El yacimiento arqueológico del poblado situado en la cima del monte Irulegi, donde se ha hallado una mano de bronce con el texto más antiguo en lengua vascónica, es una excavación de singular importancia, dado que ofrece una imagen "congelada" de la época.

Se trata de un asentamiento habitado desde la Edad del Bronce medio tardío (entre los s. XV y XI a.c) hasta el primer tercio del s. I a.c. Está ubicado en la base del castillo del mismo nombre. En esa fecha fue abandonado tras ser incendiado por tropas romanas, en el marco de las guerras sertorianas (años 83-73 a.c), un conflicto civil entre los romanos Quinto Sertorio y Lucio Cornelio Sila, en el que los pobladores autóctonos tomaron partido.

El yacimiento está ubicado en la zona más exterior del antiguo poblado. Se trata de una zona abierta con una superficie de 370 metros cuadrados, en la que han aparecido dos viviendas de unos 70 metros cuadrados y parte de la vía principal, de 4 metros de anchura.

El poblado fue incendiado y los muros cayeron sobre las viviendas, sepultando, pero también protegiendo, lo que se encontraba en su interior. Ello ha permitido encontrar cerámica y objetos cotidianos en buen estado de conservación.

Las investigaciones comenzaron en 2007, promovidas por el Ayuntamiento del Valle de Aranguren. La Sociedad de Ciencias Aranzadi es la encargada de los trabajos, que hasta 2017 se centraron en la zona junto al castillo. Desde el 2018, un equipo, dirigido por el arqueólogo Mattin Aiestaran, realiza la investigación arqueológica del poblado.

La Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana ha tramitado la incoación del expediente de declaración del Conjunto de Irulegi como Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica.

UN POBLADO ANTERIOR A PAMPLONA

Situado a 893 metros de altura, Irulegi es uno de los ejemplos más notables de poblados fortificados de la zona. Su privilegiada situación geográfica, con vistas de 360 grados sobre la cuenca de Pamplona y sobre los pasos que unen el sur de Navarra con los valles pirenaicos, le conferían un importante valor defensivo.

El enclave primitivo ubicado en la base del castillo, de 2,2 hectáreas, fue creciendo a lo largo de los siglos hasta alcanzar en el siglo I a.c unas 14 hectáreas, incluidos espacios para la agricultura y la ganadería. El recinto estaba rodeado por murallas. Aunque es difícil calcular el número de habitantes, se estima que podrían vivir entre 100 y 200 personas.

El hecho de que los pobladores eligieran zonas elevadas para vivir viene marcado por un contexto de aumento demográfico y un empeoramiento del clima (más lluvioso y algo frío), que hizo que los recursos escasearan y tuvieran que competir por ellos. La respuesta fue la aparición de proto-ciudades estables, fácilmente defendibles y amuralladas, habitadas por agricultores y pastores, que, a la vez, eran guerreros.

Conoce los secretos ya desvelados de la Mano de Irulegi en este vídeo

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Irulegi, junto a dos o tres enclaves más, podría tratarse de uno de los asentamientos que articulaban el poblamiento en la Cuenca de Pamplona, antes de la llegada de Roma y de la fundación de Pompelo, actual Pamplona (años 74 o 75 a.c).

Tras estar el paraje desierto varios siglos, está documentada la construcción de un castillo de realengo (perteneciente al rey) en la cima de Irulegi, a mediados del siglo XIII, concretamente, en 1259, cuando se nombra alcaide del mismo a Martín García de Eusa. La edificación se llevó a cabo sobre asentamientos defensivos anteriores, probablemente sobre una torre o fortificación existente ya durante la campaña musulmana del año 924.

Su posición estratégica le proporcionó un papel muy importante en la defensa del reino y especialmente de la capital Pamplona. Fue destruido en 1494 por orden de los reyes navarros para evitar que fuera utilizado por los afines al reino de Castilla. En la actualidad, todavía se conserva la base del castillo.