Bilbao - Ni un grado más, ni una especie menos, Zertarako ikazi etorkizunik ez badugu? Act now! Because there is no planet B! El grito contra el cambio climático trascendió ayer fronteras, idiomas y sexo. Pero el rostro de la Huelga Mundial por el Clima fue el de una juventud consciente de que la lucha medioambiental es ya una urgencia a escala global. Centenares de miles de personas, en su mayoría estudiantes, tomaron las calles de pueblos y ciudades para reclamar acciones inmediatas que frenen la destrucción del planeta. Sídney, Hong Kong, París, Río de Janeiro, Boston, Montreal, Atenas, Barcelona, Bilbao...

La indignación contra la “indiferencia” política ante la crisis ambiental se plasmó en carteles que actuaron de caja de resonancia del ya famoso “¿Cómo se atreven? Me están robando mis sueños y mi infancia”, el rotundo reproche que la activista de 16 años Greta Thunberg dirigió el lunes pasado a los líderes mundiales reunidos en la Asamblea General de la ONU. La cumbre climática, por cierto, no sirvió para avanzar frente a la amenaza porque gigantes como Estados Unidos y China siguen sin comprometerse en la reducción de las emisiones contaminantes.

Miles de personas, fundamentalmente estudiantes, secundaron la huelga mundial contra el cambio climático convocada por Fridays for Future (Viernes por el futuro), el movimiento ecologista juvenil que se ha hecho global a través de las redes sociales. La juventud de Euskal Herria también paró por el planeta. Tuvo además el apoyo de numerosas organizaciones sociales, sindicatos, partidos y personas anónimas. La respuesta a la huelga fue masiva en los institutos y en la universidad.

Los campus de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) se quedaron prácticamente desiertos. En Leioa el personal del BC3, el centro en investigación sobre las causas y consecuencias del cambio climático de Euskadi, instaló una mesa donde informaron de gestos sencillos para hacer el día a día más sostenible. Acciones cotidianas como consumir productos de kilómetro cero, usar el transporte público, reciclar o gastar zapatilla que, además de barato y verde, es muy saludable. La universidad pública también quiso poner su granito de arena un día como el de ayer, instalando contenedores para recoger material de escritura usado para su reciclaje.

En la Universidad de Deusto, decenas de estudiantes vestidos de verde crearon un gran SOS humano por el planeta en la plaza de la Memoria a las 11.00 horas. Una hora más tarde, miles de personas acudieron a las concentraciones organizadas en las capitales de Euskal Herria. Una de las más concurridas fue la realizada frente al Ayuntamiento de Bilbao. A tenor de la multitud de jóvenes que se congregaron frente a la escalinata del consistorio, los institutos Bilbao y alrededores debían de estar medio vacíos. Save the planet, Las otras luchas no tienen sentido si ésta se pierde o Krisi klimatikoa kapitalismoa da fueron algunos de los mensajes que se pudieron leer en coloridos carteles de cartón y tela.

Las personas concentradas cantaron y gritaron lemas en defensa del planeta y, en un comunicado leído por varios portavoces, instaron a asumir “la urgencia” de la situación. Afirmaron que mitigar los efectos del cambio climático requiere de “una transición energética y de modelo productivo” y animaron a movilizarse para que las instituciones “pasen a la acción”. Según aseguraron, en este ámbito también “Euskadi tiene mucho aún que mejorar” ya que la Unión Europea ha puesto como objetivo “el uso de 32% de energías renovables en 2030 y Euskadi solo dispone de un 7%”, por lo que “debemos impulsar la energía limpia”.

De lo local a lo global Escenas similares se vivieron en el resto de las capitales vascas. En Donostia, el actor Javier Bardem se sumó a la manifestación convocada portando una pancarta amarilla y verde con el lema Emergencia climática. Solución ya. El actor madrileño alargó su estancia en la capital guipuzcoana tras la presentación en el Zinemaldia de su documental Santuario, cinta que apoya una campaña de Greenpeace para defender la Antártida. Bardem marchó mezclado con los estudiantes, en su mayoría de ESO y Bachillerato, por las calles del centro de la ciudad. La concentración de Gasteiz, que en 2012 fue green capital europea y este año ha sido nombrada por la ONU global green city, contó con la presencia de su alcalde, Gorka Urtaran, de sindicatos y parlamentarios de la Cámara Vasca. En Iruñea, cientos de jóvenes se reunieron en la Plaza del Castillo apoyados por distintas organizaciones. Laura Panero, estudiante de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y miembro de Fridays for future, remarcó que con esta movilización los jóvenes quieren pedir que “se escuche a los científicos, que se tomen medidas y que no sólo se hagan planes, sino que luego sean contundentes y realmente se lleven a cabo acciones”. En Baiona, la juventud también sacó a las calles sus reivindicaciones ecologistas. Por la tarde la marchas fueron masivas ya que muchas personas mayores sumaron su voz a la lucha global contra el calentamiento del planeta.