Bilbao - Aunque las altas temperaturas de los últimos días no lo demuestren, Bizkaia pondrá en marcha este viernes el dispositivo de vialidad invernal para hacer frente a las incidencias que el hielo y la nieve puedan causar en la red foral de carreteras. El dispositivo, que se mantendrá operativo hasta el 30 de abril, se refuerza este año con una nueva máquina quitanieves, que reforzará la zona de Karrantza, y un silo de sal construido en el alto de Santo Domingo. “Estamos preparados para hacer frente a cualquier necesidad que nos encontremos, con más personal, más vehículos y más acopio de sal”, avanzó el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, en la presentación del plan.

En total, el dispositivo estará formado por 399 profesionales, seis más que la pasada campaña, entre conductores, acompañantes y vigilantes, y 82 quitanieves, una más, que se destinará a reforzar el área de Karrantza. Entre ellos, habrá tres equipos ligeros de intervención, que se reforzaron el año pasado, tras la gran nevada del 28 de febrero de 2018, ya que pueden llegar a lugares donde las quitanieves de gran tamaño no pueden hacerlo, como puntos en los que la carretera está bloqueada por vehículos que no pueden avanzar debido a la nieve o el hielo. Estos equipos resultan cruciales por su mayor movilidad cuando el tráfico se ve afectado, ya que las grandes no pueden sortear el tapón y retirar la nieve.

El acopio de sal también se verá incrementado en 100 toneladas, hasta las 9.825 -distribuidos en 21 silos y 10 almacenes-, ya que se ha puesto en marcha un nuevo silo construido en el alto de Santo Domingo, que permitirá una carga más rápida a los camiones que trabajan en esta zona, en una vía especialmente sensible a las nevadas y que forma parte de las zonas prioritarias de intervención por ser uno de los principales puntos de acceso a la capital vizcaina. Su construcción ha supuesto una inversión de 85.000 euros. “Seguimos trabajando para estar lo mejor preparados y ser capaces de responder de manera eficaz a las nevadas y heladas”, insistió Pradales.

Estaciones meteorológicas Pradales advirtió de que, si bien los recursos en carretera son “imprescindibles”, también es fundamental contar con una buena previsión. Para ello, y además de la información que se recibe desde organismos especializados como Euskalmet o Aemet, la Diputación dispone de una red de seis estaciones meteorológicas propias que ofrecen información “real e inmediata” sobre la temperatura ambiente, del asfalto o la nieve acumulada hasta ese momento. Ubicadas en Balmaseda, Mungia, Erletxes, Arteaga, Autzagane y Barazar, permiten mejorar las previsiones que llegan desde el Gobierno vasco, “anticipando situaciones de alerta. Es una herramienta que utilizamos muchísimo, previendo situaciones de nieve o heladas con bastantes horas de antelación”.

Por su parte, el director de Innovación y Gestión Viaria, Jon Larrea, destacó la “estrecha colaboración y coordinación” que mantienen las instituciones, la propia Diputación, el Gobierno vasco y los ayuntamientos del territorio. Como consecuencia de esta colaboración, el Gobierno es el que establece las alertas por nieve o temperaturas mínimas, y la Diputación la que dispone los recursos necesarios para atender esa situación.

Como cada año, el operativo establece cuatro niveles de condiciones de tráfico, en función del estado en el que dejen el pavimento el hielo y la nieve. Estos cuatro niveles van desde el C1, en el que la circulación no se ve afectada, hasta el C4, de máximo alerta que impide circular a cualquier tipo de vehículo. Los tramos prioritarios para la distribución de recursos, aquellos en los que primero se actúa para garantizar la circulación, seguirán siendo la A-8, la Supersur, la AP-8 entre Erletxes y Ermua, la N-637, la N-240, los accesos al aeropuerto, al Superpuerto y a los centros hospitalarios, y el alto de Santo Domingo. Una que esté garantizada la circulación en este nivel, las máquinas procederían a limpiar de hielo y nieve las carreteras catalogadas como de menor prioridad.