La pandemia ha paralizado prácticamente toda la actividad social en Bilbao, incluso la comisión de delitos en calles y viviendas. Según los datos oficiales de la Policía Municipal de la capital vizcaina a los que ha tenido acceso este periódico, durante las dos primeras semanas en que hemos estado encerrados en nuestras viviendas, el número de delitos contra la propiedad ha bajado un 90%, una cifra histórica y espectacular.

Dentro de este paquete de infracciones se encuentran los tradicionales robos en comercios, establecimientos hosteleros, empresas y oficinas, así como en polígonos industriales. A pesar de la inactividad en estos locales la presencia de cacos ha sido inexistente. Lo mismo ocurre con los asaltos callejeros para robar un móvil o una cartera, tanto con violencia e intimidación, como los hurtos al descuido. Además de no haber apenas víctimas en la calle, la presencia policial es más evidente en la trama urbana, con lo que ello supone de elemento disuasorio para los asaltantes.

Dentro de los robos contra la propiedad, están incluidas las entradas furtivas a viviendas o robos en pisos. Curiosamente, en esta última tipología de delitos la reducción ha sido menor, teniendo en cuenta que la gran mayoría de los domicilios particulares están ocupados prácticamente las 24 horas del día.

Según los datos facilitados por el Área municipal de Seguridad de Bilbao, en la primera quincena de confinamiento, del 15 al 30 de marzo, se registraron en las comisarías de Policía Municipal tres denuncias por robos en viviendas. En esas mismas fechas, durante el pasado año, fueron contabilizadas siete, entre las que destacó la detención de uno de los presuntos autores de un asalto, mientras que durante el pasado marzo no se efectuó arresto alguno.

Los agentes e inspectores de la sección municipal de delitos contra la Seguridad Colectiva tampoco tuvieron mucho trabajo en el primer periodo de confinamiento causado por el coronavirus. Según el mismo informe, la comisión de violaciones a la ley de Seguridad Vial, así como el tráfico de estupefacientes y todos aquellos delitos relacionados con las drogas, bajaron también en torno al 90% con respecto al mismo periodo del pasado año. También se produjo un decrecimiento acusado de los delitos contra las personas -superior al 35%-, tanto de agresiones físicas como delitos de índole sexual.

Fuentes municipales destacaron que toda la bajada generalizada de hechos delictivos "se está dando en todos los distritos de Bilbao".

Finalmente, el balance de la delincuencia en la calles de la villa durante la primera quincena de paralización de la vida social destaca que solo subió un apartado con respecto a los últimos días de marzo del pasado año, el de los delitos contra la autoridad. Las situaciones generadas como consecuencia de los incumplimientos por parte de algunos bilbainos del estado de alarma han supuesto situaciones tensas y de crispación entre los agentes municipales y ciudadanos, lo que ha implicado más detenciones y arrestos por parte de la Policía Municipal.

Desobediencia

El único apartado en el que se registra un aumento de los delitos es el que se realiza contra la autoridad, por atacar o desobedecer a los agentes municipales que informan del estado de alarma vigente.

Menos un 40%

El desplome de los delitos implica lógicamente una reducción de los arrestos por parte de la policía local, cuyo número ha bajado un 40% con respecto a 2019.

Sin detenidos

La ocupación de las viviendas y pisos implica que los asaltos domiciliarios en Bilbao se han reducido a la mitad y que la Policía Municipal no haya practicado detención alguna.