornadas Nacionales de Actualización en Violencia de Género que se celebran en Logroño, explicó que la pandemia ha dificultado la detección de las víctimas de trata, de modo que esta cifra se ha reducido desde las 400 detectadas en el Estado durante 2019 a 114 en 2021, de las que 93 fueron con fines de explotación sexual.

“Estos datos significan que algo estamos haciendo mal. Además, la pandemia ha modificado las formas de captación a través de las nuevas tecnologías y es más difícil identificar a las víctimas”, aseguró esta experta. Según sus datos, algunas de las víctimas de las redes de trata con fines de explotación sexual son actualmente universitarias o chicas adolescentes de cualquier clase social y sin problemas económicos.

Una investigación de la Red Académica Internacional de Estudios de Prostitución y Pornografía (RAIEPP) revela que la captación de menores para explotación sexual a través de Facebook ha aumentado el 125 por ciento y en Instagram el 95 por ciento y, “falta por analizar otras redes”, alertó.

Así, constató que las menores, cuando usan un dispositivo móvil, “sin hacer una búsqueda activa, les sale publicidad de fenómenos” como los Sugar Daddy, y se les detalla el dinero que pueden ganar si mantienen relaciones sexuales con hombres adultos o les ofrecen la aplicación de suscripción OnlyFans, con las que facturan dinero si las adolescentes cuelgan sus fotos o vídeos eróticos.

En este sentido, alertó de que se ofrecen cantidades de dinero “muy suculentas” a las menores si proporcionan imágenes de contenido sexual a través de la plataforma para adultos OnlyFans.

Asimismo, recalcó que el sistema prostitucional y de captación de las víctimas para trata y explotación sexual utiliza términos para “normalizar” este delito y abogó por “llamar las cosas por su nombre”.

De este modo, rechazó que se “romantice” la figura del Sugar Daddy, “al que se debería llamar putero y si quiere chicas menores, pederasta”.

Por otro lado, indicó que “es muy frecuente que las chicas comiencen por compartir fotos con hombres y eso puede dar lugar a que las empiecen a explotar sexualmente, por miedo o amenazas”. Esta miembro de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual demandó realizar “educación sexual integral” en todos los colegios, pero también enfocada a las familias.

La experta incidió en la importancia de que los padres y madres puedan tener “un mínimo de control sobre el acceso a internet y a redes sociales por parte de los menores”.

Asimismo, recalcó que “hay que poner sobre la mesa este tipo de prácticas, que están todavía invisibilizadas, como primer paso para poder actuar también a nivel legal”.

“Como siempre, la delincuencia va por delante de las leyes, por lo que aún queda todavía muchísimo trabajo que hacer”, concluyó la doctora y sexóloga Ana Rosa Jurado.

En corto

  • Se disparan los casos. Una investigación de la Red Académica Internacional de Estudios de Prostitución y Pornografía (RAIEPP) revela que la captación de menores para explotación sexual a través de Facebook ha aumentado el 125 por ciento y en Instagram el 95 por ciento.
  • ‘Onlyfans’. Cada vez son más las jóvenes que utilizan la aplicación de suscripción OnlyFans, con las que facturan dinero si las adolescentes cuelgan sus fotos o vídeos eróticos.