N familia y conectados con la comunidad a través de Internet. Así están pasando el Ramadán los más de cincuenta mil musulmanes que residen en la Comunidad Autónoma Vasca y que, debido a las normas de distanciamiento social derivadas de la crisis sanitaria, no pueden realizar los rezos ni la ruptura del ayuno en comunidad, como hacen tradicionalmente. "Hemos organizado varias cosas para este mes pero lo primero es acatar las normas y quedarse en casa. Se trata de vivir el mes de Ramadán con la familia y hacer todo igual que siempre pero dentro de la casa: los rezos con la familia, las comidas especiales con la familia, y preparar un programa especial para los niños", explica Aziz Messaoudi, presidente de la Federación Islámica del País Vasco (Fivasco).

Aziz Messaoudi reconoce que las circunstancias en las que se está desarrollando el Ramadán de este año son inéditas y especiales, pero quita trascendencia a las restricciones impuestas por la pandemia. "Uno de los principios básicos de la religión musulmana -dice- es que hay que adaptarse a la situación. La religión no es algo absolutamente rígido, no tienes que acatar las normas sí o sí de una manera determinada, sino que el cumplimiento de los preceptos se amolda y se adapta a las situaciones. Eso es algo que ya estaba previsto antes de que esto pasara, por eso no tenemos ningún problema para adaptarnos y hacer las cosas en nuestras casas. Además, gracias a la tecnología también podemos mantener reuniones virtuales con las decenas de familiares que se reúnen, sobre todo los fines de semana, con motivo del Ramadán. A veces se juntan más de 140 familiares a través de plataformas. Los niños también pueden seguir sus programas a través de plataformas y realizan actividades, los jóvenes tienen sus programas propios y hacen cosas pero de manera virtual".

Los musulmanes de Euskadi, al igual que los del resto del Estado español y otros muchos lugres, han tenido varias semanas para prepararse ante un Ramadán en confinamiento. La Comisión Islámica de España emitió varias recomendaciones para vivir el mes del ayuno restringiendo las reuniones y llevando este periodo de oración y purificación de una manera más personal. Durante el Ramadán, como reconoce la propia Comisión Islámica, los preceptos religiosos se funden con costumbres sociales que se desarrollan durante grandes reuniones con familiares y amigos y que este año no podrán llevarse a cabo. Sin embargo, el ayuno, la oración y la lectura del Corán pueden y deben hacerse en el hogar preservando la seguridad y la salud.

Otros aspectos del Ramadán, como las acciones filantrópicas, sí se están haciendo pero siempre con las restricciones marcadas por el estado de alarma. Aziz Messaoudi indica que en Euskadi se han organizado para que "los hermanos y hermanas que participan en acciones solidarias puedan llevar comida a quienes lo necesitan o a centros en los que se encuentran algunas personas sin hogar que profesan la fe musulmana". "Quienes pueden siguen participando en estas iniciativas a pesar de que las mezquitas están cerradas por precaución", señala el presidente de Fivasco.

Sobre las excepcionales circunstancias en las que los musulmanes de Euskadi están llevando a cabo los tres principales bloques de acciones propias del Ramadán Aziz Massaoudi recuerda que el ayuno, el rezo y las comidas especiales "se hacen en casa, en familia"; las donaciones de alimentos y ayuda se realizan con voluntarios que se han organizado para respetar las medidas de distanciamiento social, y, por último, las actividades colectivas que se suelen desarrollar en las mezquitas se han trasladado al entorno virtual. "Como las mezquitas permanecen cerradas y no queremos abrirlas por precaución, lo que estamos haciendo es utilizar una plataforma virtual y a través de ella nos juntamos con la comunidad musulmana y hacemos charlas, concursos, diversas actividades para toda la comunidad y así, aunque no podamos reunirnos, nadie siente que está apartado o está aislado", afirma el presidente de Fivasco.

Carencias y necesidadeS

Aziz Messaoudi reflexiona también sobre la importancia de la tecnología y las conexiones a Internet en la situación actual y se queja de que "ningún organismo estatal o regional se ha preocupado por las familias que carecen de estos medios". "Nosotros -dice- hemos llevado a cabo varias iniciativas con familias a las que no llega ninguna ayuda, ni de comida, ni de nada, hemos hecho algo pero no puedo decir que esté en nuestra mano resolver el problema de las familias que no tienen Internet, es muy difícil. Si hay alguna situación concreta y la conocemos, actuamos, lo resolvemos de una manera u otra. A alguna familia que nos dice que quiere participar en las conexiones con la comunidad pero no tiene Internet, puede que con una recarga de cinco o diez euros, de dos o tres gigas le puedas resolver el problema, pero no tenemos capacidad para ayudar a todas las familias que lo necesitan, no llegamos". Añade que el programa on line creado para el Ramadán "es algo voluntario, algo opcional, si participas o no depende de tu situación, pero estamos hablando de cosas muy básicas, como poder estudiar a través de las plataformas tecnológicas, ¿qué pasa con las familias que no tienen Internet?".

En cuanto a la fiesta de Eid al Fitr que pone fin al mes de ayuno y tradicionalmente reúne a miles de musulmanes, el presidente de Fivasco destaca que "aún es pronto para adelantar si se podrá hacer" aunque sea de manera restringida o manteniendo la distancia entre los participantes. "Existe la posibilidad de que no se haga la fiesta porque no puede haber reuniones, también puede ser algo virtual, a través de alguna plataforma que permita la participación de muchas personas. Quizás para esa fecha ya se pueda hacer reuniones siempre con medidas extremas de precaución, pero para anunciar algo así primero tenemos que hablar con las autoridades, ver qué se puede hacer y dónde se puede. Esperemos a ver si se levanta el estado de alarma y a las medidas que se vayan anunciando porque hasta ese día pueden cambiar muchas cosas. Además la fiesta se puede retrasar, es otra opción. El rezo del Eid se hace el mismo día, pero la fiesta podemos retrasarla", explica Aziz Messaoudi.