Aitor Gorostiaga, presidente del Sociedad Deportiva Moraza, lo tiene claro: “Lo primer es garantizar la salud de todos los participantes: jugadores, cuerpo técnico, directivos, delegados...”. La entidad deportiva está preparando la vuelta al programa de Deporte Escolar, en el que juegan a fútbol alrededor de 150 niños, que se retrasará hasta la primera quincena de octubre para dar tiempo a adaptar las dinámicas a los nuevos requisitos. “No nos podemos relajar y empezar de cualquier forma, hay que seguir a rajatabla todas las medidas; si empezamos regular, vamos a acabar mal”, defiende.

Gorostiaga se muestra cauteloso ante una temporada que se presenta “muy complicada”. “Con los datos de contagios que tenemos hoy en día, no acabo de ver claro que se retome el programa, aunque sé que hay muchos clubs que se financian con él. Estoy de acuerdo con que tenemos que tirar para adelante y a los niños les va a venir muy bien hacer deporte, pero las instituciones nos están pasando la pelota a los clubs. Yo sería partidario de empezar más tarde; si no va a haber competiciones al menos hasta enero, ¿para qué empezamos ahora?”, argumenta. Todas las medidas para dar comienzo a los entrenamientos, “lógicas y razonables”, resultan también un quebradero de cabeza para las dinámicas de las entidades deportivas. Por ejemplo, la prohibición de utilizar los vestuarios. “Si llueve, con niños, ¿qué hacemos? Por mucho chubasquero que lleven, muchos padres dirán que si luego no se pueden cambiar, no les suben a entrenar, lógico”, cita a modo de ejemplo. “¿En la grada? No lo veo. ¿Tú te cambiarías de ropa en las gradas delante de todos?”. En su caso, permitirán entrar a los vestuarios para que, de cinco en cinco, puedan única y exclusivamente a dejar la bolsa de las zapatillas, con un espacio delimitado y preestablecido para cada uno de los niños.

El Moraza tiene diez equipos de fútbol en el programa -cuatro benjamines, cuatro alevines y dos infantiles-, en los que participan alrededor de 150 niños. Cuentan ya con la experiencia de los entrenamientos que vienen realizando tres grupos -juveniles y preferentes- y que les está permitiendo pulir aspectos. “Empezamos tomando y anotando la temperatura y la asistencia de todos los jugadores pero nos hemos dado cuenta de que solo con ver si tiene o no tiene fiebre es suficiente”, explica.

La próxima semana celebrarán una reunión con los padres de todos los jugadores que estaban apuntados el año pasado, para explicarles el nuevo protocolo y pedirles ayuda y colaboración para la temporada. “Antes, sobre todo en el caso de los más pequeños, los padres estaban con ellos mientras se preparaban en los vestuarios. Ahora no pueden entrar y necesitamos que haya al menos una persona que les acompañe en el momento de quitarse y ponerse las zapatillas”. Aunque en principio han inscrito a todos los niños que jugaban el año pasado, todavía no saben cuántos de ellos repetirán. “Habrá familias que decidan no subirles porque no quieren correr riesgos o están esperando a ver cómo evoluciona la situación, algo totalmente lícito”.

Adoptar las medidas, que ya tienen recogidas en el correspondiente protocolo propio, les está generando “mucho trabajo: hemos marcado un recorrido de entrada de sentido único, toma de temperatura, los entrenadores tienen que desinfectar todo el material...”, enumera. No podrán entrenar más de diez niños por grupo, lo que les obligará a desdoblar algunos equipos, que contarán con su propio espacio en el campo, sin mezclarse unos con otros. “Ni siquiera en el vestuario; tenemos once y cada equipo usará uno”. También deberán usar mascarilla -han comprado una del club para cada jugador-, desde que entran y hasta que comienzan la actividad física en sí. Con todo, no creen que puedan retomar los entrenamientos hasta el 5 o el 14 de octubre. “No queremos empezar a la ligera; lo primero es garantizar la salud. Hay que cumplir a rajatabla las medidas que marca el protocolo y vamos a ser muy duros con ello. No nos podemos relajar. Si eso supone empezar a entrenar más tarde, lo haremos. No vamos a empezar por empezar”.