La pandemia baja en Euskadi del nivel 4 de transmisión alta del virus al nivel 3, de transmisión tensionada. Con una tasa de contagios por debajo de 300, en concreto 294,34 casos por 100.000 habitantes en los últimos catorce días, la CAV entró el jueves en la zona amarilla y situarse en este nivel permite desactivar algunas de las restricciones aún vigentes, especialmente levantar el confinamiento perimetral. Pero a una semana vista de la próxima mesa de crisis del LABI, el 5 de marzo, que decide las medidas a adoptar, nada hace prever que el Ejecutivo de Gasteiz suavice las restricciones, ya que alega que "no es tiempo para relajarse". Desde el pasado 25 de enero, los 251 municipios de la Comunidad Autónoma están confinados y el tránsito entre ellos es muy limitado, ya que solo se permite pasar a las localidades colindantes para desarrollar actividades socioeconómicas.

Sin embargo, hay que recordar que entre el ir y venir de restricciones y levantamiento de las mismas, el pasado 10 de diciembre, el Gobierno vasco autorizó reabrir la movilidad entre localidades del mismo territorio con una tasa de 327,2 casos y una positividad del 5,5%, indicadores superiores a los actuales.

Tras jornadas con el covid-19 disparado, marcando récords de positivos, la situación ha mejorado de forma considerable, consiguiendo poner freno a esta tercera ola y doblegar la curva de contagios.

La incidencia acumulada en catorce días cae por primera vez desde el 9 de enero por debajo de 300 casos por 100.000 habitantes, a 294,5 concretamente. Gipuzkoa es el territorio que mejor tasa de incidencia acumulada presenta con 218,61 casos. Le sigue Araba, con 268,92. Solo Bizkaia sobrepasa ese umbral de riesgo de los 300 casos, pero tiene una evolución positiva y se sitúa en 342,37 contagios.

Este nuevo cambio de escenario de la pandemia se produce después de que el pasado día 13 se bajara de los 500 casos de riesgo extremo de contagio, escenario en el que se hallaba la comunidad desde el 21 de enero.

El LABI decidió cerrar perimetralmente todos sus municipios y reducir a cuatro personas los encuentros sociales en espacios públicos y privados el pasado 25 de enero. Lo hizo justo el día en el que Euskadi volvió a entrar en zona roja, con 1.139 contagiados en solo 24 horas, 639 de ellos en Bizkaia.

Hay que echar la vista atrás muy lejos para ver las cifras de la pandemia en estos parámetros y tener activado el semáforo amarillo. Sin embargo, nada apunta a que se de vía libre a la movilidad ante el temor de las autoridades sanitarias a un repunte por el impacto de las nuevas variantes del Sars-CoV-2, sobre todo la británica que ya supone tres de cada diez nuevas infecciones.

Sin efectos inmediatos

A pesar de que el plan de gestión de la pandemia, Bizi Berri III, contempla el fin de las restricciones de movilidad diurna dentro de la comunidad autónoma cuando se baje de los 300 casos, el descenso al nivel amarillo no va a tener efectos inmediatos, por lo menos hasta la reunión del consejo asesor del LABI.

Y es que la situación sigue siendo preocupante. De hecho, el Ministerio de Sanidad informó el miércoles de que Euskadi es junto con Madrid, Ceuta y Melilla, la única región en la que la incidencia acumulada se sitúa por encima de los 250 casos.

Tras la bajada de la incidencia acumulada, y la suma de cada vez más personas inmunizadas por las vacunas ya han empezado las presiones sociales, económicas e, incluso, legales para aflojar las restricciones. No obstante, los expertos insisten que con esta evolución epidemiológica hay que intentar que la desescalada sea muy lenta en el corto plazo ante un hipotética cuarta ola. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, avisó de que una relajación "excesiva" puede poner en peligro, de nuevo, la presión asistencial. De hecho, en diciembre, cuando se llegó a una incidencia aproximada de 250, se empezaron a permitir determinadas actividades y se produjo un repunte muy rápido.

Además, Euskadi todavía mantiene algunos municipios en zona roja como los vizcainos de Derio, Santurtzi y Sopela, y el guipuzcoano de Oñati, las localidades de más de 5.000 habitantes que continúan con una alta transmisión de coronavirus al superar la tasa de 500 casos acumulados en catorce días. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco acordó cautelarmente la suspensión del cierre de establecimientos y servicios de hostelería y restauración en localidades en zona roja, pero siguen vigentes las limitaciones a establecimientos y locales de juego y apuestas, así como al deporte no profesional.

Los últimos datos

402 positivos

Baja la curva. Se detecta una bajada sostenida en el número de casos. Los 402 contagios contabilizados el miércoles suponen tres menos que el martes y, al haber realizado un mayor número de test de diagnóstico, la tasa de positivos respecto a las pruebas efectuadas se sitúa en el 3,9%.

80 en Bilbao

Bizkaia, en cabeza. Por territorios, aunque Bizkaia concentra más de la mitad de los nuevos casos, con 219, también es el único que reduce la cifra de positivos (14 menos). Bilbao sumó el miércoles 80 casos (13 más que el martes). Le siguen en número de nuevos contagios Santurtzi, con 24; Getxo, con 23, y Barakaldo, con 15.

Mejor en UCI

A nivel del 9 de enero. Los hospitales vascos han reducido sus pacientes con covid en UCI a 129, el mejor registro desde el 9 de enero. En los últimos diez días, se ha reducido en 41 personas. También bajan los pacientes ingresados en planta a 332. Sin embargo, las nuevas hospitalizaciones han aumentado de 44 a 57.

Menores de 18

La mayor incidencia. La tasa de incidencia por 100.000 habitantes más elevada se da entre la población menor de 18 años, con 434, y entre las personas de entre 19 a 39 años, con 302. La más baja es la de la población de 65 a 79 años, con 161. Por edades, el mayor número de nuevos contagios se da en el colectivo entre 40 y 64 años (160 nuevos positivos).