Madres solteras y población sin papeles o en situación de paro y precariedad laboral es el perfil de los perceptores de ayudas sociales en Euskadi. Según la ‘Encuesta de Necesidades de la Población Beneficiaria de Ayudas de Emergencia Social (AES) y Azken Sarea Indartzen (ASI)’, durante la pandemia 69.658 personas, un 3,2% de la población vasca, fueron beneficiarias de las Ayudas de Emergencia Social o del programa Azken Sarea Indartzen, cuando no de ambas.

Gracias a este escudo social impulsado por el Gobierno vasco durante la pandemia se redujo 20 puntos la pobreza por acumulación, un concepto que se relaciona con la incapacidad de un hogar para conseguir acceder a los bienes de consumo duradero necesarios para mantener, en el largo plazo, un nivel de vida mínimamente adecuado. Se traduce en unas condiciones de vida insuficientes para mantener una existencia digna.

FAMILIAS CON HIJOS

Las familias con hijas o hijos, las monoparentales, los hogares unipersonales, las unidades convivenciales vinculadas a personas jóvenes o las personas de origen extranjero destacan entre las personas beneficiarias de las ayudas sociales. El 70,7% de los perceptores de las ayudas sociales está constituido por familias con hijas o hijos, con una presencia relevante de hogares monoparentales. Las personas solas constituyen el 22,6% de la población beneficiaria de ambas ayudas, pero el porcentaje asciende al 31,5% entre quienes recurrieron únicamente al programa Azken Sarea Indartzen.

La población soltera y divorciada/separada tiene asimismo una presencia destacable (59,5%) entre la población beneficiaria de las ayudas AES-ASI, si bien el porcentaje se eleva al 75,5% entre las personas de este colectivo que se han beneficiado únicamente del programa.

POBLACIÓN EXTRANJERA

En el informe se constata que entre la población beneficiaria de estas ayudas un alto porcentaje (56,2%) de población de origen extranjero, especialmente en lo concerniente al programa ASI, en el que la cifra asciende a un 96,7%. El empadronamiento es un factor muy significativo en el acceso a las ayudas. El 31,2% de los beneficiarios de AES-ASI lleva diez o menos años empadronado en Euskadi, y este porcentaje aumenta hasta el 87,2% en el caso de quienes solo accedieron al programa Azken Sarea Indartzen.

Además del empadronamiento, otros factores que afectan de forma muy notable a la población beneficiaria de AES y ASI son la regularización de residencia y trabajo; la carencia de formación cualificada; una elevada tasa de paro; la exclusión laboral a largo plazo; situaciones de precariedad laboral o el desempeño de trabajos de carácter marginal que no garantizan niveles de inclusión suficientes.

SECTORES MÁS AFECTADOS

Así, entre la población beneficiaria de AES destacan las parejas con hijos o hijas y sin ocupación estable; las mujeres solas o en familias monoparentales sin ocupación estable; los hogares con personas de referencia entre los 35 y los 44 años o los hogares con personas de referencia sin actividad profesional en el último año o empleadas en sectores como el comercio y la hostelería.