ASEOS por la orilla, chapuzones relámpago o pasar el tiempo sentado en la arena, fue la imagen que dejaron ayer las playas del territorio vizcaino en su primer día de temporada estival. Las nubes con las que amaneció el territorio ayudó a que no se produjera ningún incidente -ya que no fueron muchas las personas que acudieron a los arenales- y la primera jornada en la que los socorristas, con mascarilla, volvieron a pisar arena transcurriera con tranquilidad. Así, ayer también comenzó la aplicación del marco general para el uso y regulación de los arenales establecido y consensuado por la Diputación Foral de Bizkaia y los ayuntamientos del litoral vizcaíno con el objetivo de frenar la expansión del coronavirus.

Bien es cierto que muchos de los que ayer acudieron a alguno de los arenales no se percataron de que fue el primer día de temporada. Es el caso de Isabel. "La verdad que ni me había percatado. Sí que me ha extrañado ver a socorristas después de tanto tiempo pero no le he dado más importancia, hay tanta seguridad por el coronavirus que mi mente va ya en automático", explicó esta bilbaina de 53 años que ha cogido la costumbre de ir a pasear por las mañanas a Ereaga siempre que puede. "Aunque llueva solemos venir a dar una vuelta, para mantenernos activos", indicó.

A lo largo de la temporada de este año se mantendrá el horario habitual de apertura de las playas, de 11.00 a 20.00 horas. Sin embargo, durante ese periodo de tiempo no se permitirá la práctica de deporte (palas, voleibol, fútbol...) en los arenales para garantizar que se mantiene la distancia de seguridad establecida en cada momento por las autoridades sanitarias. Precisamente, tal y como ya se informó, se ha establecido un sistema en el que la medición de la ocupación la realizarán hondartzainas y socorristas, quienes determinarán tres niveles de ocupación que se corresponden con los colores de un semáforo: verde, ámbar y rojo. En el nivel verde, la ocupación es óptima; en el ámbar, la playa comienza a estar bastante llena y en el rojo está a su nivel máximo. De hecho, durante todo el día de ayer todos los arenales del territorio vizcaino estuvieron con el semáforo verde, que indica que el aforo era bajo.

Bien es cierto que la mayoría de los paseantes que acudieron ayer a algunos de los arenales vizcainos fueron abrigados y con sus mascarillas puestas. Sin embargo, muchas otras personas no dudaron en aprovechar la brisa para ver si su cuerpo cogía algún rayo de sol. "No hace tanto frío así que nos hemos puesto en bikini y en bañador para ver si así llamamos al buen tiempo", dijo entre risas Susana, mientras se mojaba los pies en la orilla. "Lo de la bandera ámbar me parece genial, ya veremos cuando vuelva a salir el buen tiempo a ver si la gente cumple las indicaciones que den. Sí que es cierto que no creo que se aglomere mucha gente porque ya se podrá ir a las segundas residencias y la gente se irá de vacaciones, aunque sea por aquí cerquita", opinó esta mujer que salió a pasear junto a su familia. De hecho, ella será una de esas personas. "Después de tanto tiempo sin poder salir de casa, a nada que nos dejen la libre movilidad nos iremos unos días por ahí para desconectar un poco de todo", concluyó.