Euskadi acoge en la actualidad a 602 ciudadanos procedentes de Ucrania en los recursos y alojamientos financiados por el Gobierno español. Asimismo, hasta el momento, las comisarías de la Policía Nacional en Euskadi han tramitado 2.041 regularizaciones que superarán las 3.000 autorizaciones para finales de mayo, según las previsiones que maneja la Delegación de Gobierno en Euskadi.

Estos datos han sido dados a conocer este martes por el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, durante la visita que ha realizado al centro BBK GoodHostel, gestionado por CEAR en Bilbao para atender la acogida urgente de refugiados procedentes de Ucrania, mayoritariamente mujeres y niños.

Itxaso ha estado acompañado en la visita al por la responsable de CEAR en Euskadi, Elena Valverde, y la directora de Obra Social de BBK, Nora Sarasola, entidad propietaria del alojamiento, cedido por la entidad para dar cobertura a la demanda de plazas de refugiados huidos de la invasión de Ucrania.

Atención a las necesidades más urgentes

El centro BBK GoodHostel, donde se encuentran alojados más de 70 refugiados, es uno de los 26 recursos que CEAR gestiona actualmente en calidad de lo que se conoce como "servicio de primera acogida", destinado a atender a las necesidades más urgentes de las personas recién llegadas como son el alojamiento y la manutención.

El espacio BBK GoodHostel, además, es uno de los dos centros en los que han aparecido pintadas con la letra 'Z', que se vincula con los partidarios de la invasión rusa; así como el emblema de la hoz y el martillo, símbolo comunista de la extinta Unión Soviética; o la palabra en euskera 'antifaxistak' (antifascsitas, en castellano).

Aparición de pintadas en la fachada

En relación a estas pintadas, Itxaso ha afirmado que los mensajes aparecidos en estos centros de acogida "atacan a toda la sociedad y dañan la convivencia". A su parecer, hay que tener "una confusión mental muy notable para no advertir que Euskadi quiere ser solidaria y tierra de acogida para estar personas que huyen del horror y buscan el auxilio de otras tierras".

"Lo que toca en estos momentos es ser solidario con este pueblo, como antes lo necesitó en su día Euskadi, y con estas personas que son como nosotros" ha añadido a continuación.

Por ello, ha remarcado también, "cualquier ataque, cualquier discriminación o discordia que se quiera hacer contra esta labor solidaria, a la que estamos obligados históricamente a desempeñar, es rechazable de todo punto porque esas expresiones de intolerancia, que tratan de poner en duda esta labor solidaria, no deben tener cabida".

Asegurar la máxima proteccion a los desplazados

Durante su visita a las instalaciones y tras departir con varias familias, el delegado ha valorado la labor desde el punto de vista integral del trabajo realizado por CEAR y ha puesto en valor "la "coordinación entre las instituciones competentes para dar una respuesta social solidaria a este crisis humanitaria para asegurar la máxima protección de los ciudadanos desplazados por la guerra, en especial de niños, niñas y adolescentes".

En la actualidad, CEAR cuenta en Euskadi con 802 plazas del servicio de primera acogida: 131 en Araba, 552 en Bizkaia y 119 en Gipuzkoa. De estas 802 plazas, en estos momentos 549 están ocupadas por personas desplazadas por la guerra de Ucrania. El resto, hasta los 602 ciudadanos acogidos a día de hoy en recursos estatales en Euskadi, se distribuyen entre otras ONGs.

Lo que se conoce como estancia en primera acogida, tal y como han explicado tanto Itxaso como la delegada de CEAR en Euskadi, Elena Valverde, se intenta que sea lo más breve posible".

El objetivo: lograr la plena inclusión

Tras este tiempo, el Ministerio asigna plaza para que los refugiados accedan al servicio de acogida temporal o a una fase de autonomía, ya que de conformidad al acuerdo del Consejo de Europa las personas refugiadas de la guerra de Ucrania cuentan con autorización de residencia y trabajo de manera inmediata".

En las fases posteriores al servicio de primera acogida, sea desde el servicio de acogida temporal o desde la fase de autonomía, las entidades adscritas al sistema acompañan los procesos de las personas y unidades familiares de cara a garantizar un proceso de inclusión exitoso, que incluye su posible acceso al parque de viviendas sociales para que se puedan establecer.

Las personas beneficiarias acceden, asimismo, en esa segunda fase, a servicios como el aprendizaje del idioma, la escolarización, la orientación social y laboral, o la atención psicológica y jurídica, así como a diferentes ayudas económicas en función de sus necesidades personales. "Ahora", ha recalcado Itxaso, "el esfuerzo lo tenemos que poner ahí, dar salida a la gente de primera acogida, y facilitar estos procesos de inclusión social".

Citas pendientes

Por otra parte, las comisarías de la Policía Nacional han atendido desde el 14 de marzo hasta este lunes, 25 de abril, a un total de 2.041 afectados por la guerra de Ucrania y solicitantes de protección temporal en Euskadi. En concreto las dependencias de Vitoria-Gasteiz han atendido a 375 personas; la de Bilbao, a 857 y, finalmente, la de Donostia, a 809.

Tal y como ha informado Itxaso, en la actualidad, la comisaria de Bilbao tiene 488 citas pendientes, mientras que la de Donostia acumula 428. La de Gasteiz, cuenta ya con citas disponibles y no acumula lista de espera.

La protección temporal garantiza autorización de residencia y trabajo. En Euskadi, las comisarías de Policía Nacional (que albergan las oficinas de trámites de extranjería) de Gasteiz, Bilbao y Donostia atienden las solicitudes y disponen de un sistema de cita previa y un servicio de traductores (facilitado por el Gobierno vasco).

Tras ese primer paso, se les expide un resguardo que ya confirma su solicitud de protección temporal. Las autoridades les otorgarán también su Número de Identificación de Extranjero (NIE). Una vez registrados los datos y la solicitud, el Ministerio del Interior resuelve los expedientes en un breve espacio de tiempo, con lo que ya dispondrán de permiso de residencia y trabajo.

Desean volver "cuanto antes y cuando sea posible"

En la comparecencia ante los medios han estado presentes dos refugiadas, Marina Geistner y Katerina Chervol, quienes han explicado que se decidieron a abandonar Ucrania principalmente para poner a salvo y proteger a sus hijos.

Ambas han expresado su deseo de volver a sus respectivos lugares de origen, "cuanto antes y cuando sea posible" desde el punto de vista de la seguridad.

En este sentido, Katerina Chervol ha confesado que "nadie pensaba que el conflicto fuera a alargarse tanto" y ha añadido que, antes de pensar en volver, es fundamental eliminar las minas antipersonas que los rusos han colocado a lo largo de todo el territorio y de poblaciones". Sobre todo, ha añadido, "pensando en los niños para que puedan jugar seguros en la calle o los parques", ha concluido.