Bizkaia sigue escalando puestos en la clasificación general por el uso popular de la bicicleta. La Diputación ha puesto en marcha, en distintos niveles de desarrollo, los proyectos de cuatro nuevos itinerarios para ciclistas en diversos puntos del territorio. Las obras y los proyectos de estos recorridos suponen una fuerte pedalada al impulso que desde la Diputación quieren dar a la bicicleta no solo como elemento de ocio sino también como transporte personal alternativo a los coches en itinerarios de corta distancia.Y a rueda de este esfuerzo de desarrollo de infraestructuras se halla la aprobación inicial hace poco más de dos semanas del Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Bizkaia (PTSVCB), el documento que está diseñando el futuro de la bicicleta con el horizonte temporal puesto en 2035 y el desarrollo de siete corredores en el que se incluye Bilbao como gran intercomunicador de todo el territorio.

Un PTSVCB que cuenta con dos objetivos principales. Primero, el trasvase de trayectos cortos del coche, entre 0 y 8 kilómetros, a la bici “por razones medioambientales, de salud individual y colectiva, pero también porque resuelve problemas de movilidad y hace más habitables las ciudades y pueblos”, indicaban fuentes forales.

La segunda línea estratégica en marcha es la intermodalidad entre bicis y transporte público. Para ello se crearán aparcamientos seguros en nodos ferroviarios, zonas residenciales y centros de estudio, deportivos y de trabajo a la vez que se ofertarán bicicletas públicas integrándolas en los títulos de transporte. El Departamento foral de Transportes y Movilidad Sostenible ya está planificando este servicio.

Todo ello con la extensión de una red de itinerarios que suman casi 350 kilómetros -121 tendidos en ejes principales y casi 229 en secundarios- con los que se interconectarán las principales áreas urbanas de Bizkaia, con especial relevancia en la metrópoli bilbaina, la que más población acoge en el territorio. El mapa del plan que se observa bajo estas líneas no pretende abordar toda la red ciclista que puede ser desarrollada en el interior de municipios o áreas circundantes. De hecho, en diciembre pasado, la Diputación tenía registrados ya 417,2 kilómetros de bidegorris en servicio y algo más de una docena en construcción.

Eso sí, este planeamiento prevalece sobre las actuaciones de los municipios, las cuales tendrán que ajustarse a lo que se apruebe finalmente en el Plan Territorial. La red objetivo del PTSVCB, indicaron las mismas fuentes, pretende “intercomunicar los núcleos urbanos” más importantes con un “marcado cariz estructurante geográfico-poblacional y de cotidianeidad” en cuanto al uso de la bici. De esta forma no solo se quieren construir bidegorris cuando sea posible sino que “se desarrollen con criterio”, que también “se complemente con otras medidas que faciliten su uso”, concretaron desde Diputación.

Su pretensión es muy posibilista ya que de los 350 kilómetros referidos, se encuentran en la actualidad ya en servicio casi 152, y por delante restan todavía 14 años de horizonte para culminar el PTSVCB en 2035. Esta larga etapa ya ha comenzado a rodar con el proyecto de parte de uno de los grandes itinerarios previstos, el que unirá Bilbao con Getxo a través de la carretera de la Ría. Un anhelo presente desde hace décadas para los cicloturistas habituales de este recorrido que ahora tienen que compartir con el coche privado.

Bulevar y puente sobre la ría

Las obras empezarán el año que viene para verlas culminadas en 2024, tiempo en el que se extenderá un recorrido para bicicletas y otro de peatones de siete kilómetros con calmado de la carretera incluido. Además, incluye la construcción de un puente giratorio sobre la ría a la altura de Erandio para conectar con Barakaldo y así unir el nuevo itinerario por la margen derecha con los que ya están en servicio por Ezkerraldea. La apuesta foral supondrá 36,5 millones de euros de inversión.

El otro gran proyecto presentado es la primera bicipista de Bizkaia que conectará Zornotza con Iurreta a partir de 2023. Es una infraestructura para la movilidad en bicicleta o a pie que unirá los centros urbanos de ambos municipios con nueve barrios, polígonos industriales y centros laborales cercanos para así facilitar los desplazamientos con seguridad y comodidad. Este bidegorri de alta capacidad, de 7,5 kilómetros de longitud y asociado a la autopista AP-8, es el claro ejemplo de uno de los objetivos del PTSVCB: intentar trasvasar el máximo de viajes del vehículo privado a la bicicleta.

Y hay mucho margen de mejora. Según concretó el diputado foral Imanol Pradales, responsable del Área de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, se pretende alcanzar 157.000 desplazamientos diarios sobre dos ruedas, algo más del 22% de los 687.000 viajes cortos que se registran en la actualidad usando turismos. La pretensión es iniciar los trabajos en octubre próximo con el objetivo de que la bicipista entre en servicio a inicios de 2023.

Más modesto en recorrido pero con la misma función de conexión con centros de trabajo es el bidegorri cuyas obras ya han comenzado entre el polígono de Martiartu y las localidades de Arrigorriaga y Basauri. Son 1.255 metros de senda ciclable y peatonal, la cual irá segregada del tráfico motorizado, y discurrirá en paralelo al cauce del río Nervión. Con 734.020 euros de inversión previstos se dará un alternativa saludable a todos los conductores que ahora se trasladan en su coche a los polígonos de San Miguel, Sidenor y Mercabilbao. La intención es que esté operativo antes de concluir este año.

También ha iniciado sus obras la senda peatonal y ciclista ubicada en el barrio de La Herrera-Ijalde de Zalla, la cual servirá para unir los bidegorris ya existentes en los barrios de Bolunburu y La Mella. De este modo, se completará el recorrido entre Mimetiz y La Mella, sumando el recorrido seis kilómetros de longitud. Hasta el 15 de septiembre el tajo está paralizado para respetar el ciclo biológico del alimoche, especie protegida que nidifica en el entorno. Tras el reinicio del tajo, el tramo estará disponible en enero. Este arreón de obras protagonizado por la Diputación Foral de Bizkaia tiene su fundamento en un presupuesto para este año de los más altos nunca gestionados para la bicicleta. Son 24,6 millones de euros, el 11,7% de las inversiones que realizará el Departamento. Con ello según Imanol Pradales, “se impulsa con decisión la transición hacia una movilidad sostenible”.

La prueba. La Diputación no asume en solitario el mapa de ruta ciclables. Además de contar como gregarios de lujo a los municipios, el ente foral ha querido trabajar con un equipo de expertos internacionales. Por ello desde un principio le acompañan en el pelotón la Universidad de Breda, en Países Bajos, y de la Dutch Cycling Embassy, en Alemania, y la organización del Tour de Francia. También a principios de este año el ente foral constituyó una alianza con la Universidad de Deusto, el fabricante de bicicletas Orbea y el Consorcio de Transportes de Bizkaia para fomentar la movilidad en bicicleta y conseguir una afición totalmente implicada en construir un territorios más sostenible haciendo uso de la bicicleta.

Recorrido del PTSVCB. Tras publicarse en el Boletín Oficial de Bizkaia el 5 de mayo la aprobación inicial, el PTSVCB se encuentra en un periodo de información en el que podrán ser presentadas alegaciones por ciudadanos, instituciones y colectivos hasta primeros de julio. Tras analizar las argumentaciones se quiere aprobar provisionalmente el documento antes de fin de año. En 2022 se pretende aprobar la Declaración Ambiental Estratégica para finalmente dar luz verde definitiva al Plan a lo largo de 2023.