Como si de la famosa técnica china de tortura se tratara, esta segunda oleada de una pandemia impasible, parece ir desgastando los logros comunitarios alcanzados hace meses. Los ingresos hospitalarios han regresado a los boletines epidemiológicos de Osakidetza -diez el pasado lunes y 21 en los tres primeros días de agosto- al tiempo que la cifra de contagiados por SARS-CoV-2 se mantiene por encima de las 150 personas. Y Bizkaia sigue a la cabeza, con mucha diferencia además, en cuanto a la cantidad de positivos detectados, un buen puñado de ellos vinculados con el ocio.

En concreto, el 74% de los 165 nuevos casos detectados el lunes a través de los test PCR se localizaron en este Territorio Histórico. Es decir, 123 expedientes sanitarios en los que aparece el epígrafe covid-19 y que se suman a todos los registrados en fechas recientes. Solo durante esta última semana Bizkaia se acerca ya peligrosamente al millar de contagios. Los datos evidencian y avisan del cuadro clínico que se está gestando: 834 positivos desde el pasado 28 de julio. Ese día, precisamente, fue el último en el que el número de infecciones por coronavirus estuvo por debajo del centenar.

A partir de entonces, Bizkaia se ha situado todos los días por encima de los cien positivos porque, casi a diario está siendo localizado algún lugar donde ha habido transmisión del virus. Y no solo se trata de discotecas ni locales nocturnos. Bares y restaurantes de ocio diurno elegido por el patógeno. Esa es la razón por la cual las franjas de edad más señaladas en las estadísticas son las comprendidas entre los 20 y los 49 años, con 91 positivos de esos últimos 165. De 50 a 70 años otras 34 personas han enfermado por covid-19.

Con todo, fuentes del Departamento de Salud no ocultan su preocupación por los malos datos que factura Bizkaia. Y no es la primera vez que la inquietud por este asunto aflora entre los responsables de Osakidetza. La evolución al alza de los contagios en el territorio histórico ya es objeto de análisis por especialistas con el fin de averiguar las razones de tantos contagios, sobre todo en Bilbao. Y es que, los patrones parecen repetirse. Entre los días 21 y 27 de julio, el botxo acumuló 212 positivos, casi la mitad de los 558 registrados en toda Bizkaia en el mismo periodo.

Esta vez, directamente, son más de la mitad. De esos 834 casos detectados entre el 28 de julio y el 3 de agosto, 438 están censados en la capital vizcaina. Y la cifra podría seguir en aumento después de los últimos focos localizados. De momento ayer empezaron a efectuarse las pruebas PCR a quienes estuvieron en la sala Fever y en una cervecera de Erandio Goikoa entre los días 24 y 26 y 25 y 30 de julio, respectivamente. Cientos de personas desfilaron ayer por los hospitales de Basurto y de Urduliz para someterse a los test. Solo en este último centro de salud esperan practicar 750 pruebas.

Comienzan a hacer las pruebas en Erandio tras los positivos detectados en la cervecera. Vídeo: Oskar M. Bernal

Comienzan a hacer las pruebas en Erandio tras los positivos detectados en la cervecera

Comienzan a hacer las pruebas en Erandio tras los positivos detectados en la cervecera

De momento, el último boletín epidemiológico elaborado por Osakide-tza confirma el dominio de Bilbao, con 73 positivos. Y por detrás, un puñado de localidades como Barakaldo, con diez; Sestao, con siete; Basauri, con cinco, o Getxo y Galdakao, con cuatro en cada una. Y en Erandio, donde se localiza la cervecera, había dos casos hasta el lunes.

En Gipuzkoa, la evolución es positiva ya que se han contabilizado 25 contagios nuevos, frente a los 29 del domingo, de los cuales nueve se ubican en Donostia y el resto repartidos por el territorio, con dos casos como máximo en los municipios donde se han detectado positivos.

En Araba, la tendencia sigue siendo descendente con catorce casos -doce en Gasteiz y dos en Laudio- frente a los veinte del domingo.

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, avanzó ayer que en otoño está previsto intensificar la labor de rastreo de posibles contagios para evitar un confinamiento como el de marzo, aquel que cambió la vida a millones de ciudadanos. "Desde que finalizamos la desescalada nos planteamos que llegaría una situación complicada con rebrotes y cómo hacer frente a eso. Desde el principio decidimos controlar la zona del rebrote y el área adyacente y debemos seguir en esa línea, intensificar el trabajo con actuaciones quirúrgicas, sea en el ámbito del ocio, del transporte o trabajo", apuntó. Y ahora, a diferencia de los primeros tiempos, ya no se espera a que los enfermos vayan al hospital, sino que se busca a las personas contagiadas donde se detecta un foco.