La última vez que vi a Ángel Mari Unzueta fue saliendo de un funeral en Durango, pueblo del que el ex vicario general de la Diócesis de Bilbao era natural. Me interesé por su salud debido a que tres días antes coincidimos en el Hospital de Galdakao y él estaba en urgencias de noche. Me aseguró que todo estaba en orden y el ser transparente que era me cambió de tema, a hablar de los protocolos a cumplir en las iglesias por la pandemia del covid-19. Esta tarde en aquella misma basílica, se oficiarán las exequias por su persona a partir de las 17.00 horas y presididas por monseñor Iceta. La misa in memoriam, el próximo sábado a las 12.00 horas en el mismo templo.

El lehendakari Urkullu lamenta la pérdida de Unzueta y envía condolencias a familiares y amigos del sacerdote que tras jubilarse era párroco del Santuario de los Santos Antonios de Urkiola, Abadiño. "El teólogo e historiador, exmiembro del Consejo Asesor de Euskera, siempre mostró cercanía, solidaridad y compromiso con las personas más necesitadas", valora el presidente y va más lejos en su reacción: "La vida digna de la persona y la convivencia de todos fueron los objetivos de su carrera, trabajando en paz, siguiendo siempre el camino de la fe y el compromiso. Hombre de iglesia íntegro y buena persona, siempre le recordaremos a pesar del vacío que nos deja. Goian bego!".

El alcalde de Abadiño, pueblo que acoge la casa cural de Urkiola que Unzueta dirigía, le consideraba "una persona muy cercana, intelectual y un gran mediador". Mikel Garaizabal coincidió por primera vez con él durante el verano de 2001 en la parroquia de San Anton de Bilbao. "Yo estaba de voluntario en las colonias urbanas de San Francisco en Bilbao y nos hizo una visita", evoca, y continúa: "La última vez que estuvimos juntos fue en la rogativa de Abadiño a Urkiola. Ha sido una gran pérdida", concluye el regidor.

Otro alcalde jeltzale, el de Bilbao, Juan Maria Aburto, ha calificado al finado como "amigo" y Monseñor Juan María Uriarte ha agregado que "la barca de Bizkaia ha perdido a un buen timonel".

Desde Forua, su máximo mandatario coincidió con Ángel Mari durante la época universitaria y tuvo "la suerte -subraya- de ser alumno suyo y crecer como persona", enfatiza con admiración el jelkide Mikel Magunazelaia. "Unzueta era una persona con valores que amaba su tierra, su idioma, su cultura, su historia y cómo no, la paz", agrega el primer edil.

Las buenas palabras hacia su persona continúan desde que transcendió la noche del sábado el fallecimiento. El administrador apostólico de Bilbao, Mario Iceta, estima que el durangarra era "una persona con grandísimas cualidades, de empatía, comprender las situaciones y buscar modos de caminar, de liderar equipos. Era un referente cultural incuestionable no solo en el ámbito eclesial sino también en el civil", destaca quien hoy oficiará el funeral por su persona.

Ángel María Unzueta Zamalloa (Durango, 1952) fue ordenado el 27 de octubre de 1979 en Santa María Uribarri de Durango. Ingresó en el Seminario de Derio a los 11 años. Fue vicario territorial de la Vicaría VI (Uribe) desde 1996, y colaborador del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral. Fue miembro del equipo presbiteral de Ermua, encargado de Pastoral Vocacional y del Secretariado de Juventud, formador en el Seminario diocesano y en ese tiempo, auxiliar en la parroquia de San Antón de Bilbao.

Era licenciado en Historia y Geografía (Universidad de Deusto), Teología (Universidad de Deusto) y doctorado en la Facultad de Teología de la Universidad de Ruhr. Realizó estudios eclesiásticos en la Universidad Gregoriana de Roma. En 2006 fue designado Vicario General por el obispo Blázquez. Era colaborador del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral y autor, en colaboración con Mikel Zarate, Ander Manterola y Jesús Mari Agirre, de Euskal deklinabidea, Hariketak.

Unzueta, además, colaboraba con un magazine de Bizkaia Irratia. Este viernes estuvo en la emisora informando sobre temas de la Diócesis y bromeando. "Angel Mari participó en la creación de Bizkaia Irratia. Además, fue quien llevó a cabo las primeras retransmisiones en euskera de Herri Irratia. Siempre dispuesto y cerca, siempre de buen humor, lo que ha dado permanecerá para siempre", concluyen desde la emisora sus compañeros que le despiden calificándole de "símbolo".

"Era un referente cultural incuestionable no solo en el ámbito eclesial sino también en el civil", dice el anterior Obispo Mario Iceta

"Era un referente cultural incuestionable no solo en el ámbito eclesial sino también en el civil", dice el anterior Obispo Mario Iceta