DONOSTIA. La compañía Jaizkibel ha desfilado en el día grande de Hondarribia en un ambiente más distendido, sin los pitos y silbidos del año pasado, y, aunque los plásticos negros han estado presentes, en esta ocasión han sido portados a modo de vestimenta por grupos de partidarios del alarde tradicional.

Capitaneada por Ohiane Etxebarrieta, Jaizkibel ha salido a las 8.10 horas de la Plaza Gernikako Arbola y ha enfilado la calle Mayor, donde habitualmente se agolpan cientos de personas, la mayoría mujeres, que llevan horas esperando, algunas incluso duermen en el lugar, para coger sitio para ver el alarde tradicional, el mayoritario en la localidad.

Al paso e la compañía mixta, algunos de sus detractores se han dado la vuelta para mostrar su rechazo y otros han acudido ataviados con petos realizados con plástico negro aunque al contrario de lo que ocurrió en 2018, cuando se vivió uno de los 8 de septiembre más crispados de los últimos años, no se han escuchado gritos ni pitidos.

Tampoco se han visto las pancartas de otras ocasiones aunque en un balcón estaba colgado el mensaje "Jaizkibel erasotzaile, Politikariak konplize"

Los integrantes de la compañía mixta han realizado su recorrido ante los rostros serios de los partidarios del alarde tradicional, contrarios a la participación de la mujer como soldado, y los aplausos y gritos de "Emakumeak Alardea" del púbico que les ha apoyado.

Este año la celebración del alarde ha estado precedida de llamamientos al diálogo desde el Ararteko y el Instituto Vaso de la Mujer (Emakunde) para evitar incidentes.

Además todos los partidos que conforman el Ayuntamiento (PNV, Abotsanitz, PSE y EH BIldu) hicieron pública días antes una declaración en la que pedían que la "fiesta discurra en paz".

El diputado de Cultura, Denis Itxaso, ha presenciado el itinerario de Jaizkibel para mostrar su respaldo al igual que lo ha hecho el Ararteko, Manu Lezertua, la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, el juntero de EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, y la secretaria de feminismo de Podemos Euskadi, Eukene Arana, entre otros.

Itxaso ha señalado que este año ha habido "respeto" hacia la compañía mixta y "por lo menos se les ha podido escuchar" y ha manifestado que "opciones más integradoras como Jaizkibel no pueden estar segregadas tampoco por las instituciones".

Jaizkibel "ha dado una lección de coraje y civismo", ha señalado Itxaso, que ha agradecido el "esfuerzo" realizado por las fuerzas políticas que componen el consistorio hondarribitarra que ha apelado al respeto "y puede que en esta ocasión haya funcionado".

En el mismo sentido se ha mostrado el exacalde de San Sebastián por EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, que ha considerado que la postura del Ayuntamiento "es un avance", pero "no ayuda" -ha opinado- que el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, "sigan dando la espalda a hombres y mujeres que quieren participar en la fiesta en igualdad".

A las 9.00 el paso firme de la arrancada de la escuadra de hacheros ha marcado el inicio del Alarde tradicional, capitaneado por el burgomaestre, Iñaki Sagarzazu, que ha ascendido por la calle Mayor entre los aplausos de las personas que abarrotaban las aceras.

Alrededor de 5.000 soldados y las 20 compañías, cada una con su cantinera, se han dirigido a la Plaza de Amas, donde han realizado varias descargas de fusilería, y la bandera de la ciudad se ha sumado al desfile que ha recorrido durante la mañana las calles del casco histórico sin que se hayan registrado incidentes.

El alarde de armas de Hondarribia cumple, cada 8 de septiembre, el voto a la Virgen de Guadalupe por el final del asedio que las tropas francesas sometieron a la ciudad en 1638.