Aunque desde el punto de vista mediático parezca que solo habita entre nosotros el covid, los infartos de miocardio, el cáncer de mama, el de colon, el ictus o las demencias, el resto de las dolencias continúan entre nosotros. Por eso, desde los hospitales vascos, como el Universitario de Cruces, adecuaron todas sus instalaciones para atender a los contagiados de coronavirus, pero intentando seguir curando y cuidando a aquellos pacientes que tenían enfermedades previas a la aparición de la pandemia o les surgieron durante la misma.

Porque el sistema sanitario no estaba pensado para el covid, sino para el conjunto de enfermedades existentes en la sociedad y esos pacientes tenían que seguir siendo atendidos. Como por ejemplo, los enfermos con demencias. "En el entorno de la neurología se ha mantenido razonablemente bien la atención a estos pacientes. En el estallido de la pandemia hubo un parón total, pero aquilatamos los medios para seguir manteniendo telefónicamente la asistencia y mejorando la calidad de vida de los pacientes con una demencia. Fue clave para nosotros", explica a DEIA el doctor Alfredo Rodríguez Antigüedad, jefe del Servicio de Neurología del Hospital de Cruces, satisfecho por no haber perdido el contacto con sus pacientes.

"Con medidas de precaución, pero la actividad es rutinaria; hay consultas telefónicas pero también presenciales; la telemedicina no sirve igual para distintas especialidades. En neurología muchos de los pacientes tienen que ser vistos de forma presencial ", añade. "Te puedes morir de covid, pero también de un ictus, un cáncer. Covid o no covid tienes que seguir hacia adelante, por eso manteníamos la continuidad con los pacientes. De hecho, ahora no tenemos listas de espera. No queríamos que al cabo de seis meses nos encontráramos a nuestros pacientes de neurología mal atendidos", apunta Antigüedad. "Ahora nos encontramos en una situación similar al inicio de la epidemia", dice con satisfacción moderada.

Epidemia

A pesar de todo, el especialista reconoce que durante la actual epidemia de covid-19, los pacientes con demencia han sido un colectivo duramente afectados. "Los factores de riesgo para padecer Alzheimer y tener covid-19 grave son en parte comunes: senectud, hipertensión arterial, obesidad, etc. Además, las personas con demencia tienen dificultades insalvables para aprender y aplicar los hábitos para prevenir la infección por SARS-CoV-2", apunta el jefe de Neurología del Hospital de Cruces.

El Alzheimer en Euskadi supone entre el 60 y el 70% de todos los casos de demencia. Su incidencia es rara antes de los 65 años, pero a partir de esta edad su prevalencia se duplica cada cinco años. El aumento paulatino de la esperanza de vida de la población se asocia por ello con un creciente número de personas con demencia.

Enfermedad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la actualidad en todo el mundo hay 35,6 millones de personas que viven con demencia, y que esta cifra se duplicará para el año 2030 y se triplicará para el 2050; " y ya hay quienes auguran que será una pandemia futura", apunta Rodríguez-Antigüedad, mientras señala que el Alzheimer no es una consecuencia natural del envejecimiento sino una enfermedad. "La causa de la muerte progresiva de las neuronas en esta patología se resiste a ser desvelada. Hasta hace muy poco, el foco de las investigaciones se centraba en el deposito en el cerebro de una proteína, la beta-amiloide, y su supuesto efecto tóxico sobre las neuronas. Pero la eliminación de esta proteína con algunos tratamientos experimentales no ha conseguido curar esta enfermedad".

Estos fracasos, según apunta el neurólogo vasco, han provocado la reorientación y desarrollo de nuevas líneas de investigación. "Las neuronas dependen para sobrevivir y para su adecuado funcionamiento de las otras células que forman el cerebro, las células de la glía; se piensa que las disfunciones de la glía son protagonistas en el Alzheimer. Del mismo modo, se atribuye cada vez más importancia al papel que juega el sistema inmunológico y a la acumulación de otras proteínas, como la denominada tau", explica el neurólogo, para quien estas nuevas y prometedoras líneas de investigación le hace prever próximos e importantes avances en el conocimiento de la enfermedad de Alzheimer y su tratamiento.

Problema colectivo

Una dolencia que, en su opinión, "nos afecta de manera colectiva". "Para hacerla frente, todos debemos trabajar conjuntamente en ello. No solo médicos y otros profesionales sanitarios e investigadores, sino también cuidadores, familiares, pacientes e instituciones públicas y privadas y la ciudadanía en su conjunto", recalca el neurólogo vasco.

Porque esta enfermedad del olvido es devastadora no solo para la persona que la sufre, sino igualmente para sus familiares y cuidadores informales. "La demencia es una de las mayores causas de discapacidad en la senectud y los costes económicos para su adecuación social son también muy elevados", advierte el especialista.

El drama que representa el Alzheimer para los pacientes y su entorno representa "una amenaza para la sociedad. El aumento exponencial de pacientes, unido a la longevidad creciente de la población, conlleva la necesidad de situar a la demencia como una prioridad de salud pública en la agenda política de los gobiernos, tal y como ha establecido la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), sentencia Rodríguez-Antigüedad.

Demencia. La enfermedad de Alzheimer supone entre el 60 y el 70% de los casos de demencia.

Euskadi. Los especialistas estiman que hay más de 36.000 personas afectadas por esta enfermedad.

Hasta uno de cada tres casos de demencia podrían retrasarse o evitarse manteniendo un estilo de vida saludable en la edad adulta. Por eso, los expertos recomiendan evitar el sobrepeso, la hipertensión, el sedentarismo y el tabaquismo...

"En Euskadi hay más de 36.000 personas con Alzheimer, que suponen el 60-70% de las demencias"

Jefe de Neurología del hospital de Cruces