Desde el inicio del estado de alarma, muchos trabajadores de Lantegi Batuak han seguido desarrollando su labor, incluso en servicios muy afectados por el coronavirus, como las residencias de ancianos. Otros, a los que la paralización de la industria ha dejado prácticamente sin trabajo, han reconvertido su actividad para elaborar productos necesarios, como mascarillas, y también hay trabajadores en situación de incapacidad temporal o en ERTE. A pesar de estas circunstancias, el Gobierno vasco ha tomado medidas para que las personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad que trabajan en centros especiales y empresas de inserción no vean mermados sus ingresos habituales mientras dure la pandemia.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció ayer, durante una visita al centro SestaoBarri de Lantegi Batuak, que el Gobierno vasco, a través de Lanbide, dará apoyo suplementario para garantizar el mantenimiento de las ayudas a las empresas de inserción y los centros especiales de empleo, de forma que los trabajadores puedan percibir el 100% de su salario habitual. Esta ayuda es equivalente al 50% del Salario Mínimo Interprofesional en el caso de los centros especiales de empleo, mientras que en las empresas de inserción se aporta una cantidad fija por cada persona en riesgo de exclusión contratada. "Mantener esta aportación, aunque algunos contratos estén suspendidos temporalmente, contribuirá a que las personas puedan percibir el 100% de su salario habitual, sin sufrir una merma de ingresos mientras se mantenga la situación de alarma sanitaria. Y no solo eso, sino que garantiza el mantenimiento del empleo una vez superada esta crisis, que es lo más importante para seguir avanzando en las altas cotas de inclusión alcanzadas por este colectivo en Euskadi", señaló Urkullu.

El lehendakari subrayó que el Gobierno vasco seguirá volcado en mantener el empleo protegido y consolidar los altos niveles de inclusión laboral del colectivo de personas con discapacidad: "Seguimos apostando por una discriminación positiva hacia las personas con discapacidad y en riesgo de exclusión".

Así, la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, cuyo departamento está en contacto permanente con las asociaciones de empleo protegido Ehlabe, Gizatea y Berezilan, expresó su "preocupación" por las consecuencias que el parón económico podría ocasionar en los centros especiales de empleo y las empresas de inserción, que son "vitales -dijo Artolazabal- para garantizar la inclusión de personas con discapacidad y en situación de exclusión social".

Por su parte, Txema Franco, director general de Lantegi Batuak y presidente de Ehlabe, destacó que "muchos trabajadores con discapacidad están volcados en la prestación de servicios esenciales como la limpieza de residencias y otras instalaciones y lo único que piden es poder contar con equipos de protección. Otros han reconducido su actividad para dar apoyo a servicios esenciales". Sin embargo, algunas actividades de Lantegi Batuak, como el restop de Amorebieta o el hostel de Bolueta, se han visto afectadas por la crisis sanitaria y han tenido que cerrar temporalmente. Además, hay empleados que por su situación de especial vulnerabilidad al virus se encuentran en situación de incapacidad temporal y también hay servicios que se están reanudando a medida que se retoma la actividad industrial.

Según explicó Franco, "compatibilizar la protección de la salud de los trabajadores con la necesidad de seguir prestando servicios esenciales ha sido una labor compleja", en la que también inciden los problemas de transporte derivados de las restricciones en algunos servicios públicos o del uso de furgonetas y camiones para trasladar equipos de trabajo. "En Lantegi Batuak -señaló Franco- tenemos todas las situaciones laborales y empresariales derivadas de esta crisis y nuestra máxima preocupación es la reincorporación al trabajo de todas las personas en condiciones de seguridad".

Producción. El centro especial de empleo SestaoBarri ha reconvertido parte de su actividad para producir equipos de protección respiratoria. Una veintena de trabajadores, en dos turnos, producen mascarillas de alta protección para servicios de emergencia.

Sectores. El centro, integrado en Lantegi Batuak, fue inaugurado en octubre de 2019 y habitualmente trabajan en sus instalaciones un centenar de personas con discapacidad intelectual o física proveyendo de ensamblajes y electrónica a empresas de sectores como renovables, automoción o ferroviario.

"Seguimos apostando por una discriminación positiva hacia personas con discapacidad y en riesgo de exclusión"

"El empleo es lo más importante para seguir avanzando en las altas cotas de inclusión"

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