Euskadi no comparte la urgencia por decir adiós a las mascarillas en exteriores, tal y como avanzó el lunes Fernando Simón. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, advirtió ayer martes de que solo se podrá dejar de usar la mascarilla cuando "una gran parte de la sociedad esté vacunada", a pesar de reconocer que hay "motivos para la esperanza con la reducción sostenida" de la incidencia. Por su parte, la directora de Salud Pública y Adicciones, Itziar Larizgoitia, alertó de que "no estamos libres de riesgo" porque "hasta que la pandemia no finalice en todo el mundo, el virus puede resurgir de una forma inesperada a través de una nueva variante que suponga otro descalabro".

Para Sagardui, Euskadi sigue "muy lejos" del objetivo de situar la tasa de incidencia acumulada en catorce días en sesenta casos por 100.000 habitantes -ahora está en 289,4-, por lo que es "de vital importancia" seguir cumpliendo las medidas de prevención. En este sentido, reconoció que el Gobierno vasco está "preocupado por el aumento de las interacciones sociales tras el decaimiento del estado de alarma" y volvió a pedir "ser prudentes en la vida familiar, social y laboral porque la pandemia aún no se ha superado". "Todos queremos relajarnos en nuestra socialización y con otras medidas como el uso de la mascarilla, pero eso será posible cuando una gran parte de la sociedad esté inmunizada, entre tanto seguiré llamando a la prudencia", insistió Sagardui.

La consejera valoró en todo caso la mejora "sostenida" de los indicadores epidemiológicos que revelan que la pandemia Así, destacó que la media de casos diarios se situó la semana pasada en 393, es decir 175 menos que en la semana precedente, y la incidencia acumulada en siete días se redujo un 31%. Además, ha bajado la presión asistencial y el porcentaje de camas UCI ocupadas por pacientes covid ha descendido del 53 al 40% en una semana, lo que permitió recuperar la actividad quirúrgica ordinaria. En las UCI de la red hospitalaria hay 133 personas, 13 menos que la víspera, y en planta 256, 25 menos.

Por debajo de 300 casos

De hecho, Euskadi pasó de la alerta naranja a la amarilla al haber logrado reducir la incidencia por debajo de los 300 casos. Desde el 1 de abril la tasa acumulada no situaba a Euskadi en este escenario. Al mismo tiempo, la positividad se desplomó al 2,9% en las últimas 24 horas, un porcentaje que no se daba desde el 28 de julio del año pasado. El lunes se hicieron 9.812 pruebas diagnósticas en las que dieron positivo 280 personas, apenas tres de cada cien.

Con esta evolución, la CAV baja de la transmisión alta del virus, al dejar atrás los 300 casos por 100.000 habitantes, en concreto 289 casos, con lo que consolida la tendencia descendente que se dibuja desde hace varios días.

Bizkaia es la que cuenta con un peor registro, 308,2, al igual que Bilbao, que acumula 363 casos por 100.000 habitantes. También vuelve a descender el número reproductivo básico, el que indica a cuántas personas contagia un enfermo. Bizkaia baja al 0,85 y Gipuzkoa se mantiene en 0,73.

VariantesBrasileña y sudafricana.

Las cepas brasileña y sudafricana están "en franco retroceso". En Euskadi en este momento hay 462 personas infectadas con la cepa brasileña y 98 con la sudafricana.

Once de la cepa india. Además hay once personas en Euskadi infectadas con la variante india, una cifra que "no es significativa" por lo que se considera que esta variante "no está asentada" en la CAV. De la cepa nigeriana hay otros seis casos registrados.