Para el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, “hoy es un día triste ”. Pero, también, ha sido el reflejo de “la voz de los trabajadores que de forma firme y contundente están diciendo que no están de acuerdo con el anteproyecto de la Ley vasca de Educación”, según los sindicatos. Esta es la lectura encontrada del Gobierno vasco con el lehendakari Urkullu, a la cabeza, y la de la mayoría sindical sobre la huelga convocada por Steilas, LAB y ELA en la escuela pública contra la ley educativa. Una huelga que ha dejado aulas a medio gas y miles de docentes en las calles de las tres capitales vascas tras el lema "Pública, euskaldun y propia. No a este anteproyecto de ley de Educación".

Como era de esperar, también ha habido “guerra de cifras” por el seguimiento. El paro ha obtenido un respaldo del 60% de los 30.000 profesionales de red pública, según los sindicatos, y del 36%, según Educación. Al margen de esta imagen de conflictividad, la primera de las dos jornadas de huelga convocadas este mes por la mayoría sindical del sector ha dejado tras de sí una cascada de declaraciones enfrentadas alrededor de la aprobación de la ley de educación. O, mejor dicho, del primer borrador del anteproyecto de ley que el Gobierno vasco debe remitir al Parlamento Vasco para su posterior debate y aprobación.

Manifestación contra la Ley vasca de Educación en Bilbao. Oskar González

"Ha quedado claro que las personas que trabajan y forman parte de la comunidad educativa, comparten nuestra lectura de que el borrador del anteproyecto de ley perpetúa el actual modelo educativo dual, y no abre vías para su superación", han asegurado las portavoces de los sindicatos convocantes en el arranque de la manifestación celebrada en Bilbao por la mañana. Por tanto, han reiterado que seguirán luchando para conseguir una Ley que debería avanzar en el camino hacia "una red pública única, euskaldun y propia, porque es la red pública la que debe garantizar la igualdad de oportunidades, la cohesión social y el proceso de euskaldunizacion".

URKULLU: “¿A QUIÉN BENEFICIA ESTA HUELGA?”

Por su parte, el lehendakari y el consejero de Educación han hecho hincapié en los intereses políticos que, a su juicio, estarían tras esta “huelga preventiva” a un texto que bebe del Pacto Educativo aprobado el pasado mes de abril por el 90% del arco parlamentario, pero cuya aprobación debería coincidir con las elecciones forales y municipales. Urkullu fue el más contundente de ambos a la hora de defender una tesis que el propio Bildarratz vaticinó en la entrevista concedida a NTM el pasado 5 de noviembre.

A preguntas de la prensa, el lehendakari ha dejado la siguiente duda en el aire: "Creo que nos deberíamos preguntar qué se esconde tras una convocatoria de huelga y si beneficia a alguien en el sistema educativo y a los alumnos". En este sentido, Urkullu ha dicho: "Me pregunto por la finalidad de la convocatoria cuando estamos hablando ni de un anteproyecto de ley, sino de un borrador de un anteproyecto firmado por cuatro formaciones políticas con representación en el Parlamento vasco el pasado 7 de abril". Asimismo, Urkullu ha insistido en que "estamos en tiempo de intentar mejorar aquello que es un acuerdo de bases alcanzado por cuatro formaciones políticas con representación parlamentaria" para añadir "de 75 parlamentarios en el Parlamento Vasco, 68 parlamentarios han dado su apoyo a este acuerdo de bases".

Manifestación en contra del borrador de la Ley vasca de Educación celebrada en Bilbao. Oskar Gonzalez

En la misma línea, el consejero Bildarratz ha lamentado la convocatoria. Es "un día triste para la educación”, ha apuntado, porque "coarta la posibilidad de que los alumnos puedan desarrollar su educación". Como en días y semanas precedentes, el titular de Educación ha señalado que "llama la atención" la huelga contra el borrador del anteproyecto de la Ley cuando está abierto el plazo de enmiendas para que "la ciudadanía pueda dar su opinión". Además, Bildarratz ha asegurado que los sindicatos han podido presentar sus opiniones y alegaciones que se están examinando para cerrar un texto definitivo, que, por lo tanto, todavía "nadie conoce". Por lo tanto, ha insistido en que se trata de una "huelga preventiva".

LOS SINDICATOS NIEGAN EL CARÁCTER “PREVENTIVO”

Los sindicatos, por su parte, han negado la mayor. Nagore Iturrioz (Steilas) ha incidido que la parte sindical y la comunidad educativa "lleva tiempo tratando de aportar, en un montón de oportunidades, que el texto recogiera lo que entendemos que debe incluir esa ley, pero, hasta ahora, se nos ha dado la espalda totalmente". Iturrioz ha negado que hayan convocado una huelga "preventiva" porque, a su parecer, "ésta es una ley que pretende ser efectiva y esta es la opción que Educación nos ha dejado a día de hoy, la movilización, y, por eso, los sindicatos han tenido que recurrir a las huelgas".

Desde su perspectiva, estas movilizaciones quieren evitar que "se desacredite la voz de los trabajadores que, con esta huelga están diciendo, de forma firme y contundente, que no están de acuerdo con este anteproyecto de ley". Si no se producen movimientos que lo remedien, el 14 de diciembre tendrá lugar la segunda huelga.