- Si la semana pasada encontrar una mesa en una terraza de Bilbao era poco menos que una misión imposible, las opciones se multiplicarán a partir de hoy con la apertura de más locales de hostelería. La fase 2 de la desescalada contempla en Euskadi que los establecimientos puedan abrir con un 50% del aforo en su interior. "Para que la hostelería vuelva a la normalidad hay que abrir los locales y que permitan estar en las barras. Sin las barras no somos nada", afirmaba ayer Aitor Parte, gerente del grupo Víctor Montes. Conscientes de la apertura puede no ser rentable por el aforo reducido, a esa preocupación se le suma además el que la demanda no sea suficiente a medida que todos los establecimientos vayan abriendo. También angustian los ERTE que siguen en curso y, sobre todo, la futura nueva normalidad de la que aún poco se sabe.

El gerente del grupo Víctor Montes, al que pertenecen ocho restaurantes del centro de Bilbao, explicaba ayer que hoy abrirán dos de ellos. "Abrimos el Zurekin porque es muy grande y el Amaren porque es de restauración pura y dura. Son los que vemos viables, ni siquiera creemos que vayamos a sacar números positivos", afirma Parte, que expone que realizarán algunas modificaciones: Zurekin tendrá un horario normal, pero el Amaren, donde la barra funciona "muy bien", abrirá solo en horario de restauración. Y es que a partir de hoy, según la interpretación que realiza la Asociación de Hosteleros de Bizkaia de la normativa, con la eliminación de las franjas horarias y la restitución de la libertad de movimiento, los locales podrán volver a su horario habitual, regulado por cada consistorio.

Aitor Parte asegura que abren "a ciegas, sin saber si la gente estará dispuesta a entrar en el establecimiento o solo se querrá sentar en la terraza". La respuesta de la clientela será determinante para saber si esperan otras dos semanas para abrir el resto de restaurantes. "La Olla, ejemplo, es un bar muy pequeño en el que la barra es el 80%. Pero hay otros locales, como el Markina, que estamos pensando abrirlo en función de la evolución", revela el empresario, que es consciente de que teniendo alquileres "muy altos" lo más probable es que ganen "lo mismo abiertos que cerrados". "Pero queremos dar un ambiente de normalidad para que la gente haga uso y vea que los contagios no suben", admite.

Otro de los locales que también levantará la persiana hoy es el Txocook. Y lo hará aplicando la flexibilización del Ayuntamiento de Bilbao para ampliar terrazas. Aitziber Lekerika, propietaria del establecimiento junto a su marido Aitor Elizegi, expone que no han abierto hasta "poder tener el aforo suficiente con el que sacar a todos los empleados del ERTE". Por el contrario, el otro negocio que regentan, el Bascook, permanecerá cerrado porque no tiene terraza. Desde hoy dispondrán de siete mesas en el velador del Txocook mientras que las nueve que habitualmente tienen en el interior se reducirán a cinco. "Vamos a abrir todos los días, antes cerrábamos los lunes", expone la hostelera, tras añadir que ofrecerán el plato del día y el menú habitual, mientras que adaptarán la carta de picoteo.

"Estamos a verlas venir. Hay mucha gente preguntando si abrimos, con ganas de salir y de reservar. Hay que ponerse en marcha, aunque cueste al principio", afirma Lekerika, quien es consciente de que a partir de hoy habrá muchos más establecimientos abiertos por lo que los clientes tendrán más opciones de elegir. "Siempre hemos vivido el Bilbao de la masificación, de estar a tope. No vivimos de uno que viene a tomar un zurito y otro un café con leche", manifiesta la hostelera, que ha promovido varias medidas de seguridad e higiene. Además del reparto de mascarillas y uniformes adicionales para los empleados, dispondrán de gel hidroalcohólico. "Los baños pretendemos limpiarlos tras cada uso, pero como mínimo se deben desinfectar seis veces al día", indica y añade: "Cada uno se ha buscado la vida para poner en marcha sus medidas".

Maren Iturburu, propietario del bar Iturriza ubicado en la Plaza Nueva, adelantó la apertura al día de ayer, con tres mesas en la terraza. "Queríamos testar el protocolo que teníamos pensado, porque una cosa es la teoría y otra la práctica. Menos mal, porque nos está fallando todo", afirma el hostelero, que esperaba poder arreglarlo todo para hoy cuando podrá disponer de nueve mesas más en el interior. "Hemos sacado a toda la plantilla del ERTE para trabajar a media jornada, según cómo vaya lo ampliaremos", indicó. "Hoy -por ayer- hay 19 mesas en toda la Plaza Nueva, pero mañana se disparará la oferta porque van a abrir bastantes bares y habrá más de 100 mesas", consideró. Con inquietud, afirmaba que el objetivo marcado este año es "es perder lo menos posible" y esperar "a ver cómo se presenta el siguiente".

Lejos de estar inactivo, este hostelero ha aprovechado el cierre para realizar varias reformas que además se adecuan a las medidas sanitarias necesarias actualmente. "Antes del estado de alarma nos dijeron que teníamos que tapar los pintxos, pero si los tapas con papel de film no los vendes porque a la gente le entran por la vista. Tenía claro que tenía que poner un cristal", explica. De esa forma, ha instalado una estructura de madera sobre la que está situada la barra de pintxos, cubiertos con un cristal. Debajo hay espacio para servir las consumiciones. "El objetivo es proteger los pintxos y que se vean bonitos, además de proteger a las personas y hacer más operativo el sistema", apunta Iturburu, que también ha reducido el tamaño de las mesas. "Hemos colocado unas mamparas de cartón pluma que hemos reciclado. No sabemos si cumplen la normativa, porque no hemos recibido ninguna indicación al respecto, pero sí que dan sensación de seguridad a los clientes", agrega.

Testando la recepción de la clientela desde hace tres semanas está el restaurante Ágape, en la calle Hernani, a través del servicio de comida para llevar. "La primera semana de prueba servimos entre 15 y 20 menús diarios. La segunda semana fue más desalentadora y la última ha ido mejor", revela Iker Rodríguez, propietario del comedor que abrirá hoy. "Habitualmente servimos a 60 comensales en un solo turno, ahora con las distancias de seguridad tendremos espacio para 36 o 38", estima. Aunque afirma que ya cuentan con reservas, sobre todo para el jueves por la noche y el fin de semana, revela que cada semana se enfrentan a la respuesta de la clientela. Con todo, lo que más le inquieta es la nueva normalidad que está por llegar. "¿Nos dejarán abrir al 100%? Si es así podré rescatar a todos los trabajadores del ERTE; si no nos sobra gente", concluye.

"Hemos sacado a todos del ERTE para trabajar a media jornada, si va bien lo ampliaremos"

Propietario del bar Iturrizar

"Solemos servir a 60 comensales en un solo turno, ahora tendremos espacio para 36 o 38"

Propietario del restaurante Ágape

"Abrimos a ciegas, sin saber si la gente estará dispuesta a entrar en el establecimiento"

Gerente del grupo Víctor Montes

"Los baños pretendemos limpiarlos tras cada uso y como mínimo se deben desinfectar seis veces"

Propietaria del Txoocook