207

La pandemia de coronavirus acumula ya 207 muertos en la CAV después de que en las últimas 24 horas hayan fallecido 27 personas por covid-19, que ya ha contagiado a 4.601 vascos, 655 más que en el día anterior.

Casos. Ayer se sumaron 655. El día de mayor aumento fue el jueves con 675 nuevos positivos.

Edades. Uno de los fallecidos en las últimas 24 horas tenía menos de 40 años y otro no llegaba a los 50, según informó el Departamento vasco de Salud.

- Hoy se cumple un mes desde que se conocieron los dos primeros casos positivos de contagio del covid-19 en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Una Euskadi que tiene desde entonces más de 200 familias rotas por el dolor de haber perdido un ser querido y un colectivo de profesionales sanitarios extenuado por el trabajo.

Un mes en el que la preocupación por la situación sanitaria ha ido en aumento, como han ido en aumento los positivos, hasta llegar a los 4.600, y el número de fallecidos hasta unas cifras insospechadas aquel 28 de febrero en el que el Departamento de Salud del Gobierno vasco dio a conocer que ya había dos personas contagiadas por el covid-19 en la CAV. Comenzaba lo que para muchos es una pesadilla.

Euskadi se encuentra con las calles, las empresas, los bares, los comercios y las escuelas vacías, mientras los hospitales están llenos. Con las residencias de ancianos como uno de los puntos más preocupantes para familiares y autoridades, y con los hospitales y sus profesionales como diana de la admiración y el agradecimiento ciudadano diario, que se vio reforzado después de que el pasado día 18 falleciera una enfermera vizcaina, la primera víctima mortal del coronavirus entre el personal sanitario.

Un mes desde que una mujer guipuzcoana que viajó a Milán fue diagnosticada como la primera vasca contagiada oficialmente por el covid-19. A partir de ahí, todo fue a peor. Ese día también quedó confirmado otro caso en lo que sería uno de los focos de contagio en el País Vasco: el hospital de Txagorritxu. Primero, una sanitaria que había viajado a Andalucía y luego, compañeros suyos. La primera muerte se registró el 4 de marzo. Fue un paciente vizcaino de 82 años que, como la gran mayoría de los fallecidos, presentaba pluripatologías previas y no pudo superar la infección.

Sin embargo, es Araba, y más en concreto Gasteiz, donde más azota el coronavirus la vida de sus habitantes. Además del foco del hospital de Txagorritxu, un funeral celebrado en la capital alavesa a finales de febrero propagó el virus por la capital alavesa y por las localidades riojanas de Haro y Casalarreina, de donde provenían la mayoría de los asistentes al sepelio. El tercer foco: una residencia gasteiztarra en la que, a falta de datos oficiales, han fallecido al menos diez usuarios. En total, en residencias vascas han muerto 24 ancianos hasta la fecha, de ellos 23 en centros de Araba y uno en Gipuzkoa.

Toda esta situación generó una indudable inquietud entre las administraciones, que decidieron medidas excepcionales a mediados de este mes. Gasteiz se convirtió en la primera capital en la que se adoptaba la medida de cerrar sus centros educativos para frenar la expansión del coronavirus. Fue el 9 de marzo cuando más de 50.000 alumnos gasteiztarras dejaron las aulas y los patios vacíos. Poco después, desde el día 13, fueron todos los centros de Euskadi, universitarios y no universitarios, los que dieron por suspendidas sus actividades académicas presenciales. Más de medio millón de estudiantes permanecen desde entonces encerrados en sus casas.

Fue el preludio de lo que vino después. El lehendakari, Iñigo Urkullu, decretó el estado de emergencia sanitaria en Euskadi el pasado día 13, pero el presidente español, Pedro Sánchez, subió la apuesta y decretó el estado de alarma.

Desde hace un mes, los ciudadanos han tenido que aprender a trabajar desde casa, a hacer cola en las panaderías con un metro y medio de distancia, a ponerse guantes antes de entrar en el supermercado o a saludar sin estrecharse las manos o darse dos besos. Y lo que queda.